Capitulo 26

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Nick

-respira hondo- ¿De donde, de donde conoces a mi hermano?- pregunte inseguro, pero debía ser firme en lo que preguntaba.

Cerré los ojos fuertemente esperando su respuesta; paso un momento en silencio hasta que se oyó un gran respiro.

-Lo conocí en secundaria- dijo con un tono triste

-¿Paso algo entre ustedes?, ¿Por qué todos le temen?- pregunte con temor, curioso. Sabia que tanta curiosidad podía hacer daño, pero no podía parar, quería saber todo.

-No, no creo que debas saberlo todavía, o bueno por mi parte no puedo decirlo- dijo nervioso, su cara decía mucho. Mi hermano le hizo algo, y malo- respecto a lo otro no lo se, ellos tendrán sus razones.

-¿Por qué nadie me lo puede decir?, ¿Quiénes saben todo esto?, ¿Por qué siempre dicen lo mismo? Eres muy chico para saberlo, todavía no. No lo entiendo, si es tan grave para que yo lo sepa porque siempre lo mencionan- exclame molesto. Ya estaba harto que todos siempre mencionen eso frente a mi si no me lo piensan decir.

-Yo no se quienes lo hagan. Por mi parte nunca lo mencionó porque fue algo muy difícil, y ellos sabrán porque no te lo dicen- dijo en tono tranquilo, claro estaba que trataba de calmarme- se que quieres y admiras mucho a tu hermano; y puede que al decírtelo piensen que te puedes desilusionar.

-Pero...-suspire- ¿esta mal que quiera saber?- pregunte viéndolo a los ojos. Quería saber lo que sucedía, pero nadie daba respuestas. Además sentía lágrimas desbordarse de mis ojos.

-Claro que no- dijo abrazándome, acariciando mi cabeza- es normal que quieras respuestas, pero si no te quieren decir es muy su problema.

-Gracias...- dije abrazándolo, recargando mi cabeza en su pecho- te, te quiero mucho.

Espera, espera... ¿Qué acabo de decir?, ¿Eso fue una repentina confesión?, ¿Qué hago?...

-Yo también te quiero mucho- dijo abrazándome más fuerte y besando mi cabeza.

Duramos un rato abrazados, nadie decía nada; aquel momento mágico, de nosotros dos se volvió a repetir y no quería que se acabara nunca.

Respire hondo, aunque estando así era cómodo tenia que decir mis sentimientos apropiadamente antes de que fuera tarde.

-Thomas, quiero decirte algo importante- dije separándome de el, viéndolo. Estaba nervioso, pero confiado- Tu... tu... yo... me, me gustas.

Rápidamente cerré los ojos y baje la cabeza, temía oír su respuesta. Después de un momento sentí que me rodeo con sus brazos y me abrazo, fuerte y cálidamente.

-Oh Nick- dijo alegre- tu también me gustas.

Al oír eso me alegre tanto, lo abrace y escondí mi cabeza en su pecho; me avergoncé al hacer eso impulsivamente junto con su confesión, además de mis ardientes mejillas.

Sorpresivamente Thomas me volvió a besar; sus dulces y cálidos labios me volvieron a tomar, correspondí su beso que poco a poco se volvía más intenso; me deje llevar. Rodee su cuello con mis débiles brazos y el tomo de la cintura. Entreabrí un poco mis labios y él introdujo su lengua en mi boca, empezando a jugar con mi lengua; trataba de seguirlo a paso torpe. Se sentía amor, cariño, pasión. Nos tuvimos que separar por falta de aire.

-¿Quieres ser mi novio?- pregunto sonriendo, aun estando cerca de mi cara.

No podía hablar, todo esto me tomo por sorpresa; así que solo asentí sonriendo. Seguimos abrazados hasta que sonó mi teléfono, pensé ignorarlo, pero este ni dejaba de sonar.

Querido chico rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora