Santiago
Era jueves por la mañana, Sam esta de un lado para otro emocionado, saltando por doquier y tratando de animar a Damián, que se ve bastante inquieto y bajo de ánimos.
El jefe de los chicos rento un pequeño camión para nosotros, que éramos como 12 o 15 personas, además del equipaje y cosas necesarias. Andaba de un lado para otro, pero el si estaba ocupado, eso quiero creer...
Mire el reloj, faltaban pocos minutos para las nueve y Mike, el novio de Damián no llegaba, cosa que me sorprendía pues a lo que escuche «a fuerzas» Mike ama demasiado al castaño, me contó todo, y cuando digo todo es TODO, así que se me hace raro que no este aquí, revoloteando y fastidiando si se supone iba a venir.
Mire por ultima vez a todos, deteniéndome un poco en Derek. Ese chico si que no me da confianza, y por alguna razón no me agrada; se que es amigo de Sam y eso, pero también se que Sam estuvo enamorado de él y que este lo había rechazado; como también se que lo busco para "arreglar" eso, y que lo celaba cuando se vestía de chica... además que el día de la feria nos estaba siguiendo. Si después de todo eso quieren que me lleve bien o confíe en él, están muy equivocados.
—Em... Santi, ¿estas bien?.— preguntó Sam jalando de mi camiseta, algo confundido lo voltee a ver. Me miraba con preocupación, sonreí y lo jale hacía mi, abrazándolo por la cintura.— v-veo que estas bien...
—Solo tengo un poco de sueño, es todo.— respondí sonriente, su rostro estaba ligeramente rojo y con la vista pegada al piso. Deje un beso en su frente, mirando como Derek se volteaba con molestia. Sonreí triunfante.— te quiero mucho, mucho...
Susurre en su oído, bajando hasta besar sus dulces labios. Sentí como saltó por la impresión, correspondiendo al instante el beso. Todos nos ignoraban, tomándose esto con naturalidad... bueno excepto Derek, de vez en cuando lo miraba de reojo. Estaba entre molesto e incomodo, tratando de ignorarnos. Lo ignore, disfrutando del momento; un dulce beso, de MI dulce chico y molestar a un chico impertinente... aunque más el beso. Rompimos el beso por falta de aire, y antes de que se volviera a ir bese su mejilla.
Este chico me tiene simple y sencillamente loco, es lo mejor que me ha pasado en la vida.
—Bien, todos pongan atención.— llamo la atención el jefe, que curiosamente era el padre de la chica del cabello de colores. Cuando todos le hicieron caso prosiguió.— hay que ver como se van a acomodar en el camión, tienen que ir en parejas... pero... a ustedes dos, no los dejare ir juntos. No quiero que pasen... cosas.
Al instante ambos nos soltamos del abrazo, aunque seguíamos tomados de las manos. Nos miramos de reojo y sonreímos, tratando de aguantar la risa, el sr. German nos miró y sonrió.
—Bueno... supongo que Lola y Derek irán juntos, ¿no es así?.— preguntó German ambos asintieron.- Sam y Damián, ¿también ustedes?
—Si, a molestar a Dami~.— Sam soltó mi mano, sonriendo alegre fue y se hecho encima de su amigo. Reí por lo bajo. Enserio amo la personalidad tan radiante e hiperactiva de Sam.— ¿ya vas a empezar? Es temprano...
Sam bajo la mirada con un puchero por un momento, abrazando a Damián. No pude evitar sentirme algo mal, quería que Sam pasara unos buenos días en la playa pero había olvidado ese detalle... como quisiera evitar que le suceda eso... bueno, aun así haré que pase unos magníficos y divertidos días en la playa.
—Santiago... ¿te molestaría ir con Gustavo?.— preguntó el sr. German, rápidamente negué.— bien, Tavo y Santiago.
—Muy bien jefecito.— dijo Tavo sonriente, haciendo pose de soldado.— a sus ordenes.
![](https://img.wattpad.com/cover/51165551-288-k960671.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Querido chico rubio
RomansaLos días de preparatoria eran normales para Thomas Wolves, hasta que un día en su casillero aparece una misteriosa carta de un desconocido que dice conocerlo de antes, y así cada mes recibe una carta sin llegarse a imaginar quien pueda ser, ya que e...