Capitulo 50

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Damián

No entiendo como pueden ser tan descuidados, sabiendo que Nick los puede oír. Mamá dijo que no lo debe de saber, pero algún día lo sabrá y es mejor temprano que tarde.

-Damián, vamos a jugar afuera mis amigos ya llegaron.- dijo Camil entusiasmada, me jalo hasta el patio donde estaban unos gemelos, la niña era pelinegra y ojos verde opaco, y el niño era castaño de ojos grises... se me hacen muy conocidos; y un niño entre pelirrojo y castaño de ojos café claro.- chicos, el es mi primo... el nos cuidara.

-¿Eres Damián, cierto?.- pregunto la pelinegra con una sonrisa rara para su edad, asentí con lentitud.- gusto en verte de nuevo.

-Perdonen, pero ¿de donde nos conocemos?.- pregunte extrañado. La chica y su hermano rieron de manera sospechosa.

-Soy Kaori, él es Lizht. Somos hermanos de Thomas.- la chica presento a su hermano y a ella, y después ambos se abalanzaron contra mi, abrazándome.

Después de un rato empezaron a jugar, al parecer el hermanito de Thomas y ese chico son novios o algo porque siempre van tomados de las manos, además que las niñas se ríen y cuchichean de vez en cuando... Vanesa no es buena influencia para ninguno, eso queda claro.

Mientras jugaban un carro se aparco enfrente, con su muy peculiar conductor... ¿Por qué tenia que ser él justo en estos momentos?

-Hola cariño.- dijo Mike con su mismo tono de siempre, salió del carro ignorando a los niños y se sentó a mi lado.

-¿Qué quieres Mike?.- pregunte un tanto molesto, ¿Por qué tienes que venir en este momento?...

-Pues...- seguía sonriendo, y yo lo seguía mirando embobado hasta que me abrazo por la cintura, se pego mucho a mi cara.- quería invitarte a salir, ¿Qué dices?...

Podía sentí su respiración tan cerca, su mirada penetrante esperando mi respuesta. Me sentía avergonzado al recordar lo de la otra noche en que nos besamos en aquel parque, desvíe la mirada y mire que los niños nos miraban curiosos, comentando cosas entre sí.

-Ah... yo, tengo que... cuidar a los niños.- dije sonriendo nervioso, apunte el lugar donde estaban Mike volteo y le sonrió.

-No hay problema.- susurro cerca de mis labios, solté un suspiro. Se levanto con una gran sonrisa hacia los niños.- ¿quieren ir a la feria?

-¡Si!~.- exclamaron los 4 al mismo tiempo... malditos niños, me han traicionado.

-Entonces que dices.- volteo a donde estaba con una sonrisa triunfante, me levante. Ya no tenía de otra era ir o ir.

-Bien... vuelvo en un momento.- entre a casa refunfuñando, tome mi cartera, mi sombrero y salí resignado.- vamos pues.

Mike como siempre de caballeroso. Le abrió la puerta a los niños y a mi, después se subió y arranco directo a la feria. El no dijo nada en todo el camino, ni los pequeños; solo notaba una pequeña sonrisa cálida y llena de alegría por parte de Mike.

Al llegar al parque, en cuanto entramos los niños salieron corriendo en todas direcciones.

-Cuidado, no se separen.- grite tratando de que me escucharan, pero creo que fue en vano. Quise caminar, pero algo me detuvo.- ¿Por... por qué me tomas de la mano?

-Que tiene de malo, eres mío. Solo lo hago para que quede claro.- sonrío de manera cínica, pero su mirada decía otra cosa y una de ellas era miedo, me estremecí de verlo así. Quería decirle que no tuviera miedo, que nunca lo iba a dejar pero no me atrevía... creo que al final yo también tengo un poco de miedo.- ¿te he dicho lo lindo que te ves cuando te sonrojas?

Querido chico rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora