Damián
Después de hablar un rato con Teo, me calme y fui donde Lola ya que me había llamado.
-¿Puedo pasar?.- pregunte al tocar la puerta, después de oír un "adelante" abrí la puerta y me senté en una silla frente al escritorio.- ¿sucede algo?
-Dime que ha pasado mientras no estaba, he oído hablar a unos clientes que Derek y Sam tuvieron otra de sus discusiones pero que esta vez era diferente. Se que Derek no me va a decir nada, Sam... he... ya sabes.- dijo sería, cruzada de brazos. Bien... tampoco tengo que decir todo o si.
-Sabes que Sam se muere por Derek, pero Derek lo había rechazado. Pues ya sabes también como es Sam que los clientes le coquetean y el se deja; Derek se puso celoso y le grito, Sam se controlo y le contesto....- respondí algo resumido, omitiendo al amigo de mi hermano y el hecho de que lo quiso engañar como chica.
-Derek es un caso perdido, a él también le gusta Sam pero nunca lo aceptara.- dijo sonriendo, tal vez recordando algo.- bueno... también escuche que te peleaste con un cliente por el nuevo empleado.... y ese cliente era Mike...
Solo esperaba a que no llegara a eso...
-Bueno... Gustavo era mi novio en secundaria, Mike se puso celoso y sucedió eso.- fue lo único que dije, recordé lo que Teo dijo y las ganas de llorar me invadieron.
-Bien... te dejo. Cuando te tranquilices cámbiate y ponte a trabajar te pagare la hora extra.- me sonrió antes de salir.Me relaje, y salí a cambiarme. Me puse mi uniforme y me puse a trabajar, justamente atendiendo a Teo y Sam.
-¿Qué van a ordenar?.- pregunte formal, sonriendo amable.
-Te ves bien, el uniforme te sienta.- dijo Teo riendo, no se de hayan estado hablando pero me están contagiando la risa.- quisiera un batido de chocolate y un pastel de chocolate, y tu Sam.
-Ya sabes lo que quiero bebe.- dijo Sam en su modo seductor, guiñando un ojo. Teo y yo comenzamos a reír.- oigan, no sean malos.
-Bien, en un momento les traigo su orden.- empecé a caminar cuando Saúl entro, buscando a alguien con la mirada.- ahí te buscan.
Le dije a Teo antes de irme. Saúl se acerco a la mesa y comenzó a hablar, y otra vez me volvieron a llamar.
-¿Algo más?.- pregunte tratando de no reír. Ver a Teo sonrojado es un espectáculo.
-Si, un pastel de limón y un batido de fresa.- dijo Saúl, anote la orden. Teo le dijo algo, que Sam le había dicho a este; y Teo recibió un golpe.- ¡en que cosas se andan fijando ustedes!
No le di importancia, hice una reverencia y lleve el pedido. Mientras atendía a otros clientes llego Mike, mi corazón dio un giro al verlo; no me siento capaz de enfrentarlo ahora por dos razones. Una siento que no seré capaz de ser racional, y la ultima y más importante... Lola.Lleve el pedido a la mesa, y cuando di vuelta Mike estaba detrás mío. Sonreía pero era una sonrisa falsa... contrólate, relájate... recuerda a Lola.
-Buenas tardes cliente, ¿se le ofrece algo?.- pregunte formal, con la sonrisa habitual del trabajo.
-¿Podemos hablar?.- pregunto tomándome de la muñeca, lo mire a los ojos. Unos ojos apagados, sin brillo... sentía que si hablaba iba a salir entrecortada. Desvié la mirada y vi a Lola, que prácticamente estaba dándome permiso.
-Ten-tendría que pedirle permiso a la gerente.- dije desviando la mirada al piso, mi voz temblaba y no era capaz de verle.
Sentí como Mike me jalaba hasta la barra donde estaba Lola. Hablaron unas cosas y después salimos del local.
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Querido chico rubio
RomansaLos días de preparatoria eran normales para Thomas Wolves, hasta que un día en su casillero aparece una misteriosa carta de un desconocido que dice conocerlo de antes, y así cada mes recibe una carta sin llegarse a imaginar quien pueda ser, ya que e...