Capítulo 2

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Narra Jessica

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Narra Jessica

Fui a comer a un restaurante no muy lujoso, ya que mis ganancias no eran las mejores. Únicamente pedí una bebida y tomé una revista, me senté en una mesa para dos y me dispuse a beber y leer.

Mientras disfrutaba de mi bebida de mango, vi que un hombre con capucha y lentes, cargando una bolsa consigo, entró al recinto. Al principio, no le presté mucha atención, pese a que se veía algo sospechoso; después observé que se iba acercando hacia mí, así que disimulé como si no le hubiera visto, para intentar pasar desapercibida y no meterme en algún conflicto, si es que se trataba de algún delincuente.

—Disculpa —me habló aquel hombre y me vi en la necesidad de levantar mi mirada de la revista—, ¿está ocupado este lugar? —Señaló la silla frente a mí.

Dudé un instante sobre qué responder. No quería que se sentara conmigo alguien que ni siquiera conocía, pero para evitar ser descortés y que por ello terminara siendo una de sus víctimas, accedí.

—No, para nada —contesté al fin.

Él asintió y entonces, tomó asiento. Yo continué leyendo, sin quererle prestar mucha atención; sin embargo, observé que él se giraba continuamente hacia la puerta principal, como si estuviera al pendiente de que alguien entrara; por lo que tras un momento, siendo víctima de los nervios, decidí hablarle.

—¿Robaste un banco o...? —inquirí, queriendo obtener respuestas y ser lo más gentil posible con él.

—¿Qué? —Volteó hacia mí, confuso—. No, claro que no. ¿Acaso no me conoces?

—¿Debería hacerlo? —cuestioné.

—Sí. De hecho, deberías —respondió ofendido, a lo que negué—. Bueno, ahora traigo esto puesto. —Señaló su capucha y lentes—. ¿Pero así?

Se quitó ambas cosas y vi la cara de un hombre bastante guapo e inofensivo como para ser un delincuente. Tenía algunas pecas adornando su rostro, una ligera barba de días, cabello negro y unos preciosos ojos verdes.

Negué con la cabeza a lo que me acababa de preguntar.

—¿No?¿Nada? —inquirió con desilusión—. Bien. —Se volvió a colocar ambas cosas—. ¿Te suena la banda Maroon 5?

—Me parece haber escuchado de ellos —admití y me quedé pensativa un momento—. ¿No son los que cantan una ridícula canción sobre Mick Jagger? —pregunté burlona, queriendo herir el enorme ego que parecía tener.

—Quizás estés equivocada, porque no es ridícula, es asombrosa —reprochó y después soltó un bufido, a lo que yo reí en voz baja—. En fin. Me presento, soy el vocalista de esa banda, Adam Levine. Un gusto. —Me dio la mano para saludarlo y la tomé con gusto.

—¿Entonces eres como una súper estrella? ¿Alguien muy famoso? —curosié, sorbiendo de mi bebida a través del popote. Realmente no conocía más de él que esa canción y eso parecía indignarlo.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora