My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo]

Capítulo 47

Narra Jessica

Después de terminar mi turno en la estética, recogí a Valentina de la escuela. Ayer por la tarde le informé que tenía que salir a arreglar unos asuntos hoy. No le especifiqué por completo, puesto que si le decía de la playa, ella al instante habría querido acompañarme. Mi mamá, por su parte, sí sabía a qué iría y mis motivos para no llevar a Valentina.

Así pues, pasé a dejar a Valentina a casa de mi mamá, sin entretenerme demasiado, pues aún faltaba volver a mi casa para cambiarme y de ahí tomar un taxi hasta Santa Monica.

Llegué a mi casa a eso de las 3. Me apuré rápidamente a cambiarme, de lo contrario se me haría tarde. Elegí un vestido y un sombrero para la playa iguales, con rayas blancas y azules; además de ponerme unos huaraches blancos. Me retoqué un poco el maquillaje, cambié de bolso y salí finalmente de la casa.

Llamé un Uber, ya que estos eran más rápidos que los taxis, y me subí en él. Le indiqué mi destino y partió hacia allí.

Tardamos casi una hora en llegar. El Uber aparcó en la entrada de un estacionamiento de Santa Monica, cerca de los juegos mecánicos. Le pagué al amable señor que me condujo hasta acá y bajé del auto.

Comencé a caminar hacia la playa hasta comenzar a hundir un poco mis sandalias entre la arena. Hacía un hermoso día hoy, con clima cálido, pero no demasiado, y las olas del mar un poco calmadas; sin embargo, pese a eso, había pocas personas y aún así no lograba localizar a James por ningún lado.

Caminaba y observaba, buscando una cabellera rubia mejor cuidada que el cabello de muchas mujeres. Me detuve un momento, esperando, ya que si yo no encontraba a James, al menos él me podía encontrar a mí. Sin embargo, comencé a sentir que me observaban, como si una mirada me estuviera siguiendo desde hacía ya un rato. Al principio le resté importancia, pero después decidí buscarla. Para mí sorpresa, me encontré con la persona que menos esperaba, pero más ansiaba ver. Adam. Estaba junto a Frankie observándome a tan solo unos metros.

Me quedé pasmada un momento al observarlo, se veía  radiante con el sol dándole en todo el cuerpo. Su pelo se veía aún más claro de como se lo había pintado. Y se encontraba vestido con una camisa de hojas verdes y un short similar, junto con unas sandalias. Pero, ¿qué hacia él aquí? No podía negar que verlo de nuevo me provocó cierto cosquilleo, sin embargo, también nerviosismo, pues no sabía como actuar ahora que estaba de nuevo frente a él.

Estaba entre salir corriendo o avanzar hasta su sitio. Al parecer Adam se encontraba en la misma situación que yo. Sin saber muy bien qué hacer. Hasta que fui yo la que me decidí y comencé a caminar con paso firme hasta él. Al verme, Adam también comenzó a caminar, pero un poco más inseguro hacía mí.

Ambos nos detuvimos al tenernos uno frente al otro. Yo tragué duro antes de poder pronunciar siquiera una palabra.

—Hola —murmuré, agachando levemente la cabeza.

—Hola —respondió él con un tono de voz áspero.

—Buscaba a James —pronunciamos al unísono.

Ambos nos miramos extrañados al haber pronunciado exactamente lo mismo.

—Espera —dijo Adam—. ¿James te cito aquí?

Yo asentí levemente.

—Sí. ¿Y a ti?

—Me convenció hoy de venir hasta acá —informó—. Ahora veo por qué —dijo algo disgustado.

—Si te molesta que esté aquí, puedo marcharme —indiqué, dandome la media vuelta.

No lo notaba muy entusiasmado por verme y eso me dolió, por lo que decidí que irme de aquí sería quizás la mejor opción.