Capítulo 32

145 16 14
                                    

—Jessica —volvió a hablar Adam, algo más preocupado—. ¿Has tenido síntomas?  

—No. En absoluto —respondí, tratando de disimular mi nerviosismo—. Perdón si tarde en contestar, pero ando algo ocupada —mentí, levantándome de la cama y simulando mover algunos objetos para demostrar lo dicho.

—¿Segura? —cuestionó aún dudoso.

—Sí. Segura —afirmé totalmente tranquila, volviendo a sentarme.

—Cualquier cosa no dudes en avisarme. Tengo entendido que los síntomas se presentan en semanas o a los meses —intentó recordar—. Investigaré bien en un rato sobre eso. Sólo quiero que seas totalmente honesta conmigo, y si llegaras a estar embarazada, me lo hicieras saber al momento.

—Sí. Lo haré —aseguré—. Pero, ¿un embarazo no afectaría tu carrera?

Oí un resoplido al otro lado de la línea. Pude imaginar a Adam rascándose la nuca, pensativo.

—Lo haría —confirmó—. Para ser honesto, la afectaría demasiado en estos momentos, pues incluso para los medios sigo siendo soltero aún; y un hijo mío de la nada daría mucho de que hablar; y cosas no muy buenas, seguramente —explicó—. Pero sin importar nada, quiero que me digas cualquier cosa relacionada, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—¿Pinki promise? —insistió. Yo reí con esto.

—¿Aún haces promesas con los pinki promise? —pregunté riendo.

—Los pinki promise son eternamente sagrados, así que promételo por un pinki promise —reprochó como un niño pequeño.

—De acuerdo, de acuerdo. Lo prometo por un pinki promise —aseguré riendo aún más.

—No sabes lo que daría por ver esa enorme sonrisa que seguro tienes en estos momentos.

Alejé un momento el celular de mi oído, para poder soltar una pequeña risa discreta. Logró chivearme totalmente.

—Puedo imaginarte sonrojada justo ahora —escuché que dijo y volví a acercar mi teléfono al oído.

—¿Cómo puedes saber si me he sonrojado o no? —interrogué.

—Porque te conozco y con cada palabra linda que te digo te pones como un jitomate. Cosa que, por cierto, me parece algo totalmente lindo y sexy de ti —aseguró.

—¿Ponerme como un jitomate te parece algo sexy? —pregunté divertida.

—Es sexy verte totalmente colorada —corroboró—. Pero es aún más sexy verte en mi auto sólo con ropa interior —dijo e imaginé instantáneamente cómo él se estaría mordiendo el labio ahora.

—Oye —le reproché riendo.

—Eso es un momento que nunca superaré —afirmó soltando una risa.

Reí con él y continuamos platicando durante unos minutos más, hasta que se tuvo que despedir de mí, para irse con los chicos un rato. Durante el momento que hablamos olvidé por completo mi preocupación. Pero después, recordé lo que le prometí. Lo de decirle sobre algún síntoma que tuviera. No estaba segura de cumplirselo, pues no quería preocuparlo por cualquier cosa que me llegara a pasar. Adam ahora se encontraba de gira, conviviendo con sus fans, visitando países, divirtiéndose, gozando de su fama...; comentarle algo sólo significaría una preocupación innecesaria para él. Por lo que, finalmente, decidí reservarme todo para mí.

En cuanto terminamos la llamada, recibí un mensaje de what'sapp de Christina.

Christina: Oye no se te olvide que hoy sale mi vuelo a las 7. Quiero que estés ahí antes de que parta.

Jessica: No te preocupes, ahí estaré. Sólo dame el número de tu vuelo.

Christina: 180.

Jessica: Estaré ahí, lo prometo 😊.

Christina: Más te vale 🔫🔫.

Pasadas unas cuantas horas, tomé mi bolso y partí camino en un taxi, junto a Valentina, hasta el aeropuerto. Llegamos en el vehículo y bajamos de éste. Estuvimos buscando por un rato la puerta dónde mencionó Christina que se encontraba, hasta que una azafata nos indicó la ubicación de ésta. Recorrí la habitación con los ojos, en busca de Christina, Robert y Cassie. Finalmente los encontré parados cerca de una pared y fui con ellos.

—Hola —saludé en cuanto me acerqué—. ¿Qué tal van las cosas?¿Todo listo ya?

—Sí. Creo no olvidamos nada —dijo Robert tratando de recordar.

—Estoy muy nerviosa. ¡No puedo creer que finalmente vayamos a Paris! —chilló emocionada Christina, llamando la atención de la mayoría de los presentes en la sala—. Ups, lo siento —se diculpó.

—Estoy muy contenta por ambos —comenté eufórica, dando leves brinquitos—. Me tienen que mandar fotos de  todo lo que vean ¿entendido? Muchas, pero muchas fotos.

—Ten por seguro que te contaré con lujo de detalle todo lo que veamos —confirmó Christina, guiñando un ojo.

—¿Y qué tal te encuentras tu Cassie? —le interrogué.

Cassie era todo lo opuesto a su mamá; ella era más reservada y tranquila. En cuanto a su actitud, se parecía más a Robert, mientras que físicamente era una Christina niña.

—¡Ya quiero llegar allá! —me comentó feliz—. Quiero ver todo lo que hay, y visitar esa torre en forma de A, y todas esas cosas. Comprar muchos recuerdos y traerles algunos a ustedes.

—Que linda. —Me enternecí con su comportamiento y le acaricié su pelo rubio.

Pasajeros del vuelo 180, favor de abordar su avión. Repito: Pasajeros del vuelo 180, favor de abordar su avión. Gracias —habló una mujer a través de los altavoces.

—Bueno, creo que aquí es dónde nos despedimos —hablé un poco triste.

—Tranquila, volveremos en una semana —afirmó Christina, abrazándome—. Me informas de todo lo que por acá ocurra.

—Lo mismo digo. 

—Hasta pronto Jessica —se despidió ahora Robert—. Sé que sobrevivirás una semana sin esta loca. Es más, creo que la disfrutarás —comentó divertido, refiriéndose a Christina. Comentario con el que se ganó un codazo por parte de ella. Yo reí por ambos. 

Terminamos de despedirnos y éstos subieron a su avión. Valentina y yo permanecimos ahí, hasta que vimos su vuelo despegar y elevarse por los aires. Sentía cierta felicidad por ellos, aunque también un pequeño vacío, pues ahora ya me encontraba sola. Adam estaba de gira y Christina ahora estaba volando a Paris. Sólo me quedaban Ed, Arthur y Dave, pero con ellos no contaba demasiado en asuntos como con los otros dos. A ellos no les podía contar sobre que posiblemente ahora mi vida y la de Adam podían tomar otro rumbo distinto y en lugar de planear una boda como siguiente paso en la relación; tendríamos que comprar cosas para un bebé que probablemente ahora se encontraba en mi vientre...

Hey ¿como han estado? ¿qué tal van sus vacaciones 😀? Bueno hoy no tengo nada que decir, así que simplemente gracias por seguir aquí leyéndome y disfrutando de lo que hago. Besos 💕😘

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora