Capítulo 68

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—Creo que lo nuestro no va a funcionar.

Me quedé un par de segundos, meditando lo que me había dicho. No podía estar hablando en serio, ¿o sí?

—¿Por qué lo dices? —me animé a preguntar.

—Jessica tu... —Se notaba que le costaba decirme aquello, como si tuviera miedo a lastimarme—. Eres una persona maravillosa que ha pasado por una situación muy difícil. Y entiendo perfectamente...

—¿Qué es lo que entiendes? —le interrumpí, sin dejarle terminar.

—Que aún recuerdes a tu ex pareja. Que aún le quieras y aun le pienses.

—¿Por qué dices eso? —inquirí confusa—. ¿Por qué dices que pienso en él?

—El día que cenamos juntos, tuviste una especie de dejavú, como si le estuvieras hablando a otra persona en mi lugar —explicó—. Cuando me contaste su historia vi como brillaban tus ojos al hacerlo. Brillaban con mucha emoción al recordarlo. Pero eso no importa. Ese no es el punto por el que te digo que lo nuestro no va a funcionar.

—¿Entonces cual es?

—Creo que no estas lista para una relación —confesó—. Y pienso que lo mejor será que tomes un tiempo más para ti misma.

Duré un momento sin responder, tratando de buscar las palabras adecuadas.

—Eso... ¿Eso no lo tendría que decidir yo?

—No lo decidirías nunca —explicó—. Preferirías comenzar una relación conmigo, sin importar qué no sintieras lo mismo con tal de olvidarle, a no tener a nadie más a tu lado y recordarle todo el tiempo.

De nuevo silencio. Quería asimilar cada una de las palabras que pronunciaba para estar completamente segura al hablar.

—No sé qué decir respecto a ello —admití.

—Porque sabes que es la verdad —indicó—. Escucha. Cuando te vi en el bar y mantuve esos pequeños minutos de conversación contigo, supe que había algo especial en ti. Pero a la vez, también supe que te encontrabas destrozada por algo. Y me lo comprobaste segundos después al contarme tu tragedia —explicó—. Quise aventurarme e intentar ayudarte a salir adelante. Quería conocerte más, sin importar tu situación. Tiempo después, me di cuenta que era inútil. Algo me decía que era inútil hacerte olvidar a alguien que no quieres olvidar. Pero me rehusaba a hacerle caso a esa vocecilla en mi cabeza. Hasta ahora.

—Hasta ahora —repetí para mi misma.

—Sí. Y me cuesta hacerlo —confesó—. Pero creo que es lo mejor para ambos.

Permanecí un breve momento en silencio para después responder.

—Tal vez tengas razón —acepté—. Tal vez necesito más tiempo. Sola. Tal vez necesite aclarar mi mente.

—Fue un gusto haberte conocido —admitió con una sonrisa melancólica en su rostro—. Fue un muy corto, pero lindo tiempo juntos. Y deseo, de todo corazón, puedas encontrar a alguien.

—Te deseo lo mismo.

Ambos sonreímos y nos envolvimos en un fuerte abrazo. De alguna manera, me había hecho bien estar con Joe estos días, me había ayudado bastante, pero quizá tenía razón. Yo esperaba que pudiéramos tener una relación formal, pero al parecer eso no se cumpliría. Y tenía que aceptarlo, ya que no era totalmente mi decisión.

—Espero podamos vernos más adelante —deseo, tras separarnos y levantarnos de nuestro lugar—. Quizá salir algún día después, no lo sé.

—Espero lo mismo —confesé sonriendo.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora