Capítulo 76

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Quería acercarme a él o llamarle, pero se encontraba a una distancia un poco alejada de mí, y entre el bullicio de la gente sería poco probable que me escuchara. Sin embargo, como si él hubiera captado mi presencia, levantó su vista del suelo y me miró. Al hacerlo, una sonrisa se dibujó en su rostro. Él aún no se había colocado las tablas de esquí, por lo que, con un poco de trabajo, comenzó a caminar hacia mí con su pequeño tomado de la mano.

—Hola —saludó, sonriendo de medio lado.

—Hola —respondí y dirigí mi vista hacia su hijo.

—Ella es Jessica —le informó su padre, soltandole su mano para que me saludara—. Una amiga mía.

El niño de al parecer unos seis años me observó con curiosidad. Tenía los mismos ojos grices que Joe y un gran parecido con él. Su cabello, un poco largo y despeinado, lo hacía ver aun más tierno de lo que ya me había parecido a simple vista. Con sólo observar sus mejillas, me daban unas inmensas ganas de acariciarlas, pues lucían increíblemente suaves.

—Hola —estreché su pequeña mano—. ¿Cómo te llamas?

—Christof —respondió con timidez.

—Un gusto, Christof. —Solté su mano y levanté mi vista de nuevo hacia Joe—. ¿Qué haces aquí?

—Lo mismo me preguntaba —indicó—. Llevo aquí desde ayer por la noche, su madre me permitió traerlo conmigo el fin de semana. A ambos nos gusta venir aquí, ¿verdad campeón? —El pequeño Christof asintió débilmente—. ¿Qué hay de ti? ¿Qué haces por acá?

—Oh, he venido con mis amigos y...

—Jessica —me llamó Christina y se acercó hasta mí—. Oh, hola Joe. No sabía que estabas por aquí. —Se giró a verme en busca de una explicación.

—Recién nos hemos visto —le comuniqué a mi amiga—. Él ha venido con su hijo Christof.

—Vaya —exclamó—. Bueno, subiremos ya la montaña. ¿Vendrás o...?

—Claro —respondí de inmediato—. ¿Tu no vienes Joe?

—No subo la montaña —explicó—. Es decir, me encanta hacerlo, pero no cuando traigo a Christof conmigo. Nosotros vamos a los snowparks. Es más seguro y puede aprender con mayor facilidad. Si gustan pueden venir Valentina y Cassie conmigo. Yo me haré cargo.

—Me parece una buena idea —contesté alegre—. ¿Christina?

—Enseguida les diré para ver que opinan —anunció—. Esperen un segundo.

Dicho esto, Christina volvió a alejarse de nosotros y fue con las pequeñas. Permanecimos en un breve e incómodo momento de silencio, hasta que Christina volvió a nuestro lado.

—Cassie ha estado de acuerdo, y en cuanto ella aceptó, Valentina también lo ha hecho —informó.

—Entonces iré por ellas para llevarlas conmigo —apuntó.

—Yo también los acompañaré —me incluí, a lo que ambos me observaron con cierta expresión de duda en su rostro—. No me parece justo que tu cuides solo de ellas mientras nosotros estamos por acá.

—Yo no tengo ningún problema con eso, pero como tu lo prefieras.

—Sí —confirmé—. Iré con ustedes.

—De acuerdo.

Ambos volvimos entonces con las niñas. Joe terminó por colocarse bien su equipo de esquiar, junto con su niño, para así finalmente ir hacia los snowparks que se encontraban justo tras la montaña.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora