Desperté por la tenue luz del sol que entraba por la ventana. Pude observar que Adam ya no se encontraba junto a mí, ni se mostraban rastros de él, pues no se escuchaba ruido alguno proveniente de la sala o la cocina. Me giré para observar la hora en mi teléfono. Ya eran las 8:30 am. Adam me comentó que tenía que madrugar para tomar el vuelo, ¿pero en serio se le había ocurrido irse sin decirme si quiera adiós?
Me quedé meditando un momento esto, hasta que al observar el buro del lado donde había dormido éste, divisé una nota y la tomé.
"Hermosa, no te he querido despertar, puesto que salí de aquí a las 5 de la mañana y yo te noté muy tranquila durmiendo. Perdóname. En cuanto llegue mi vuelo te marcaré para hablar contigo y escuchar tu preciosa voz. Besos, Adam. PD: Te he dejado un regalito a un lado".
Terminé de leer y miré nuevamente el buro para checar lo del regalo mencionado. Lo que resulté por encontrar fue una pastilla. La pastilla del día siguiente. Reí con esto. Aunque en realidad, sí era necesario tomármela, pues creo que no era momento de que tuviéramos un hijo.
Así pues, me levanté de mi lugar y me dirigí a la cocina. Valentina se encontraba en la sala, tomando un bol de cereal y viendo sus caricaturas favoritas.
—Buenos días —le saludé, entrando en la cocina a por el vaso de agua.
—Buenos días, mamá —respondió aun viendo la tv.
—¿Qué tal dormiste? —le consulté. Terminé de servir mi vaso y volviendo al comedor con él, me tomé la pastilla.
—Bien, aunque en la madrugada escuché ruidos extraños desde tu cuarto —me comentó y yo me atraganté un momento con el agua.
—¿Qué escuchaste? —le pregunté temerosa de su respuesta.
—Fueron dos gritos tuyos lo que logré escuchar. Pensé que Adam te estaba haciendo algo malo, mami —confesó triste, viniendo a abrazarme.
—Claro que no hija. Él nunca me haría nada malo —le aseguré.
—¿Entonces que eran esos gritos tan extraños que hacías?
Me quedé muda, no sabía que responderle. Pues claro, no podía decirle que eran gemidos, ya que entonces tendría que darle una explicación entera de la sexualidad.
—Lo que pasa es que parecía que había un ratón dentro. Y sabes lo mucho que odio los ratones —traté de excusar—. Estábamos intentando matarlo, pero de vez en cuando me pasaba sobre los pies y era lo que ocasionó mis gritos.
—¿Y lo lograron matar?
—Claro —respondí alegre y aliviada al mismo tiempo.
—¿Y Adam dónde está?
—Tomó su vuelo de madrugada. Salió de aquí muy temprano —le expliqué—. Ni siquiera yo me logré despedir de él hoy.
—Volverá pronto, ¿no es así? —indagó triste.
—Sí, hija. Lo hará —afirmé, dándole un beso en la frente—. Pero mientras él no esté, ¿qué te parecería que tu y yo pasemos más tiempo como madre e hija?
—Me encantaría. —Sonrió y brincó de la emoción por mi propuesta.
—¡Genial! Dejame desayuno y me visto. Iremos a por un helado y al parque un rato, ¿te parece?
—Sí —asintió eufórica.
Le sonreí. Me dirigí a mi cuarto y me cambié de vestimenta por un outfit casual y cómodo para fin de semana. Después, me serví una taza de café y me preparé unos panes tostados con mermelada y mantequilla. Una vez los terminé, lavé los trastes sucios, me puse un maquillaje básico y me cepillé mi cabello junto con los dientes.
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My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo]
Fanfiction~Mi corazón está abierto~ [Corre el riesgo conmigo, no te arrepentirás. Un "no" más y te creeré. Me iré y te dejaré ser. Y esta será la última vez que me dirás que no.] Jessica ha tenido muy malas experiencias en el amor, para empezar, tiene una...