My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo]

Capítulo 19

Había pasado ya una semana, casi dos, desde que recibí la carta de amenaza de Scarlett. Adam y yo habíamos acordado que hoy se llevaría a cabo el plan; dejamos pasar esta cantidad de tiempo porque si era más pronto, ella sospecharía, pero habíamos sido muy cuidadosos en nuestras salidas para evitar miradas.

El plan era el siguiente: yo me encontraba en mi casa, pues hoy descansé, mientras que Scarlett trabajaba. Adam pasaría a recogerme (supuestamente) , pero al no verme se encontraría a Scarlett y actuaría seductor para que ella lo llevara a su casa. Una vez allí, Arthur le pediría a Nick (un amigo un poco más cercano de Scarlett) que le mandara llamar urgentemente porque la necesitaba por alguna excusa que él inventaría. Ya ahí, Adam buscaría las evidencias y las destruiría. Llegando Scarlett, inventaría algo para salir de su casa y fin, problema resuelto.

Debo admitir que era un excelente plan, del cual no estaba muy contenta al respecto, pero tendría que aceptarlo con tal de salvar, de alguna manera, la carrera de Adam.

Narra Adam

Hoy era el día en el que simularía ponerle el cuerno a mi novia por una puta fácil. ¡No podría estar más entusiasmado! (nótese mi sarcasmo).
Ya tenía todo perfectamente calculado. Faltaban unos 10 minutos para ir a la estética y me mentalizaba y memorizaba bien mi papel y las palabras que utilizaría para seducir a Scarlett. Técnicamente utilizaría mis estrategias cuando joven para conquistar a cualquiera. Lo único que me replanteaba una y otra vez era que no me ganara la calentura del momento.

Ya dada la hora, me monté en mi Mercedes y fui hacía la estética. Llegando, fingí buscar a Jessica, quien obviamente no se encontraba.

—Perdona —le hablé a la supuesta Scarlett, quien me mostraron a través de fotos — ¿no has visto a Jessica por aquí?

Ésta se volteo de una manera muy coqueta y jugueteando con su pelo.

—No. Ella no trabaja hoy —respondió con una sonrisa pícara—. ¿Quién eres tú?

—Su novio —respondí dudoso.

—Me parece extraño que no te haya avisado que hoy no trabajaba —comentó—. Que buena novia tienes.

—De hecho, he pensado en ya dejar lo nuestro —respondí resoplando.

—¿Y eso? —preguntó con una sonrisa juguetona.

—No ha funcionado muy bien que digamos. Además, creo que alguien más ha llamado mi atención —contesté mordiendo mi labio e inspeccionandola de arriba a abajo. Ella me imitó.

Pude notar las miradas de Christina y Arthur, quienes se habían percatado de que el plan comenzaba ahora.

—¿Es una indirecta acaso? —interrogó Scarlett. Logré ver como se bajo ligeramente el escote para mostrar más pecho.

—Se podría decir que sí; igual, no te conozco muy bien, pero si estás dispuesta podemos conocernos—. Sonreí con picardía.

—En 5 minutos termina mi turno, si quieres podemos ir a algún lugar a tratarnos mejor —respondió guiñándome un ojo.

—Con gusto te espero.

Me senté un momento mientras ella recogía sus cosas. Literalmente sentía que le estaba poniendo el cuerno a Jessica, pero no era así, aunque de igual manera no me sentía bien haciendo esto.

—Listo —contestó tomando su bolsa.

—Vámonos —dije y, antes de salir de la estética, le guiñé un ojo a Christina, como una señal de que ya me dirigía a casa de Scarlett.

No fue nada difícil conseguir que me llevara a su casa, con el simple hecho de seguir hablándole de manera seductora, lo conseguí.

Llegamos a su hogar, y una vez entramos, me dirigió hacía su habitación y me sentó en la orilla de su cama.
Sola, se empezó a desnudar frente a mí, primero se quito una blusa un poco holgada que traía y después se bajo el pantalón mientras movía su cadera de un lado a otro. Debo admitir que tenía un buen cuerpo, pero no por eso debía de quitar de mi mente el objetivo por el que estaba ahí.
Se acercó a mí y me empezó a besar apasionadamente, yo le correspondí. Mientras, colocó mis manos sobre su muslo, yo no quería colocarlas más arriba, pero ella las subió hasta los glúteos y los presioné, provocándole un pequeño gemido. Comenzó a levantarme la playera lentamente, acariciando mi abdomen, hasta sacarla por completo.

—Espera un segundo —susurró en mi oido.

Yo solo estaba esperando a que la maldita llamada llegara antes de que algo más sucediera.

Noté cómo sacó del buró unas esposas. ¡Genial! Esto se complicaba cada vez más. Me las dio y continuó besándome. Yo la tomé por la cintura y la recosté en la cama, colocándome encima suyo. Le empecé a besar el cuello, mientras acariciaba sus piernas y ella jadeo, algo que provocó que mi miembro se parara. Estaba a punto de colocarle las esposas, cuando por fin entró la llamada.
Yo estiré la mano para tomar su teléfono, pero ella me lo arrebató.

—Déjalo. Puede esperar.

—Puede ser algo urgente. Tienes que contestar —traté de convencerla.

—Pero...

—Shhh —la interrumpí—. Continuaremos con esto —dije guiñándole un ojo y sentándome a su lado.

A regañadientes contestó el celular. Estaba molesta por la llamada ya que nos había interrumpido, pero en realidad yo estaba muy feliz, aunque mi amigo se quedaría con las ganas.

—Mierda. Me hablaron de la estética —comentó una vez finalizó la llamada—. Me ocupan urgentemente. Supuestamente llegó un cliente preguntando por mí; molesto por el trabajo que le hice y queriendo su devolución de dinero.

—Ve. Soluciona eso.

—No quiero —respondió con un puchero.

—Tienes que ir. Yo espero cuando vuelvas —propuse.

—Pero promete que en cuanto llegue ya nos dejaremos de rodeos y me harás tuya enseguida —dijo mientras acariciaba mi abdomen.

—Lo prometo.

Y ésta entra dentro de las promesas más falsas que he hecho. El primer lugar se lo llevaba mi mamá cuando le prometí que nunca me tatuaría, y mirenme ahora...

—De acuerdo, vuelvo en unos minutos.

Se vistió rápidamente y se despidió de mí con un beso de pico. Tenía que admitir que me logró excitar un poco y todo, pero no, yo sería fiel a Jessica, eso le prometí.

En cuanto salió de la casa, me puse la playera enseguida y comencé a buscar las fotos en su celular, en su galería, enviadas a otros contactos, si las subió a la nube, etc. Pero en el teléfono no encontré ninguna evidencia, por lo que busqué por la casa una computadora, la cual inspeccioné completamente y obtuve el mismo resultado que con el celular.
Así que mi última opción fue buscarlas impresas, juro que casi voltee la casa entera buscándolas y no encontré nada, cosa que me preocupó y por lo tanto le marqué a Jessica.

—¿Qué pasa amor? ¿Todo bien? —preguntó en cuanto contestó.

—No en realidad. Ya estoy en casa de Scarlett y ella salió, pero he buscado por toda la casa y no encuentro nada de fotos. Ni un mínimo rastro.

—¿Estás seguro? Deben estar por alguna parte.

—Te juro que he buscado por todos lados y ella no tardará en llegar —comenté preocupado—. ¿Habría una posibilidad de que ella no haya sido quien tomó las fotos?

—¿Pero entonces quien sería?

Hola. Bueno agradezco a todas las personas que están leyendo esta historia 😀😘. ¡Ya casi llegamos a las 1000 visitas!
Y... Quería preguntarles algo, ¿les gustaría que cambiara el nombre de Jessica por _______ (tn) o prefieren que lo deje así 🤔? Espero su respuesta 😊. Besos 😘.