Capítulo 38

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Narra Jessica

—¿Hola? —respondí con la voz temblorosa.

Escuché un leve suspiro al otro lado de la línea. Me sentí culpable al instante.

—Hola —se limitó a responder.

No tenía idea de si él esperaba decirme algo o yo tenía que preguntarle; por lo que hubo un breve silencio entre ambos, hasta que él volvió a hablar.

—Vi la nota de la revista —soltó molesto.

—Me lo imaginé —comenté soltando un sonoro suspiro—. Mereces una explicación.

—Eso me lo supongo.

—Escucha... —No sabía como contarle todo, me sentía realmente mal—. La revista, bueno, tu sabes que inventan muchos rumores estúpidos y...

—Pero eso no justifica que no me hayas comentado nada antes —me interrumpió.

—No —acepté—. Pero escúchame. No estoy saliendo con él, ni somos nada, ni mucho menos. No estamos enamorados, como se menciona. Simplemente estaba paseando con él por la noche y ya, fue todo.

—¿Pero entonces por qué no me explicaste eso antes de que yo viera la revista? Así podría haber comprendido todo mucho mejor.

—No sabía de qué manera decírtelo —me justifiqué.

Sí no es nada malo, como tu dices, entonces no tendría por qué haber complejidad en haberme contado este asunto.

—Es que no sólo es lo que te he dicho.

—¿A que te refieres?

Suspiré profundo y me gire a ver a Arthur, éste simplemente me dio una mirada aprobatoria para que continuara con tal asunto.

—La persona con quien estaba, era Alexander —le informé, cerrando los ojos. Temiendo su reacción.

Hubo un breve momento de silencio en la línea, sin embargo, después escuché un golpe en la pared provocado por Adam.

—No es en serio ¿verdad? —indagó incrédulo—. ¿Qué hacía él contigo?

—Fue a mi casa, dispuesto a darme una explicación y a pedirme disculpas por lo que hizo.

—Y tu le creíste, ¿o me equivoco? —comentó molesto.

Tragué duro. Nunca había escuchado a Adam hablar en ese tono y, por lo tanto, eso me causaba cierto miedo. A continuación, dejé un silencio a manera de respuesta.

—Joder, Jessica —expresó—. No puedo creer que hayas caído en esa farsedad. Es obvio que no se arrepiente de nada de lo que te hizo.

—¿Cómo puedes estar seguro de ello? —quise saber.

—Porque es lógico. Una persona que te lastime de esa manera, sólo puede arrepentirse si el motivo por el que lo hizo, haya desaparecido, en este caso, su amante. Y si ella se ha marchado, quiere decir que se dio cuenta de lo imbécil que fue al perderte y ahora querrá volverlo a intentar contigo.

Tenía sentido lo que me decía. Amber se había marchado. Y después de eso, Alexander confesó que debido a esa situación, él había recapacitado. Lo que yo no creía era que éste tratara de volver a tener algo conmigo.

—Él dijo que vino únicamente para hacerse responsable de Valentina —afirmé—. Quiere volverse un verdadero padre.

—Eso suena tan creíble —comentó sarcástico—. Un verdadero padre —bufó—. Tú no necesitas eso, has podido cuidar de ella durante 8 años. Sola. No veo la necesidad de quererlo incluir nuevamente en tu vida, como si nada hubiera ocurrido —opinó con frialdad.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora