Capítulo 21

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Narra Adam

Ya estaba completamente decidido y esta vez era segura mi decisión: le diría a Jordan de mi relación actual hoy, sin importar nada. Suficiente tuve ayer con lo que paso con Jessica como para volver a hacer algo similar; pues el simple hecho de haberla visto llorar me partió el corazón; ella era lo mejor que me había pasado y temía perderla por esa estupidez.

Después de vestirme y tomar un licuado de frutas, me dirigí al estudio. Me comentaron que Jordan no se encontraba en ese momento, pero que no tardaría en llegar; así pues, estuve sentado en la sala de descanso mientras éste aparecía.
Una vez llegó pude notar que venía un poco molesto, pero eso ya no me importaba, iba a decirle.

—Adam Noah Levine —me llamó por mi nombre completo. Eso sí que ya no era buena señal.

—Dígame.

—¿Puedes decirme que significa esto? —preguntó tirando en la mesa frente a mi una revista.

Esta revista contenía una nota de mi y Jessica, donde aparecía una de las fotos que le llegaron en el sobre. Acababa de salir hoy a la venta, lo que significaba que las fotos fueron enviadas ayer. La nota hablaba de que tras el beso mostrado era obvio que yo ya tenía una novia pero que aún no era confirmado por mí y era lo único que estaban esperando.

—De acuerdo. ¿Puedo explicarte?

—Ahora veo porque no querías alargar la gira —comentó frustrado—. Me podrías haber dicho antes de que todo este escándalo se armara. Ahora todos están tratando de averiguar quién es tu novia.

—Justo eso te trato de explicar. Yo te lo iba a decir antes pero no había oportunidad. Cada que me  proponía decírtelo, algo pasaba, como la demanda —expliqué—. Y he tratado de ser lo más cuidadoso posible con la relación.

—No creo que te haya resultado mucho —respondió refiriéndose a la revista—. Mañana tienes una entrevista en el show de Ellen, te invitaron para que afirmes o niegues tu relación. La vas a negar.

—¿Qué explicación quieres que de entonces? —pregunté con histeria—. La prensa no es estúpida saben que tengo algo con ella.

—No lo sé. Ingeniatelas tú. Tu te metiste en esto. Yo te lo advertí desde el día que vi la primer nota de ustedes dos juntos. Te dije qué podría suceder si salías con alguien no reconocido públicamente.

—Lo sé, pero ¿sabes? —hablé un poco más calmado con Jordan—. Quería una relación diferente. Todas las famosas con las que he salido, tú sabes por qué motivos terminamos. Y decidí que si no quería seguir pasando por lo mismo, debería salir con alguien normal.

—Yo no tengo personalmente un problema con eso, Adam. —Se calmó también mi manager—. Mi único problema son los escándalos y ventas que perderás por la relación. Por eso te pido que la niegues.

—La negaré —acepté.

—De acuerdo —comentó y se sentó a mi lado, ya completamente tranquilo—. ¿Y cómo se llama?

—Jessica.

—¿Cómo la conociste? —preguntó intrigado.

Y le relaté mi pequeña aventura huyendo de la prensa y de Jessica maquillandome.

Después de charlar con Jordan, al salir del estudio, recordé que si la revista había sido ya publicada, seguramente Jessica se encontraría en apuros en estos momentos, por lo que decidí marcarle.

Narra Jessica

Desperté normal, como cualquier otro día, e hice mi rutina mañanera para antes de irme a trabajar. Me vestí con un pantalón ceñido al cuerpo, una blusa rayada horizontalmente y unos tacones cafés; por último, completé el conjunto con una bolsa pequeña blanca.
Desayuné junto a Valentina unas tostadas francesas con algo de mermelada encima y salimos a nuestros respectivos destinos.

Yo llegué a la estética y acomodé mis cosas en mi lugar de trabajo, vi que empezaban a llegar clientes, pero todos estaban siendo atendidos por el momento. De repente, como si les hubieran mandado llamar, se comenzaron a reunir muchos paparazzis fuera de la estética. Tenía el presentimiento de que era por mi, pero no sabía por qué ahora.
Por su parte, Scarlett sonreía y posaba para las cámaras como si a ella fuera a quien buscaban.

Vi que Christina se acercó corriendo hacia mi, cargando consigo una revista. Esto no podía ser bueno.

—Jessica —me habló apurada—. Tienes que ver esto —dijo y me tendió la revista abierta en una nota de Adam y yo.

¡Genial! Aparecía una de las malditas fotos que me llegaron el otro día, junto a ella se mencionaba que era casi un hecho mi relación con Adam, solo faltaba que alguno de nosotros dos lo confirmara.

—Mierda —expresé— ¡¿Qué hago ahora?!

Uno de los paparazzis logró abrir la puerta de la estética y comenzaban a entrar.

—Corre al baño ¡rápido! —me apresuró Christina, ya desesperada.

Yo fui enseguida y cerré la puerta con seguro.
Un minuto después me llamó Adam, gracias al cielo.

Preciosa ¿dónde estás?

—Encerrada en el baño de mujeres de la estética. Un montón de paparazzis entraron al trabajo —expliqué—. ¿Viste la nota?

—Sí, claro que la vi. ¿Puedes huir de allí?

—No creo poder salir del baño ahora.

—¿No hay alguna salida extra en el baño?

—Solo hay una ventila, bastante alta.

—Genial. Pasaré por tí en 15 minutos, solo aguarda.

—Espera, ¿qué? —pregunté sorprendida.

Adam me colgó enseguida. No creía que en verdad su idea consistiera en que yo saliera por la ventila e irnos los dos de aquí.
Pero sí, así era, mientras sentía como la multitud se juntaba afuera del baño, escuché la voz de Adam.

—¡Jessica, Jessica! —decía mi nombre en voz alta desde la calle.

Yo me quité los tacones y me subí a los fríos lavabos del baño para abrir la ventila.

—Ven, no tenemos mucho tiempo —me advirtió en voz baja, apenas me asomé—. Salta de una vez para que nos vayamos.

—¿Estás loco? Es una caída de más de 2 metros.

—Yo te ayudaré a bajar. Sólo confía en mí —me convencía.

—Ash. De acuerdo —accedí un poco malhumorada, pues era mi única opción.

Le pasé mi pequeño bolso a Adam y los tacones. Luego, saqué mi torso por la ventila y, con mucho esfuerzo, pasé mis manos y pies frente a mí para poder bajar, me contorsioné bastante, pero funcionó. Bajé, montada con los pies en los hombros de Adam, y de allí al piso.

—Gracias —me limité a responder.

—Sube —me ordenó refiriéndose a una moto que traía consigo.

Me tendió un casco y él se puso otro. Y salimos de ese lugar lo más rápido posible.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora