Capítulo 12

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Narra Jessica

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Narra Jessica

Llegada la hora de salida junto con Christina y Robert recogimos a las niñas del colegio y las llevamos a comer a un lugar lindo lleno de entretenimiento para ellas, hoy era el cumpleaños de Cassie y ya que a ella no le gustaban las fiestas, prefería venir a sitios como este a pasar la fecha, disfrutaba más así, era una niña muy especial.

—¿De verdad te ha dicho eso? —cuestionó Christina incrédula, llevando una papa frita a su boca—. No puede verte con algún hombre en una relación seria porque enseguida busca la forma de que se aleje de ti.

—He pensado lo mismo —afirmé—, no entiendo qué pretende.

—Te tiene envidia —contestó segura, devorando más papas fritas—. Siempre lo ha hecho, no le gusta verte feliz y que consigas un buen partido, y que sin embargo, a ella ni siquiera la pueda tomar en serio hasta el hombre más corriente de la ciudad.

Llevó otro puñado de papas a su boca, y Robert las apartó de ella, a lo que ésta le miró mal.

—Ya han sido demasiadas —señaló él y las cerró en su empaque—. Falta que traigan las hamburguesas.

—Puedo con ambas cosas —repeló y le arrebató el paquete de papas para continuar comiéndolas, él rodó los ojos, sabía que no tenía remedio, reí.

—Iré a preguntar por qué ya ha tardado la orden —anunció Robert, ambas asentimos y éste se retiró.

—Escucha —me habló Christina en voz baja, al comprobar que su esposo se había alejado lo suficiente, presté atención—. Tengo algunas sospechas de que Robert podría estar... —dubitó un momento—. Tú sabes, siéndome infiel.

—Robert no te haría algo así, Christina —dije segura.

—Lo sé, pero ha estado muy extraño —insistió—. Se la pasa más tiempo en el trabajo, llega cansado y no tiene ganas de tener... acción. —Solté una pequeña risa.

—¿Estás basando tus suposiciones en que no haya querido tener sexo últimamente? —pregunté burlona.

—Sí —afirmó seria—. Eso no es normal, puede que esté exagerando, ¿pero podrías, por lo menos, tratar de sacarle algo de información?

—Si él te fuera infiel, sería la última persona a la que se lo diría —respondí obvia, rodando los ojos—. Bueno, penúltima si te contamos a ti.

—Sólo pregúntale si algo le sucede, porque a mí no me ha querido decir nada y sé que contigo quizá pueda tener más confianza al ser su mejor amiga —aseguró—. Bueno, segunda mejor amiga si me contamos a mí, claro.

Rodé los ojos. Robert había sido como mi hermano mayor desde la adolescencia, los tres éramos los mejores amigos, nos la pasábamos juntos todo el tiempo, sin embargo, en cierto momento yo llegué a tener otro tipo de sentimientos hacia él, pero Robert sólo me veía como a su hermana menor y me trataba como tal, a él le gustaba Christina y a ella igual le gustaba Robert, así que nuestra relación quedó en sólo amistad, y mis sentimientos por él dejaron de existir cuando me presentó a su entonces mejor amigo del que me enamoré perdidamente, Alexander.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora