Capítulo 55

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Dedicado a: fatgrands y AngelaValadez0

—¿Hollywood Roosevelt? —pregunté atónita, al ver el enorme edificio alzarse ante nosotros.

—Así es —afirmó Adam con un asentimiento de cabeza, sin decir nada más.

Llegó hasta el hotel y adentró el auto a la cochera del lugar. Buscó un sitio para estacionar el vehículo y, cuando finalmente lo encontró, lo aparcó ahí.

Durante el camino estuve pensando sobre el lugar al cual nos dirigíamos. Pasaron por mi mente varias opciones, pero nunca imaginé que sería aquí. En el hotel más prestigioso de Los Angeles, incluso creo, de California.

Ambos bajamos del auto y Adam colocó los seguros de éste.
Me acerqué a él y nos tomamos de la mano para salir de ahí e ir al lobby del hotel.

—¿Por qué hemos venido aquí? —cuestioné sin comprender aún.

—El Hotel Roosevelt has de saber es el más codiciado por los turistas y famosos —me informó, pese a que esa información yo ya la conocía—. Incluso ha llegado a ser utilizado para premiaciones, tal como los premios de la academia.

—Sí. He escuchado sobre eso —argumenté—. Pero, ¿a qué viene con que nosotros estemos aquí hoy?

En eso Adam se detuvo en seco frente a la entrada a recepción. Salían y entraban varias personas. Y, desde abajo, el Hotel Roosevelt se veía más imponente de lo que de por sí, ya era.

—Ese prestigio no se debe a que solo sea un buen lugar para hospedarse —indicó—. Ven conmigo y verás a lo que me refiero.

Y así, nos adentramos finalmente al hotel. El lobby tenía un estilo muy rústico, pero acogedor. Numerosas personas se encontraban descansando en las mesas que éste poseía. Además de tomar algunos tragos en la pequeña licorería que se encontraba al extremo opuesto del escritorio donde estaba una recepcionista, muy atenta a los papeles que hojeaba.
Adam se acercó a ella.

—Disculpa, ¿tendrás una habitación disponible? —preguntó a la señorita.

—Por el momento no, señor —respondió tajante—. Todas nuestras habitaciones se encuentran ocupadas. Quizás si volviera otro día...

—¿Ni siquiera hay una disponible para mi? —le interrumpió, por lo que la mujer finalmente levantó la mirada para verle.

Apenas lo hizo, sonrió de inmediato. Tanto así, que no pudo ocultar su emoción y salió detrás del escritorio para abrazar a Adam. Él me soltó de la mano y la estrechó entre sus brazos. Ella se veía bastante más pequeña que él, parecían incluso padre e hija.

—Adam, tenía tiempo que no venias por acá —dijo sin poder creer aún que estaba abrazándolo ahora—. ¿Dónde te habías metido?

—Por ahí resolviendo algunos asuntos —respondió indiferente.

La recepcionista le dio un último apretón más y de nuevo volvió tras su escritorio. Y nos observó, esta vez, notando finalmente mi presencia.

—Oh, lo siento —se disculpó apenada—. ¿Vienes con él?

Yo asentí con delicadeza. No sabía muy bien cómo sentirme al respecto de todo este asunto, me habían dado ciertos celos al haberlos visto hacia un momento tan cariñosos, mas honestamente no sabía que pensar sobre la relación que mantenían, por lo que trataba de conservar la postura. Bien podría ser su hermana o una amiga suya de hace años, quien sabe.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora