Capítulo 87

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—Hola —respondí con un nudo en la garganta.

Ambos estábamos nerviosos y eso se notaba. No habernos visto ni sabido el uno del otro durante tres meses había hecho nuestra relación aún más tensa de lo que ya era. El tiempo que pasé intentando olvidarlo, se iba al carajo al tenerlo de nuevo frente a mí, pues aún seguía despertando sensaciones indescifrables en mi interior. Ahora ninguno tenía la menor idea de qué decir o hacer, pues nos limitabamos a observarnos con detalle, recordándo cada rasgo y facción de nuestro rostro y cuerpo.

—Ustedes... —carraspié, tratando de romper el hielo entre ambos—. Estuvieron excelente esta noche.

—Gracias —respondió y dejó un pequeño lapso de silencio, para después proseguir—. ¿Qué hacías aquí hoy?

—Oh, vine a cenar con mis amigos y tomar unos cuantos tragos —indiqué—. No sabía que tu estarías aquí.

—Lo supuse. —Soltó una pequeña risa—. Parecías sorprendida de verme.

—Sí, yo... No lo esperaba.

Y de nuevo, silencio. Adam rascó su nuca, nervioso. Mientras yo limpiaba el sudor de mis manos en mi pantalón.

—Bueno yo... Yo, bueno... No sé como decirte esto, pero... —indicó, parecía estar eligiendo cada palabra con cuidado—. Pero quería... Quería preguntarte si... Nosotros... —tartamudeó, sin embargo, no pudo terminar su oración.

En ese momento, llegó Behati junto a ambos. Apareció de la nada, pues ninguno la había visto venir antes.
Se abalanzó sobre Adam, dándole un gran abrazo. Él se extrañó por el acto, pero correspondió a ello, mientras yo me sentía demasiado incomodada ahora. Y recordaba lo dicho por las chicas en el sanitario.
"Él no engañaría a Behati por ella. No es su tipo"
Y quizá tenían razón. No era su tipo. Él siempre había sido de modelos rubias con un cuerpo perfecto. Bee lo era, pese a que hora cargaba con una gran barriga. Y ambos se veían muy lindos juntos. Tanto, que me causaba una terrible envidia por ellos.

—Cariño, estuviste increíble —le felicitó, dándole un beso en su mejilla—. Hola Jessica —me saludó, sonriendo de lado.

—Hola —musité, tratando de mostrar una sonrisa relajada.

—¿Has visto todo el show? —inquirió Adam, con cierto tono de voz que indicaba ¿preocupación?

—Solo el final —respondió, por lo que pude apreciar como se relajaban sus facciones—. Pero no hacía falta que lo viera completo. Tu siempre estás increíble.

Adam le sonrió de lado y después regresó su mirada a mi. Yo aparte la mía de inmediato. Tenía que irme de aquí ahora si no quería terminar hundida en mis lágrimas.

—Bueno chicos, les dejo solos —indiqué, comenzando a marcharme.

—Espera —me detuvo la voz de Bee y me giré a verle—. Te veremos el sábado, ¿cierto?

El sábado...
Tragué duro y dubité un momento sobre qué responder a ello. Levanté mi mirada hacia Adam, quien pareció sentirse incomodado por tal pregunta.

—No lo sé —admití—. Quizá sí. Veré si puedo ir.

—Ojalá que sí. Ambos esperamos verte ahí. ¿No es cierto, amor? —Alzó su mirada a Adam, a lo que él dubitó un momento, para finalmente sonreír.

—Sí. Ambos te esperamos ahí —confirmó con un tono de voz apenado, mientras Behati entrelazaba sus manos.

—De acuerdo. Yo... —Tosí—. Intentaré ir. Hasta pronto.

Di de nuevo la vuelta y me alejé de ellos. Había venido acá para relajarme y evitar pensar en esos dos, pero había sido todo lo contrario, pues verlos juntos empeoró la situacion. Ya de por sí era difícil aceptar que no estaba más con Adam. Y ver que Behati era ahora su afortunada prometida y cargaba con un hijo suyo, lo hacía más complicado.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora