Capítulo 20

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¿Pero entonces quién sería?

Esto de verdad me empezaba a preocupar, si ella no tenía las fotos, significaba que mi relación con Jessica seguiría en riesgo.

—No lo sé. Yo que sepa nadie cercano a mí haría eso. Pero tenemos que averiguarlo pronto.

—De acuerdo, solo sal de ahí entonces.

Colgué la llamada al instante, pues Scarlett había vuelto.

—¿Qué sucedió? ¿Cómo te fue? —pregunté lo primero que se me vino a la mente para decir.

—Le devolvieron el dinero al cliente. Cuando llegué ya no estaba. Sólo me hicieron ir para nada —contestó resoplando, algo molesta—. Pero bueno, creo que al menos ya podremos continuar con lo nuestro. —Se acercó a mí incitadoramente, queriendo desabrochar mi cinturón.

—Escucha. Créeme que me encantaría quedarme. Pero me acaban de llamar del estudio y tengo que arreglar un trato urgente que estamos por hacer —me excusé.

—¿Seguro que no te puedes quedar un rato más? Solo mientras terminamos con esto —cuestionó mientras bajaba su mano hasta mi entrepierna. Yo la detuve.

—De verdad, es algo super urgente —traté de justificarme, pero ella solo desabrochó mi cinturón totalmente y lo comenzó a sacar. —De esto puede depender la banda. Pero te aseguro que después volveré y te daré tan duro como nunca te habían dado en tu vida —fui demasiado explícito, pero solo así logré convencerla.

—Está bien —aceptó un poco triste y me devolvió mi cinturón.

—Nos vemos luego —le di un beso en la mejilla y casi saliendo de la casa me detuvo.

—Espera. No tienes mi número —dijo y me apuntó su teléfono con un bolígrafo en la palma de mi mano—. Listo, ahora sí.

—Gracias —me limité a responder y salí de aquel lugar.

Ya estando en la calle me subí la bragueta del pantalón y me volví a colocar el cinturón. Una señora se me quedó viendo extrañada, imaginando lo que había pasado allí adentro.

Narra Jessica

Todo el tiempo que estuvo en marcha el plan me la pasé angustiada, incluso mordía un poco mis uñas. Y no, mi angustia no era por las fotos, si no, hasta donde podrían llegar Adam y Scarlett. Tenía en mente que era obvio que se besarían, pero era lo menos que podía pasar. Quizás Adam le tocaría el trasero y los pechos y ella le tocaría su miembro, entre otras cosas...

Recibí la llamada de Adam, sacándome de todos mis pensamientos. Al darme la noticia de que no estaban las fotos de nosotros en la casa de Scarlett, mi preocupación cambió. Dejó de interesarme lo que habían hecho esos dos y comencé a preocuparme por nuestra relación y la carrera de él.

Estuve pensando en quién sería quien sacó las fotos, si no fue Scarlett. Nadie más en la estética estaba en mi contra y Adam mencionó que nadie cercano suyo tampoco lo haría. ¿Entonces quién sería?

Tocaron el timbre y fui a abrir. Me encontré con Adam y éste entró enseguida.

—Dime qué pasó. ¿Cómo es eso de que no encontraste las fotos? —cuestioné rápidamente.

—No estaban. Busqué en su computadora, celular, la nube, por todos los cajones de su casa y no había rastro alguno. Creo que no es ella —respondió convencido.

—¿Qué hacemos entonces? No sabemos quién más fue.

—No tengo ni idea —declaró.

—¿Sabes? Creo que la única opción sería que le digeras antes al manager. Si se entera por alguna revista, no te la acabarás con él.

My Heart Is Open (Adam Levine) // [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora