Más Que Hermanos [Adaptada]

17 (Primera Temporada)

Toda la familia estaba reunida en el living y todos estaban muy elegantes. Mi mirada recorrió el ambiente y cuando lo vi a Bruno, sentí esa familiar puntada en la boca del estómago. Él estaba muy lindo con ese pelo cuidadosamente peinado y el traje negro que estaba usando.

Desvié rápidamente la mirada, evitando mirarlo lo máximo que podía porque quería concentrarme totalmente en mi objetivo, que no lo incluía a él.
Nos sacamos varias fotos todos juntos. Evité aquellas fotos al lado de él, pero eso fue imposible porque mamá sugirió que nos acercaramos.

— Vamos Bruno. ¡Solo falta una foto tuya con Mica! — Lo miré a Bruno que seriamente se acercó hacia mi y de esa forma nos quedamos parados uno al lado del otro.
No tuvimos otra opción más y la obedecimos a mamá. Nos  abrazamos por la cintura y sonreímos forzadamente. Después de que papá nos tomó la foto, nos alejamos rápidamente.

— Bueno, ya está, ¿no? ¡No quiero llegar tarde! — Dijo Bruno yendo en dirección a la puerta.

Entré al auto y en seguida escuché que se abría la otra puerta. También lo vi a Bruno sentarse a mi lado. Estaba nerviosa porque era la primera vez que manejaba oficialmente por la ruta, y para colmo lo tenía a él a mi lado.

— ¡Con esa velocidad vamos a llegar mañana! — Comentó él impaciente

— Quizás ahora que te volviste famoso podes comprarte un auto y aprender a manejar.

— No me gusta manejar — Dijo él haciendo una mueca.

— ¿Cómo podes decir que no te gusta si nunca lo intentaste?

— No hace falta tomar veneno para saber que es peligroso, ¿no es cierto? Además de eso, los autos siempre me dejaron nervioso. — Y él terminó el asunto, moviendo las manos sin parar.

Era de conocimiento público que Bruno tenía serios problemas con la ansiedad, motivo por el cual no confiaba en sí mismo detrás de un volante.

— ¿Estás nervioso?

— ¡Muy! Va a haber mucha gente allá mirando y sacando fotos. ¡Y sabes cómo me siento en medio de las
multitudes! — Dijo ríendo nerviosamente

— Quédate tranquilo, ¡tengo la seguridad de que la película va a ser un éxito! — Dije tratando de
tranquilizarlo. — Respira profundo, sonrei y pensa: "Soy talentoso, lindo, hice un buen trabajo y mi ropa está arrasando"

— ¿De verdad pensas eso?—Preguntó mirando fijamente mi cara.

— ¿Qué sos talentoso? Claro que lo pienso, ya te lo dije varias
veces—Respondí distraída.

— No me refería precisamente a eso. ¿De verdad crees que soy lindo? — Él sonreía cínicamente — ¿Te gustó mi ropa?

Tuve la voluntad de morderme el labio por haber dicho eso. ¡Mierda! Ahora no podía volver hacia atrás.

— Mira, sabes que tenes buena apariencia, ¿no? — Pregunté
irónica. — Y si. Me gustó tu ropa, te ves muy elegante. — Sentí que él me miraba de arriba hacia abajo.

— También me gustó mucho tu vestido. Estás hermosa. — Casi choqué con el auto cuando él dijo eso y me sonrojé abruptamente.— ¡Cuidado! ¡Quiero llegar vivo! — Comentó nervioso y se sujetó de una puerta.

— ¡Entonces deja de distraerme y dejame manejar tranquila! — Y los dos nos quedamos en silencio hasta que llegamos a nuestro destino.

El lugar era una locura: actores, periodistas, invitados, fans, gente gritando histericamente, curiosos, seguridad y policias.
Después de mucha dificultad pude estacionar el auto y cuando salimos del auto pude escuchar muchos gritos.
Muchas personas hablaban al mismo tiempo, lo llamaban a Bruno con las manos y decían que adoraban su personaje. Además, le pedían autógrafos y gritaban que era muy lindo.

— ¿Qué hago ahora? — Preguntó nervioso.

— Anda para allá. Habla amablemente con los periodistas, sonrei mucho, firma autografos, saca fotos y aprovecha. ¡Este es tu momento! —Respondí y empecé a alejarme.

— ¡No! ¡Quédate, por favor! —Me pidió. Él estaba realmente asustado.

— ¡Cálmate, Bruno! Todo va a estar bien, respira profundo.—Traté de empujarlo, pero él no se movía.

— Mica, ¿antes de irte me podes hacer un favor? — Preguntó, agarrando mi mano.

— ¿Qué?

— ¿Me das un abrazo de buena suerte?

Lo miré a la cara, cosa que estaba tratando de evitar hasta ese entonces. Y vi un par de ojos negros suplicantes. Los mismos ojos curiosos que vi bajando por la escalera la primera vez que llegué a nuestra casa, hace tantos años atrás. Y una vez más, supe que no importaba cuántos hombres más pasarían por mi futuro porque yo siempre amaría aquellos ojos hasta mi último suspiro.

Me acerqué hasta él, estiré los brazos y lo abracé por el cuello, quedando en punta de pies y sintiendo su maravilloso aroma a perfume en su cuello. Él me abrazó por la cintura, apretandome contra su pecho y respirando profundamente.

— ¡Gracias! Siempre me
calmas— Susurró en mi oído.

— ¡Ahora vamos que estamos atrasados! — Dije alejandome y tratando de contener la emoción

Entramos juntos en la alfombra roja, pero el se detuvo a hablar con los periodistas y fotógrafos. Yo seguí caminando hasta entrar al cine. Nuestra familia ya estaba sentada en los lugares reservados, esperándonos.

— ¡Tardaron bastante! — Dijo Flor cuando me senté a su lado.

— ¡Allá afuera es una locura! Un montón de gente esta gritando por Bruno.

— Me imagino.

Después de un buen tiempo, él llegó sonríendo con sus ojos brillando y sentándose a mi lado.

— ¡Lo logré!

— Ya te vas a acostumbrar, ¡esto es solo el principio! —Comentó Flor con una sincera sonrisa dibujada en su cara.