50 (Primera Temporada)

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Narra Micaela

— Es bastante obvio, en mi opinión — Dijo Paula suspirando.— Ustedes tendrían que ver la manera en la que se miran. Bruno te mira con una especie de adoración y atracción fatal — Agregó ella, sonríendo maliciosamente. — Y vos lo miras como si él fuese un Dios o cualquier otro objeto de idolatración. — Ella hizo una breve pausa. — Es obvio que una persona tan inteligente como tu mamá pudo haber notado todas esas pequeñas señales.

— Entonces, ¿qué me recomendas? — Pregunté desamparada.

— Que cuentes la verdad, Mica—Respondió tranquila.

— ¿Qué? — Pregunté sin poder creer lo que ella me estaba recomendando hacer.

— A corto o largo plazo, es la única alternativa posible en mi opinión. — Me mordí los labios por los nervios que tenía.

— Pero pero... — No sabía qué decir en ese momento. — ¡Ellos no lo van a entender ni aceptar, Pau! Papá hasta lo puede echar a Bruno de casa si se entera lo que pasa entre nosotros. Y te digo algo, si Bruno se va de casa, yo lo voy a seguir a cualquier lugar. — Y lo que estaba diciendo era verdad, yo estaba dispuesta a seguirlo hasta el fin del mundo.

Paula dió un largo suspiro antes de seguir hablando: — Mica, toda familia tiene problemas y desafíos. Estoy de acuerdo con vos y creo que en un principio ellos no van a aceptar la relación entre ustedes. Pero después lo van a terminar aceptando porque van a descubrir que se aman y que hasta se casaron por causa de ese amor. Entonces, ¿qué más pueden hacer ellos? Claro que no va a ser fácil y que va a ser muy difícil y doloroso para todos ustedes. Pero el tiempo lo cura todo y creo que, algún día, esta tempestad va a pasar y el sol va a aparecer de nuevo — Me congelé cuando Paula dijo esas palabras y ella se dió cuenta de mi estado.—¿Qué pasó? — Preguntó un poco preocupada.

— Cuando dijiste esa última frase me acordé de algo que pasó en mis vacaciones.

— ¿Qué pasó? — Volvió a preguntar Pau, y entonces yo le conté la historia siniestra con la vidente. — ¡No lo puedo creer! Entonces, ¿crees qué todo esto que está pasando puede ser alguna de las señales que ella te dijo que tenías que prestar atención?

— Puede ser. Ella me había dicho que tengo que estar muy atenta y seguir las señales para poder salir de la tempestad — Dije pensativa. — Al mismo tiempo, pienso que todo esto puede ser una tontería y que no tengo que asustarme tanto.

— Mira, no me considero una persona supersticiosa. Pero fui criada para respetar algunos mensajes, sobre todo cuando lo dicen las personas ancianas. Si yo fuese vos, no trataría a este asunto tan livianamente—Explicó. — Te aconsejo que aproveches tus noches solitarias para reflexionar sobre lo que conversamos, y después hablalo con Bruno porque es algo que tienen que decidirlo juntos.

Volví a casa muy pensativa y preocupada, a pesar de que lo que me había dicho Paula me había asustado, sabía que lo que decía tenía lógica y sentido.
Apenas había abierto la puerta de casa, cuando sentí que dos brazos me abrazaban fuertemente.

— ¡Bruno, estás loco! — Dije intentando liberarme de ese ataque tan inesperado. — ¿No sabías que alguien puede llegar y vernos?

— Recién llamó mamá y dijo que tiene que hacer una hora extra en el trabajo — Contó emocionado.

Ni siquiera esperó a que le respondiera, ya que me alzó para que subamos las escaleras. Al llegar a su cuarto y antes de trabar la puerta, Bruno me dijo:
— ¡Y no pienso desperdiciar ni un solo segundo más!

Efectivamente no desperdiciamos ni un solo segundo y pudimos darle rienda suelta a toda la pasión que estuvimos reprimiendo en los útimos días.

Narra Bruno:

— Desearía que por las noches también pudieramos estar así—Dije besandola a Micaela suavamente y aprovechando el hecho de poder volver a estar acostados juntos después de tanto tiempo.

— Yo también— Respondió ella entrelazando nuestras manos.—Solo me siento completa cuando estoy con vos—Agregó sonríendo y besándome una vez más.

— Ya me resulta muy difícil tener que seguir fingiendo —Murmuré.

— Lo sé — Dijo ella en voz baja.— A veces es casi insoportable.

— No quiero seguir actuando como si estuviese mal amarnos ni como si lo que sentimos fuese algo sucio, feo y vergonzoso—Dije irritado.

— No conozco nada más puro y verdadero que lo que sentimos el uno por el otro.

— ¡Parece como si hubiesemos cometido un crimen o algo parecido! — Dije pasando mi mano, nerviosamente por mis cabellos. — ¿Será un crimen amarnos y consumirnos en este amor? — Micaela se erguió un poco y tocó mi cara con sus manos.

— Si amar es nuestro crimen, quiero ser condenada a pasar el resto de mi vida a tu lado. Nada ni nadie me va a separar de vos

— Te amo para siempre—Respondí antes de besarla suavemente.

— Entonces, ¿qué alternativas nos quedan? — Preguntó suspirando.

Pensé por un momento antes de responder. Iba a proponerle que confesaramos ante todos nuestra relación. Pero y después... ¿cuáles serían las consecuencias? Si nos echaban de casa, ¿qué podría proponerle además de mi amor?
Mi carrera recién estaba comenzando. La película me había dejado con una buena reserva, pero eso no duraría para siempre. Y lo de la serie todavía era algo reciente, cuyo futuro dependía netamente de la aceptación popular y de la crítica.
O sea que mi futuro profesional y financiero todavía era algo incierto.

Entonces, ¿sería justo condenarla a salir de una casa buena y confortable para ofrecerle una vida inestable y llena de privaciones? Yo quería darle cosas a ellas y no sacarselas.
¿O yo tenía miedo de proponerle eso y ser rechazado? ¿O tenía miedo de que ella me quisiera dejar por el gran sacrificio que le quería proponer? Sí, ese era mi mayor miedo: verla desistir de nosotros dos.

— No tenemos que decidir sobre eso por ahora — Finalmente, había decidido actuar como un completo cobarde. —Te propongo que hablemos sobre eso en otro momento, ¿está bien?

Micaela concordó, asintiendo con la cabeza firmemente. Decidimos olvidarnos de todo, y aprovechar los veinte minutos que nos quedaban para disfrutar de nuestra companía, antes de que todo volviera a la "normalidad".

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora