60 (Primera Temporada)

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Narra Micaela

Papá y Bruno se fueron al escritorio y  cerraron la puerta al entrar. Yo caminaba de un lado al otro, moviendo las manos e imaginándome cómo sería esa conversación. Los nervios me vencieron por completo y decidí acercarme a la puerta para poder escuchar lo que ellos estaban hablando.

— ¡¿Ustedes dos están juntos desde el estreno de tu película?!— Papá gritaba, mientras Bruno decía algo que no podía escuchar muy bien. — ¡La sedujiste! — Una vez más, papá volvió a gritar.

— ¡No fue así! — Dijo Bruno, defendiéndose. Ellos volvieron a hablar en un tono más bajo. No podía escuchar las cosas con claridad.

— ¿Qué payasada es todo eso del casamiento? — Papá estaba enloqueciendo y pude notar que Bruno trataba de responderle con calma. — ¡¿Luna de miel?!— Temblé de miedo al escucharlo a papá decir eso. — ¿Tuviste relaciones sexuales con tu hermana?

— Papá, ella no es mi hermana — Gritó Bruno, en respuesta.

— ¿Qué tipo de pervertido crié en mi propia casa? — Se podía notar que papá pronunciaba cada palabra con cierto desprecio.

— Nunca la miré a Micaela como una hermana. Fueron ustedes los que nos impusieron esa condición, ¡nunca nos dieron la posibilidad de elegir! — Dijo Bruno, intentando defenderse de los ataques de papá.

— ¿Y por qué decidieron confesarnos todo esto ahora?

— Porque no queríamos mentir más. — Respondió Bruno pausadamente. — No queríamos seguir engañando a nadie más. Con Mica queremos vivir nuestro amor con libertad, pero también con responsabilidad

— ¿Responsabilidad? ¿Micaela está embarazada? — Papá volvió a gritar, una vez más.

— ¡No! — Respondió Bruno, enérgicamente.

— ¡Gracias a Dios que ella no está embarazada! — Dijo papá, aliviado. — ¡Sería un pecado que dejeras embarazada a tu propia hermana!

— ¡Mierda, papá! —Respondió Bruno, perdiendo todo tipo de paciencia. — ¡Es la milésima vez que te digo que ella no es mi hermana!

— ¡Cuidado con la manera que hablas conmigo! — Retrucó papá, irritado.

— ¡Perdón! Pero estoy harto de que nos digan que somos hermanos cuando no lo somos.— Ahora nuevamente el silencio. Me daba más miedo ese silencio que todos los gritos.
— ¿Psiquiatra? — Gritó Bruno, furioso. — ¿Por qué tenemos que ir a un psiquiatra?

— ¡Para que traten esa anomalía!— Respondió papá igual de enojado.

Ya esto estaba yendo demasiado lejos, así que decidí abrir la puerta y entré al escritorio, podía escuchar como mi mamá me gritaba por haber hecho eso.

— ¡Basta! — Grité en el preciso instante en el cual ingresé, causando que papá focalizara toda su atención en mí. — Lo que Bruno y yo sentimos no es un trastorno psiquiátrico. Lo que nosotros dos sentimos es amor, papá. ¡Solamente amor! ¿Por qué no entienden que lo que sentimos es algo totalmente simple y puro? Nosotros nos amamos desde hace años, como hombre y mujer, pero solo recientemente tuvimos el coraje suficiente para vivir este sentimiento. ¡Yo ahora soy la mujer de él, papá!

— Hija, estás confundida...

— ¡No! — Respondí con firmeza.— Yo estaba confundida antes cuando lo miraba a Bruno todo el tiempo con miedo de demostrar todo lo que sentía por respeto a ustedes dos. Estaba confundida antes cuando quería besarlo o acariciarlo, pero tenía miedo de no ser correspondida. ¡Estaba confundida cuando no sabía lo feliz que me haría convertirme en la mujer de él!

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora