Más Que Hermanos [Adaptada]

73 (Primera Temporada)

— Veni, Mica. Vamos a dar algunas vueltas — Sugirió Bruno, agarrándome de la mano.

Comencé a mirar algunas caras conocidas de la escuela entre la multitud, cada disfraz era más divertido que el otro.
La inmensa pista de baile estaba llena de gente que se movía animadamente.

— Fueron bastante creativos con los disfraces de este año — Bruno sonrió al mirar a su alrededor.

— Coincido. Por ejemplo, mira aquellas chicas de allá que están bailando — Dije, apuntando a un grupo particularmente alegre.—¿Vamos a bailar? — Propuse entusiasmada.

— Esta noche soy todo tuyo—Respondió Bruno, insinuante.

— ¿Solamente esta noche?—Pregunté mientras nos juntábamos al grupo animado

— Siempre soy tuyo — Se corrigió antes de sujetarme por la cintura y besarme apasionadamente.

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Narra Paio:

"¡Sos patético, Paio!", pensé para mí mismo. Estaba parado, apoyado en una pared, mirándola a Paula caminar de un lado para el otro. Se detenía en un lugar, conversaba un poco, sonreía, mostrando aquel vestido-tentación, después salía, se detenía en otro lugar y hacía la misma cosa.

Sin mencionar que no paraba de llegar gente y ella se hacía tiempo para saludarlos a todos. Parecía una reina con aquella manera de caminar: los hombros erguidos y la cabeza levantada. Infelizmente, parecía tener tiempo para todos menos para mí - ¡Hice toda esta producción para nada!

Pero de repente ella comenzó a caminar hacia mi dirección y terminé de tomar todo mi trago.
Desde que llegamos, no me había mirado ni una sola vez y, por lo visto, ahora se había acordado de mi existencia. Paula fue llegando más cerca y sonríendo, yo ya había abierto la boca para decir algo cuando ella desvió ligeramente el camino que estaba haciendo y habló con el barman que estaba al lado mío.

— Dos vasos de cerveza, por favor

— ¿Cerveza, Majestad?—Pregunté — Parece que tu gusto cambió desde la última vez que nos vimos — No resistí meterme con ella.

— Todas las personas evolucionan, ¿no? — Dijo mirando mi vaso de cerveza vacío — O por lo menos deberían.

— ¿Y evolucionar significa tomar dos vasos de cerveza de una sola vez?

— ¿Quién dijo que los dos vasos son para mí sola? — Cerré los ojos con su respuesta. Ella agarró los vasos y le agradeció al barman. — Nos vemos, Paio.

La seguí con la mirada y ella caminó hasta un chico que parecía tener la apariencia de un hindú. Él le sonrió y agarró el vaso que ella le dió. Los dos estaban hablando animadamente.

En un momento, pude darme cuenta que él le agarró el hombro y bajo la cabeza para susurrarle algo al oído, y eso causaba que ella se riera. Por la forma en la que se comportaban, parecían ser viejos conocidos.

— ¡Qué calor! — Dijo Bruno llegando con Micaela y pidiendo unos tragos.

— ¿Está todo bien? — Me preguntó Micaela.

No le respondí, apenas sacudí los hombros e intenté disimular. Miré nuevamente para la "parejita feliz" que ahora se dirigía hacia la pista de baile.
Micaela siguió rápidamente mi mirada, y me di cuenta que ella hizo una expresión de sorpresa y comprensión.

— Ah, el primo de Paula llegó—Comentó Micaela

— ¿Primo? — Pregunté interesado. — ¿Ese chico es el primo de ella?

— Si, y un poco más —Respondió ella, distraída. — Él es el prometido de ella

— ¿Prometido? ¿Qué historia es esa? — Pregunté mientras observaba a la pareja que ahora estaba bailando.

— ¿No sabías que Paula tiene un prometido? La familia de ella es hindú y son muy tradicionales. Ellos quieren casarla a Paula con su primo en el futuro — Aclaró Micaela.

— ¿Casamiento arreglado? ¡Esas cosas no existen más!

— ¡Claro que existen! — Afirmó ella.— Y las pruebas están al frente de tus narices — Dijo apuntándola a Paula y a su "prometido". — Los papás de ella hasta hicieron un acuerdo. Si ella consigue un novio estable a fines del año, ella está libre del compromiso. Si no... — Micaela hizo una pausa y yo suspiré pesadamente.

— ¿Y si no qué? — Pregunté confundido.

— Ella se va a tener que casar con su primo cuando terminemos la escuela

— ¿Qué? — Exclamé sorprendido y espantado.

— Creo que ella no tiene muchas opciones — Dijo Micaela totalmente resignada.

No pude decir más nada.
Solamente miré nuevamente a esa pareja y limpié el sudor que estaba corriendo por mi frente, por causa de mis nervios.

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Narra Micaela:

La observé a Paula que estaba bailando con el primo y pensé: "Me voy a ir al infierno". Era a ese lugar donde van los mentirosos, ¿no? Y yo había inventando una mentira de aquellas. Pero fue imposible contenerme a esa mirada cobarde e indecisa de Paio. Necesitaba decirle algo que cause un impacto fuerte en él y que se arriesgara por Paula.
Por eso, para que mi plan pudiera funcionar tenía que decirle todo a Paula. Así que la alejé de su primo, por un instante, y así poder hablar con ella.

— Pau, necesito hablar con vos. ¡Es urgente!

— ¿Qué pasó, Mica? — Preguntó ella, preocupada.

— ¿Confias en mí? — Retruqué, ansiosa

— ¿Qué pregunta es esa? — Paula frunció el ceño.

— Después te explico. Pero, ¿confias en mí si o no? — Insistí una vez más.

— ¡Si, claro que si! — Respondió ella finalmente.

— Entonces, haceme un favor—Paula simplemente asintió y me escuchaba con atención. — Si esta noche, Paio viene a hablar con vos, tenes que confirmar todo lo que él te dice. ¿Está bien?

— ¿Confirmar todo? — Preguntó ella bastante confundida.

— No tengo tiempo para explicarte ahora, pero solamente haceme ese favor. Si Paio te cuenta alguna historia loca esta noche, solo confirmasela, ¿está bien? ¡Es importante! — Pedí enfáticamente.

Paula me miró como si yo me hubiese vuelto loca. Pero terminó balanceando su cabeza, en señal de concordancia.

— Bueno, si es tan importante para vos está bien.

— Gracias — Dije dándole un beso en la mejilla. — Y estoy segura de que también va a ser muy importante para vos—Comenté mientras me alejaba de ella.