64 (Primera Temporada)

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Narra Micaela:

Fui a la escuela, donde la encontré a Paula, y fue con quien con alivio pude abrir mi alma al contarle todo lo que había pasado en la noche anterior y en aquella mañana.

— Lo siento mucho por todo lo que está pasando. Pero a pesar de todo eso, creo que lo mejor que pudieron haber hecho es confesarles que están juntos, porque tarde o temprano tus papás ya lo iban a descubrir todo. Tenes que seguir siendo paciente y contenerlo a Bruno, él te va a necesitar mucho.

— A pesar de los desafíos, ahora nosotros estamos mucho más unidos que antes. — Garantice, y después decidí cambiar un poco de
tema.— ¿Cómo están tus cosas con Paio?

— Digamos que bien — Respondió Paula, sin mucho entusiasmo. — Paio y yo tenemos muchas cosas en común. Los dos somos muy alegres, autenticos, nos gusta decir siempre lo que pensamos y no tenemos ningún problema en demostrar cuándo queremos algo o cómo lo queremos. — Dijo ella en cuanto jugaba con su pulsera. — Pero en algo somos completamente diferentes: a él no le gusta el compromiso. — Ya estaba a punto de abrir mi boca para decir algo, pero Paula me interrumpió. — Ya sé lo que vas a decir: "¡Yo te avisé!". Mira, cuando yo empecé a tener "algo" yo estaba totalmente consciente de quién era él. Cuando estuvimos juntos por primera vez, Paio me dejo bien en claro que él no es exclusivo de nadie, entonces yo ya sabía dónde me estaba metiendo y hasta es divertido. Nosotros arreglamos para encontrarnos de vez en cuando, nuestra afinidad es increíble, pero... — Paula hizo una pausa.

— Pero... — Incentivé a que ella continuara hablando.

— Pero hay un momento en el que me cansa toda esta situación, a pesar de que él me encanta — Completó, resignada. — Creo que voy a buscar algo más permanente. Alguien que quiera un compromiso y que no tenga miedo de confiar en otros, alguien más maduro.

— ¡Estoy segura de que ya vas a encontrar a esa persona indicada! — Le dije, entusiasmada.

— Espero que tengas razón — Comentó ella, media cabizbaja. — Me estaba enganchando con Paio — Dijo ella,suspirando.

— Bueno, pero eso ya no importa— Agregó ella, volviendo a estar más animada. — ¿Qué tal si planeamos en lo que podemos hacer para divertirnos hasta que vuelva Bruno? — Realmente, no era parte de la naturaleza de Paula estar triste durante mucho tiempo.

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En aquel final de la tarde, nuestra cama nueva había llegado. Papá y mamá llegaron del trabajo, encontrándose con que enfrente de mi casa un camión estaba descargando el nuevo símbolo de mi unión con Bruno: una espectacular cama de tamaño king-size plus.
Ellos observaron todo callados, intentando ignorar el esfuerzo que los hombres hacían al intentar subir la cama inmensa por la escalera.

Al día siguiente, el nuevo rumor que se esparcía por todo el barrio era que dos hijos de los Sainz Micheli ahora estaban viviendo de forma pecaminosa e incestuosa. Y ahora no solamente tenía que sufrir la discriminación en mi propia casa, sino que también la sufría con mis vecinos y conocidos. Los vecinos que siempre me saludaban y que eran simpáticos conmigo, ahora me daban vuelta la cara o fingían no verme cuando yo pasaba.

En la escuela, las cosas no eran muy diferentes. Casi todos comenzaron a notar que yo usaba una alianza, y cada vez que alguien me preguntaba por qué la estaba usando yo siempre respondía con la verdad, es decir, que me había casado.

— ¿Con quién? — Preguntaban mis compañeras, curiosas.

— Con Bruno

— ¿Qué Bruno?

Cuando explicaba toda la situación, todos se espantaban, sorprendían y se quedaban mudos.
Algunos se alejaban, intentando disimular el susto; otros me miraban con cara de asco.
Pero la noticia se esparció muy rápido a tal punto que llegó a los oídos de la directora. Ella decidió llamar a mis papás para saber si los datos eran ciertos o si yo era una mentirosa compulsiva.

Si la situación ya estaba fea, ahora se tornaba mucho peor. En la reunión que tuvieron con la directora, mis papás se vieron obligados a no solo confirmar los datos sino que también a defendernos. Ellos explicaron que lo que yo tenía con Bruno no era nada incesto, ya que no eramos hermanos de sangre.

Al salir de la dirección, me acerqué hacia papá para agradecerle lo que había hecho, pero él me interrumpió al levantar su mano.

— Solo hice lo que hice y dije lo que dije porque quedan muy pocos meses para que termines de estudiar y no quiero que te expulsen en tu último año— Afirmó él, antes de salir. — Pero quiero que sepas que nada cambió en mi forma de pensar.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora