14 (Primera Temporada)

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— Facundo, te quiero presentar a mi hermana Micaela. — Bruno me presentó al coreógrafo de la película y nos saludamos educadamente. — Ella vino a aprender la coreografía para que ensayemos juntos y, además, estudia baile.

— ¿En serio? ¿Vas a ensayar con Bruno? ¡La verdad que sos muy valiente! —Dijo el coreógrafo
riéndose. — ¿Trajiste la ropa de
baile?— Me limité a confirmar con la cabeza. — ¡Perfecto! Entonces podes cambiarte que ya te voy a enseñar la coreografía.

Después de que Bruno me mostrara dónde estaban los vestuarios, me cambié de ropa rápidamente. Me até el pelo y volví al salón.

— Te voy a mostrar los pasos básicos y vas a intentar imitarme, ¿si? — Me dijo Facundo sonríendo.

— Si— Respondí, prestando mucha atención.

Él pidio que pusieran la música y comenzamos. Los pasos eran relativamente simples, pero necesitaban ser bien marcados. Además de eso, el bailarín debía volar por el aire a su compañera, y tenía miedo de que Bruno me dejara caer al suelo.

— Pienso que ya viste bastante, ¿queres bailar conmigo ahora?— Me preguntó el coreógrafo y yo simplemente asentí con mi cabeza.

Nos deslizamos por el salón y a medida que bailabamos, Facundo me corregía. Después de que pasaron algunos minutos, comenzaba a sentirme más segura y percibí que todos nos estaban mirando. Al parecer les gustaba lo que veían. La música se detuvo y nos paramos en frente de Bruno.

— ¡Tu hermana tiene mucha gracia! Qué pena que esa cualidad no es común en toda la familia. — Dijo dando una carcajada. — Podemos empezar a ensayar. — Dijo alejándose por unos segundos de nosotros para poder prender el equipo de música de nuevo.

— ¿Y entonces qué te pareció?—Me preguntó Bruno

— No es muy difícil, pero tenes que concentrarte bastante para poder memorizar los pasos y contar el ritmo correcto.

— Por como lo decis parece todo tan fácil

— Es porque ya estoy acostumbrada, ¿vamos a ensayar? — Él me miró nervioso.

— ¡No! Pero como dicen por ahí, quien está en la lluvia es para mojarse — Y él me agarró de la cintura.

— ¿Confías en mí? — Pregunté mirándolo a los ojos.

— Siempre — Respondió concentrado

— Entonces hace todo lo que te diga ahora.

Y finalmente comenzamos a ensayar. En el inicio él pisaba un poco mi pie, por supuesto que siempre se disculpaba.

— Bruno, tenes que dejar de mirar tus pies. Mírame a los ojos y conta los pasos mentalmente

— ¡Esto no va a salir bien! — Dijo largandome y llevando sus manos a la cabeza. Se lo notaba totalmente nervioso.

— Si, todo va a salir bien — Dije agarrando sus manos y colocandolas nuevamente en mi cintura. — Conta conmigo — Él simplemente
asintió. — Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho...

De repente, mis ojos se encontraron con suyos y, entonces, sucedió lo que yo estaba evitando a toda costa: conexión.

Me esforzaba al máximo por concentrarme solamente en la coreografía. ¿Pero cómo podría hacer eso al mirar aquellos ojos que me atravesaban?
Yo comenzaba a tener consciencia del calor de su pecho tan cerca a mí y de sus manos que me tocaban. Tanta cercanía comenzo a ser pertubadora, pero traté de aparentar estar tranquila y ser profesional.

A medida que bailabamos, sentí que él finalmente se estaba relajando porque ya acertaba los pasos y no pisaba más mis pies.
Entonces, algo hizo que casi pierda el equilibrio: él me sonrió e inesperadamente se acercó más hacia mí y nuestros rostros quedaron peligrosamente cerca. El mundo a mi alrededor dejo de existir.

Yo estaba presa ahí, no por las corrientes sino por una fuerza muy superior. Los brazos de él formaban las rejas de una prisión de la cual no quería y no tenía fuerzas de liberarme.
También percebí algo diferente, un cambio sutil: su mirada se volvió intensa.

Por algunos segundos fue como si llamas brillaran en sus pupilas,
pero en el momento siguiente la emoción que creía haber visto en ellos se esfumó.
Totalmente confundida, decidí solamente enfocarme en el baile.
En el primer truco que hicimos, confieso que pensé que él me iba a tirar al piso. Pero para mi sorpresa, fue muy cuidadoso y correcto.

— ¡Felicidades, Bruno! — Él sonrió de placer por el elogio del coreógrafo.  Ya habíamos dado veinte vueltas, como mínimo, y habíamos progresado bastante.

— ¿Me dejas sentarme un rato, por favor? Necesito recuperar
el aire — Dijo Bruno  limpiando el sudor de su frente

— ¿Ya estás cansado? Eso es por tener una vida sedentaria ya estas fuera de forma. — Me di vuelta al sentir una mano en mi cintura.

— ¿Puedo tener la honra? — Era Nacho y antes de que yo pudiera responder o Bruno quejarse, él me empujó y comenzamos a bailar por el salón.

Era un muy buen bailarín. No se equivocó en ningún paso y me levantó en el aire con mucha facilidad, sonríendome de una manera encantadora.

— ¡Bailas muy bien! — Lo elogié

— ¡Gracias! Pero con una compañera como vos no necesito esforzarme mucho. Bruno fue muy experto al esconderte.

— ¿Cómo? — Pregunté curiosa.

— Bueno, es que hasta hoy él nunca te había mencionado antes. Me imagino que él actuó así porque sabía que en el momento en el que te descubriera iba a querer mirarte para siempre. — Él estaba coqueteando conmigo descaradamente

— ¡Qué exagerado! — Comenté sin gracia

— No puedo hablar por los demás, pero es lo que yo haría. O mejor dicho, pretendo hacer. — Él empezó a apretarme más fuerte como reforzando lo que decía

— ¿Qué es eso? ¿Nacho monopolizando a la chica más linda del salón? No seas egoísta — Dijo Gonzalo que se paró al lado nuestro. — ¿Queres bailar conmigo, Mica? — Preguntó él tirandome de los brazos de Nacho, que parecía no gustarle ni un poco la situación ya que estaba fusilando a su compañero con la mirada.

El resto de las personas comenzaron a aplaudir cuando Gonzalo y yo bailabamos y hacíamos pasos más elaborados.

— Creo que por hoy es suficiente— Dijo Bruno interrumpiendo y colocando su mano en el hombro de Gonzalo.— Se terminó. Ahora vamos a casa, Mica.

— ¡Qué pena! — Dijo Gonzalo al soltarme. — ¡Realmente estaba divirtiendome!

— Y lo hiciste notar. — Comentó Bruno mientras me llevaba lejos, prácticamente sin dejarme despedir de nadie.—¿Necesitabas dar todo ese espectaculo? — Dijo entredientes.

— Estoy acá para hacerte un favor, pero eso no significa que no pueda divertirme con alguien que no pise mis pies. — Respondí irritada

— Permiso — Dijo Dalila acercandose hacia nosotros.—¡Fue un placer conocerte, Mica! Espero que puedas venir siempre a nuestros ensayos. ¡Felicidades, sos muy talentosa! — Dijo dandome un cálido abrazo. Ella ya se estaba alejando, pero volvió y nos dijo rápido: — Ah, solo una cosa más. Si no supiera que ustedes dos son hermanos, juraria que son una pareja de enamorados peleándose por algo. — Y dio una sonrisa maliciosa antes de irse definitivamente.



Nuevo capítulo! Espero que les haya gustado. Si todavía no votaron por cual de las dos fics que subo quieren que haga una mini maratón pueden dejarme un comentario con el nombre de la novela que quieren que haga la mini maratón.
NOVELAS: "Más Que Hermanos" o "A Quien Tú Decidiste Amar"
Besos!!

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora