41 (Primera Temporada)

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Cuando anunciaron nuestro vuelo, Bruno y yo nos miramos el uno al otro y nos sujetamos las manos; dejando hacía atrás todas nuestras dudas y embarcando un nuevo rumbo en nuestras vidas.
Recién salía el sol cuando llegamos a esa playa maravillosa. Algunos funcionarios del hotel nos esperaban para darnos la bienvenida y colocarón collares de flores en nuestros cuellos.

- ¿Quiénes son los novios?- Preguntó un joven.
- Somos nosotros.- Respondió Bruno, sin soltar mis manos
- ¡Perfecto! Entonces, por favor, ¿pueden el novio y el padrino acompañarme? La novia y su madrina deben acompañar a nuestra otra funcionaria.- Y apuntó a una chica sonriente.
- Vamos a prepararlos durante todo el día. Se van a reencontrar en la ceremonia, al final de la tarde.

Nos miramos el uno al otro, en una mezcla de dolor por tener que separarnos, expectativa por lo que vendría y ansiedad por la espera. Bruno me besó rápido, pero con intensidad.

- Te veo en el altar.- Dijo él al soltarme
- No tardes.- Advertí y él sonrió antes de irse.

Narra Bruno:

El funcionario nos llevo a otro lugar, en donde un barco pequeño nos esperaba, hasta dirigirnos a una casa flotante. En esa casa estaba preparado el café de la mañana. Comimos sentados en una varanda, mirando el mar calmo y azul a nuestros pies.

- ¡Esto es vida!- Comentó Paio
- ¡Que lugar increíble!
- ¡Un paraiso!- Concordé
- ¿Cuál es la programación de hoy?- Preguntó él curioso
- Bueno, por lo que me acuerdo, la mañana es libre. Después del almuerzo, creo que nos van a llevar al sauna y nos van a hacer masajes y todo lo que fuera relejante.
- Eso parece muy bueno. Entonces, ¿qué estamos esperando?- Dijo animado

Narra Micaela:

Después de una mañana relajante en la playa con Paula, un almuerzo delicioso fue servido. Más tarde, fuimos conducidas por dos chicas a un spa, permanecimos un buen tiempo en el sauna, y en seguida, fuimos masajeadas desde la cabeza hasta los pies. Después de un baño maravilloso, pasamos por los servicios de manicure, pedicure, esteticista, maquillaje y peluqueria. Terminamos la tarde sintiendonos como reinas.

- Mica, ¡estoy comenzando a tener ganas de tener un novio y casarme!- Comentó Paula, sonriente
- ¿Por qué?- Pregunté
- ¡Solamente para poder hacer todo esto de nuevo!- Reí junto con ella

Finalmente, llegó la hora de arreglarnos. Me puse mi vestido y me miré en el espejo. Me gustaba lo que veía, y esperaba que a Bruno también le gustara.

- Estás muy linda, Mica- Afirmó Paula - ¡Cuando Bruno te vea, se -va a enamorar más de vos!
- ¡Estoy tan nerviosa!- Dije, comenzando a hiperventilarme
- Tranquila, es el amor de tu vida el que te está esperando, ¿no? Estoy segura que él debe estar igual de ansioso que vos- Garantizó

Escuchamos un golpe en la puerta: la hora había llegado
Al salir, una chica le entregó una corona de flores a Paula, explicándole que sería su responsabilidad tenerla hasta el inicio de ceremonia. Nos dirigimos a una playa mágnifica; una brisa suave balanceaba las hojas de los árboles, el aire estaba perfumado por los aromas de las flores y suspiré al admirar tanta belleza. Pero nada podía compararse con la próxima visión: una canoa tipica se aproximaba, apenas con tres personas. Pero sólo uno de ellos logró cautivar mi mirada por completo. De lejos, pude notar su sonrisa en el momento en el que me vió y también sonreí, incapaz de contenerme. Cuando la embaracación llego a la orilla, él saltó con agilidad, con Paio detrás de él; casi perdi la respiración.

¿Quién era ese hombre que se acercaba con un andar decidido, con el rostro de un Dios y que me hacía perder por completo en su mirada?
Ese hombre era Bruno, y él era mio, sólo mio.

Extendí mis manos y él las aseguró con firmeza, nos quedamos allí, con las manos dadas, deslumbrados el uno con el otro. En el altar de piedras, el sacerdote nos estaba esperando. Nos paramos en frente del altar, con Paula al lado mio y Paio al lado de Bruno. El sacerdote nos dió la bienvenida y pidió que Paula me entregara la corona de flores y la orientó a que me la colocora en la cabeza. Después Paio hizo lo mismo, y Bruno puso la corona en mi cabeza; la ceremonia por fin comenzó.
El sacerdote habló de forma poetica sobre el amor y el casamiento, explicando sus responsabilidades, bendiciones y deberes.

- ¿Micaela y Bruno ustedes están preparados para comprometerse el uno con el otro?- Preguntó en determinado momento
- Si- Respondimos juntos
- Bruno, ¿aceptas como esposa a Micaela para prometer amarla, honrarla, respetarla y cuidarla por todos los días de tu vida?- Preguntó el sacerdote a Bruno
- Micaela, ¿aceptas como esposo a Bruno para prometer amarlo, honrarlo, respetarlo y cuidarlo por todos los días de tu vida?
- Si- Respondí con la voz repleta de emoción

- Para todo el mundo, las alianzas son señales de eternidad, pues los circulos no tienen inicio ni tienen fin. Esas alianzas son el simbolo de su amor puro y de las promesas que ústedes compartirán juntos, como marido y mujer.

Paio le entregó la alianza a Bruno. Bruno después agarró mi mano izquierda y repitió las palabras del sacerdote, en cuanto colocaba el anillo en mi dedo.

- Coloco esta alianza con todo mi amor, para que todo el mundo vea que te elegí como mi esposa. Y el deseo de mi corazón es que estemos juntos por el resto de nuestras vidas. Te voy a amar para siempre

Después llegó mi turno, Paula me entregó la alianza, agarré la mano izquierda de Bruno y la coloqué en su dedo, repitiendo las mismas palabras:

- Coloco esta alianza con todo mi amor, para que todo el mundo vea que te elegí como mi esposo.
Y el deseo de mi corazón es que estemos juntos por el resto de nuestras vidas. Te voy a amar para siempre.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora