Maratón 1/3:
— Bueno, creo que ya festejamos mucho por hoy — Dije, empujándolo con firmeza porque sentía que si seguíamos tan cerca las cosas podrían terminar mucho peor.
Después de ese episodio, pase el resto de la mañana evitando quedarme a solas con Bruno. No era bueno para ninguno de nosotros dos, especialmente para mi.
Yo miraba la ventana con la esperanza de que el tiempo mejorara, pero seguía siendo el mismo y mi angustia solamente aumentaba. Eso significaba que tenía que seguir encerrada en esa casa, chocándome todo el tiempo con él. Nada estaba saliendo como yo lo tenía planeado porque cuando decidí venir hasta acá, tenía pensado en que hablaríamos y que después simplemente saldría corriendo, huyendo de todo ese sentimiento. Pero inesperadamente me vi prisionera, teniendo que enfrentar el peor de los casos: Esa pasión brutal y urgente.
Cuando se aproximó la hora de la cena, decidí tomar un baño y arreglarme. El abuelo sugerió que podía usar algo de la abuela así que él me llevó hasta su ropero, explicándome que ya había donado muchas cosas pero que había guardado algunos de sus vestidos favoritos.
Me dejo sola para poder elegir a voluntad. Después de probar algunos modelos, decidí usar el de satén rosa claro. Era un modelo oriental y cuello alto, bien romántico. Me acomodé el pelo en un rodete alto, dejando algunos mechones sueltos, me puse un poco de perfume y listo. Volví a la sala y escuché aplausos de aprobación.— ¡Te quedo muy bien! ¿Concordas comigo, Bruno?
— Si, estás perfecta— Habló bastante risueño. Fui obligada a admitir que él también estaba muy lindo.
Poco tiempo después llegaron los invitados, y me sentí aliviada por no ser más la única mujer en la casa. Por lo poco que la conocía, Maria me resultaba muy simpatica y muy risueña.
— ¡Fue muy bueno conocerte, Micaela! Tu abuelo siempre me habló con mucho cariño de sus nietos, especialmente de vos.
— ¡También estoy muy contenta por haber conocido!— Le devolví la sonrisa y miré en dirección de su panza.
— ¡Sé que parezco una ballena!— Exclamó siguiendo mi mirada.
— ¡Perdón! — Hablé sin gracia— ¡Esa no fue mi intención!
— Está todo bien. Ya estoy en la última semana de gestación, ¡y debe estar muy grande!— Y pasó la mano cariñosamente por su panza.
— ¿Sabes el sexo? — Pregunté curiosa.
— Una nena, pero todavía no le elegimos el nombre.
Miré a mi alrededor y pude notar que los hombres estaban todos del otro lado, hablando, bebiendo y riendo. Entonces aproveché y le susurré timidamente a Maria:
— Yo también estoy embarazada.
— ¡Que bueno! ¿Bruno ya lo sabía?
— No. Ese fue el motivo por el que vine hasta acá: Para contarle esta novedad.
María parecía estar ligeramente menos alegre y, bajando sus ojos, dijo en voz baja:
— ¿Queres decir que el único motivo por el que viniste hasta acá fue el bebé?
— Si. — Respondí, todavía sin entender porque parecía estar frustrada. — ¿Por qué?
— Bueno, es que casi todo el día lo vi a ese chico suspirar y soñando despierto por cierta bailarina, ¿sabías?
Fue mi turno de agachar la mirada. Era muy difícil escuchar de extraños que yo no era la única que estaba sufriendo con esa separación. No es que yo dudara de que Bruno no estuviese sufriendo, pero escuchar que eso me lo dijera otra persona era diferente. Todo parecía tornarse mayor, más aún cuando ese comentario venía por parte de una persona que era ajena a nuestra historia.
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Más Que Hermanos [Adaptada]
Fanfiction¿Qué harías si fueses elegida para ser la "hermana" del amor de tu vida? Fanfic Brunaela con un poco de Paioedo Novela Adaptada. Portada: Manuroon5