Más Que Hermanos [Adaptada]

34 (Segunda Temporada)

Días después

Alrededor de un mes después, la obra en la cual Bruno participaba ya era un gran éxito.
En algunos días, él saldría de gira los fines de semana, presentandola en otras ciudades.
Mientras tanto yo seguía yendo a la escuela y había vuelto a mis clases de baile, lo que me daba una gran alegria.  

— ¿Micaela? — Alguien me estaba llamando. — ¡Micaela!

Abrí los ojos sorprendida. Mire a mi lado y note que era Paula la que me estaba llamando sin parar.
Estabamos en la escuela, en la segunda hora de Matemática y, sin darme cuenta, me había quedado dormida.

— ¡El profesor te estaba mirando! — Susurró.

— ¡Gracias! Ni senti que me había quedado dormida—Murmuré

En el último recreo, pudo notar como dos ojos me miraban preocupados.

— Mica, ¿qué te está pasando? Hoy te quedaste dormida dos veces en el aula— Preguntó Paula seria. —  Y eso viene pasando bastante seguidos, ¿no estás durmiendo bien?

— No, ¡todo lo contrario! — Respondí enfaticamente.—Nunca dormi tan bien como en esta última semana. Apoyo mi cabeza en la almohada y al segundo ya me quedo dormida. Creo que lo del baile me tiene bastante estresada porque sabes que ya nos estamos preparando para la presentación de fin de año y estamos ensayando bastante.

— Si, lo sé. Pero estás tan palida, podes estar anemica— Habló preocupada. — Quizás tendrías que haber esperado un poco más para volver a bailar. Digo por el gran trauma que tuviste con el accidente.

— Ah, Pau. ¡Yo no aguantaba más! Extrañaba tanto bailar y me quería quedar afuera de la presentación— Explique mientras Paula fruncía el ceño
— Te agradezco, de todo corazón, que te preocupes tanto por mi. Pero te prometo que me voy a cuidar.

— ¡Está bien! Pero, ¿me prometes que no te vas a exigir demasiado?

— ¡Te lo prometo! Creo que voy a empezar a tomar unas vitaminas para dar un refuerzo a mi organismo. Pero podes estar tranquila porque estoy bien.

— Entonces, está bien. ¡Voy a confiar en voz! — Afirmó apuntandome con el dedo — Cambiando de tema, ¿cómo están los preparativos para mi fiesta sorpresa de cumpleaños?

Abrí los ojos bien grandes, sin poder creer que Paula lo sabía todo

— ¡Paula, no tendrías que saber nada de eso!

— Bueno, yo no lo sabía. O mejor dicho, no estaba segura— Dijo, guiñando un ojo. — ¡Hasta ahora!

— ¡Tendrías que sertirte mal! — Murmuré, fingiendo estar enojada— ¡Todos estamos pensando en como sorprenderte y vos queres arruinar la fiesta!

— ¡Mentira! — Ella llevó la mano a su pecho, en un gesto exagerado— ¡Sabes que me encantan las buenas fiestas! Pero acá entre nosotras, comence a desconfiar cuando mi familia intenta ignorar que mi cumpleaños está llegando, ¡y eso nunca pasa! Porque toda mi familia siempre festeja los cumpleaños bien a lo grande.
Además Paio y mi mamá siempre cuchichean sin parar y cuando aparezco yo fingen no estar hablando de nada.

— Sos la peor, ¿sabías? Ahora que ya sabes todo, ¡no tiene más gracia! — Dije, cruzando los brazos, contrariada.

— ¡Claro que la va a tener! Voy a fingir que no sé nada de nada. Y cuando llegue mi cumpleaños, voy a ser la cumpleañera más sorprendida que hayas visto en toda tu vida.

— ¡No existis! — Declaré riendo. — ¡Imaginatelo al pobre de Paio si se da cuenta que tanto trabajo que esta haciendo no va a servir de nada!