Narra Bruno:
Finalmente, el último baile. Micaela apareció en el escenario con un vestuario maravilloso que era rojo oscuro, que combinaba perfectamente con ella.
La música comenzó y como ella me lo había pedido, presté bastante atención.
Me sentía completamente hipnotizado por la letra de la canción, la melodía y los movimientos de la pareja en el escenario que demostraban desesperación, búsqueda, pasión y entrega, me dejaron sin palabras.Esa no era una simple coreografía, era una declaración de amor. Era como si ella intentara transmitir a través de aquella presentación, todo lo que significabamos el uno para el otro y todos los desafíos que enfrentábamos y que tendríamos que enfrentar. Al mismo tiempo, era un símbolo de esperanza y de coraje que representaba que, a pesar de todo, mientras estemos juntos todo valdría la pena.
Cuando la coreografía terminó con el bailarín levantando a Micaela en el aire, pareciendo un pájaro, el teatro se vino abajo de tantos aplausos. Todos estaban de pie y aplaudían sin parar. Las luces se encendieron y toda la compañía se acercó al escenario, recibiendo los aplausos de la platea.
Después de un buen tiempo, las personas comenzaron a salir y yo me levanté con la esperanza de encontrarla.___________________________________
Narra Micaela:
Varias personas me saludaban. Todo el mundo buscaba a sus familiares o amigos, mientras yo miraba de un lado al otro. Hasta que finalmente Bruno apareció en medio de la multitud. Caminé hasta su encuentro con dificultad. Estiró su brazo intentando alcanzarme y yo estiré los míos también hasta que conseguí agarrar sus manos y él me empujó hacia él.
Bruno me extendió un lindo ramo de flores que agarré emocionada.— Gracias, ¡son muy lindas!
— ¡No tengo palabras para describir lo maravillosa que estuviste esta
noche! — Dijo él, mirándome con sus ojos amorosos.— ¿En serio? ¿Te gustó?
— ¡Mucho! — Respondió él, antes de abrazarme.
Todo lo que más quería en ese momento, era huir con él. Pero cuando tuve ese pensamiento, nuestros papás y hermanas aparecieron para abrazarme y felicitarme. Todos estaban eufóricos. Recibí muchos abrazos y besos de parte de ellos.
Después de ese cariñoso encuentro, me despedí para cambiarme de ropa.
Como no sabía el lugar al que me llevaría Bruno, opté por usar un vestido blanco, lindo y elegante, pero no demasiado. Me puse unos tacos altos y me maquilé un poco.
Él me estaba esperando afuera y cuando lo vi estaba apoyado en un auto. Al verme, comenzó a mirarme de arriba a abajo.— ¿Tardé mucho? — Pregunté
— Si, pero valió la pena cada segundo. — Él sujetó mi mano. —¿Vamos?
— ¿A dónde?
— Vamos a subirnos al auto, primero. — Respondió, haciéndose el misterioso
Me senté en mi lugar, esperando que se colocara el cinturón de seguridad y que me mirara. Cuando me miró y dijo el nombre del restaurante me sorprendí, ya que era uno de los restaurantes más importantes de la ciudad.
— ¿Estás seguro?
— Ya reservé una mesa — Dijo con una leve sonrisa.
— Entonces, vamos. — Dije al arrancar el auto.
Durante el trayecto, comenté algunos detalles sobre el espectáculo. Bruno escuchaba todo, pero parecía estar medio distraído y hacía algún que otro comentario. Pasó la mayor parte del tiempo, mirando hacia la ventana y con una expresión pensativa.
Entramos al restaurante con las manos entrelazadas y nos acercamos a la recepcionista.— Sainz Micheli, mesa para dos, por favor
Ella confirmó la información en un enorme cuaderno blanco y llamó al mozo para que nos indicara la mesa. Mientras lo seguíamos, aproveché para mirar a mi alrededor; admirando el ambiente refinado, los arreglos florales sobres las mesas y la iluminación suave.
Nuestra mesa estaba en un lugar discreto del salón. Bruno, como todo un caballero, movió la silla para que me pudiera sentar. Le agradecí y aprecié ese gesto tan educado.
— ¿Qué desean tomar? — Preguntó el mozo, extendiendonos la carta
— ¿Vino blanco?— Sugerí
— Está bien — Confirmó Bruno, un poco nervioso
— ¿Está todo bien, Bru? — Pregunté, después de que el mozo se alejara de nuestra mesa.
—Claro — Dijo sujetando mis manos.
El mozo volvió con la bebida y nos sirvió en copas de cristal. — Vamos a brindar— ¿Por qué?- Pregunté sonriendo
— Hum... Por nosotros. — Respondió, levantando la copa
— Y el amor — Completé con una enorme sonrisa en mis labios.
Hicimos el brindis, Bruno bebió todo el contenido de una sola vez, haciendo una señal para que le sirvieran más. Él parecía estar agitado. Asimismo, me di cuenta que sus manos estaban sudando y su expresión en la cara era rara, parecía estar nervioso.
— ¿Listos para ordernar? — Preguntó el mozo.
Nos trajeron una cesta con deliciosos panes e hicimos nuestros pedidos. Percibí que Bruno pidió la primera cosa que leyó.— ¿Algo está mal? — Insistí
— No, nada. — Respondió rápido
Conversamos sobre la belleza del lugar, sobre mi baile de hoy, pero la conversación parecía ser muy forzada. Nos sirvieron nuestros platos, estaba todo muy rico y comí con placer. Estaba terminando, cuando me di cuenta que él no había comido casi nada.
— ¿No estaba rico lo que pediste?—Pregunté curiosa
— Estaba bien. Es solo que no tengo hambre — Respondió él, frunciendo el ceño
Alguna cosa estaba mal, muy mal. Comencé a sentirme muy preocupada cuando él rechazó el postre; por eso, decidí saber qué era lo que estaba pasando.
— Bruno, si no me decis lo que te está pasando, ¡te juro que me voy! — Amenacé. Él me miró por un momento, parecía estar muy pálido
— Bueno — Dijo respirando
profundamente— Micaela, antes de hablar quiero que sepas que te amo mucho, de verdad."No puede ser. Él me quiere dejar." Fueron los primeros pensamientos que invadieron mi mente y me sentí en pánico.
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Más Que Hermanos [Adaptada]
Fanfiction¿Qué harías si fueses elegida para ser la "hermana" del amor de tu vida? Fanfic Brunaela con un poco de Paioedo Novela Adaptada. Portada: Manuroon5