23 (Segunda Temporada)

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— ¿Me va a pasar lo mismo cuando yo tenga mi primera vez?, ¿me voy a dar cuenta que tener sexo no es aquello que todo las personas siempre comentan? Entonces, ¿por qué hacen tanto alarde por nada? Quizás, ni entre nosotros dos fue diferente.... —

Comencé a sentir miedo por todas las conclusiones que Micaela estaba haciendo. Necesitaba aclararle la situación porque sino sentía que el futuro no iba a ser para nada alentador...

— Quiero que me escuches con mucha atención — Sus ojos me miraban fijo, sin pestañear ni por un solo segundo —Mica, estar con vos fue algo totalmente diferente porque fue increible, maravilloso. Había placer, si, bastante placer. Pero todo eso, estaba envuelto en un sentimiento muy profundo y verdadero. ¡Y ahí está la gran diferencia! — Micaela me miraba expectante — Nuestra relación no era apenas solo sexo. Nosotros hacíamos el amor, demostrabamos en hechos todos nuestros sentimientos, eramos una unidad y nada podría ser más lindo que eso.

— Entonces, ¿con nosotros fue mejor? — Preguntó de aquella manera tan compenetrada, que era muy característica de ella.

— Fue extraordinario.—Respondi pausadamente. — ¡Con letras mayusculas! — Fue imposible no sonreír al ver esa expresión orgullosa en su cara.

— ¿Podes describir esa sensación? — Puse un brazo atrás de mi cabeza, pensando en cómo responderle.— Deja no hace falta que me contestes. Creo que esa pregunta es muy rara, ¿no?

— No, no es eso. — Esclarecí — Es solo que no es algo fácil de explicar, estoy buscando encontrar las palabras correctas. ¿Sabes como los franceses le llaman a ese momento?— Ella negó con la cabeza — La petite mort, o sea, “la pequeña muerte”. Porque es esa la sensación: de que estás yendo en dirección a tu fin. Es como estar viajando en un tren  sin control. No podes parar, o mejor dicho, no queres parar.
Y, entonces, finalmente, llegas a tu destino y, por algunos segundos, simplemente, dejas de existir.

— Eso no suena muy placentero para mi— Comentó con una mueca. — Parece... parece un poco asustador.

— No deja de serlo, especialmente en la primera vez. Pero yo no lo llamaría asustador sino como algo asombroso. Sentís como que no entendes lo que pasó pero estás curioso para volverlo a sentir, para tener seguridad de que va a volver a ser tan bueno. Y cada vez que estamos juntos, es un nuevo descubrimiento. — Ella se rió.

— No sé porque, pero me acordé de ese programa que vimos una vez en tele, que mostraban a gente que estaba practicando el Bungee-Jumping. Parece una cosa  tan rara y peligrosa de hacer. Pero a pesar de eso, las personas vuelven a hacerlas de nuevo.

— No deja de ser una buena comparación. — Concordé

— Creo que.. no sé si un dia voy sentirme preparada para saltar desde el Bungee-Jumping.—Afirmó al mirarme.

Sus ojos reflejaba duda, como que no estaba segura si yo había captado el mensaje. O quizás, creía que yo no iba a ser capaz respetar sus sentimientos.
Extendi el brazo y sujete su mano, entrelazando nuestros dedos.

— Cuándo y dónde saltar del Bungee-Jumping es una decisión tuya. — Intenté hablar en un tono amistoso — Y quiero que sepas que siempre voy a estar, esperando para saltar junto con vos, con las manos sujetadas como ahora. — Ella miró para nuestras manos unidas.

— Gracias por entender, por ser tan paciente y comprensivo. Sé que lo que te estoy pidiendo no es  una cosa fácil. — explicó con una sonrisa triste. — Es raro, porque desde que salí del coma, tengo esa rara sensación de estar siempre perdida. Pero ahora...—Ella dejo de hablar, parecía no saber cómo proseguir.

— Pero ahora... — La incentive a que siguiera hablando.

— Ahora que empezamos a entendernos, y depués de esta conversación, siento que me estoy encontrando.

— Me siento muy feliz de escuchar eso. — Dije aliviado.
Ella bajo los ojos timidamente.

— Si yo salto, ¿me prometes que no me vas a soltar mi mano?—Preguntó. Sentí que mi pecho comenzaba a inflarse de alegria. A pesar de que ella me había pedido que continuara en la dolorosa espera, no me había descartado. Al contrario, ¡me había incluido en sus planes con respecto al futuro! ¡Creía que eso era una excelente señal!

— Ni por un solo segundo.—Prometi, apretando cariñosamente nuestros dedos.

Después de eso, comenzamos a besarnos hasta dormirnos abrazados. Me quede jugando con su pelo, hasta que ella cerró los ojos.

— Bruno... — Murmuró Mica, ya casi durmiéndose

— ¿Qué pasa Mica? — Pregunté sorprendido

— Me di cuenta de una cosa más— Susurró

—¿De qué cosa? — Cuestioné confuso

— Sobre encontrarme— Volvio a susurrar — Yo me estoy encontrando en vos.

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Narra Paio:

La casa de la família Amoedo era el reflejo perfecto de sus dueños. Fui preparado para sentirme un tanto incómodo con la situación. Pero el ambiente me pareció tan agradable y alegre que, sorprendentemente, me sentía bien.

Fui recibido por Paula que alegremente me dio la bienvenida, permitiéndome entrar sin demora. El aire estaba delicadamente perfumado con el olor a sahumerio —lo que creía muy agradable, así como también consieraba agradable a  la melodía de una música suave  que sonaba de fondo.

La decoración, así como Paula, era una mezcla de dos mundos: occidental y oriental. Casi todos los muebles de la sala eran sobrios, en madera sólida, sofás confortables de color claro y almohadas de tejido en tono vibrante. 

En un interesante contraste, había sillas en madera oscura con detalles de motivo floral en marfil y que ajudabam a darle vida al lugar. Las cortinas também alegraban el ambiente,  con sus colores fuertes.

Observé algunas piezas interesantes, objetos decorativos como estatuas de elefante y de bailarines con su ropa típica.

Me gustaba bastante todo lo que veía. Pero me sentí particularmente atraído por el  bellisimo espejo que ocupaba una buena parte de una de las paredes. El marco de metal dorado estaba muy bien trabajado. Me pare en frente del espejo, con Paula a mi lado, admirándolo.

Lo que más me sorprendió fue  nuestro reflejo. La nitidez de la imágen era increible, nunca me había visto de una forma tan clara en un espejo. Algunos espejos parecen distorsionar nuestra  imágen, dejandonos más bajos, más altos o gordos. ¡Este era impresionante!

Mis proporciones exactas parecían reflejarse ahí y tuve la extraña sensación de ver mi cara por primera vez, como si solamente ahora podía observar mi verdadero yo. Sabía que era una pavada, pero no pude evitarlo.

Nota:

Hola! Algunas personas me estuvieron pidiendo que haga una maratón de esta novela. Así que bueno, decidí hacerles caso y este viernes voy a subir una nueva maratón de cinco capítulos :)
Besos!

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora