40 (Segunda Temporada)

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 — ¡Es impresionante como una mujer puede cambiar la vida de un hombre! ¡Felicidades Paula! Debes ser muy especial — Lo mire irritada y sentí con el estómago se me retorcía ante el evidente brillo raro que había en su mirada.

— Ahora, basta con tus jueguitos porque nosotros dos no estamos interesados en ellos. — Habló Paio con desprecio.

— ¡Creo que es mejor que hables por vos! Porque puede ser que ella si este interesada, ¿no? ¿Paula ya pensaste en dos Rodriguez al precio de uno?

Paio lo miró furioso y yo no sabía como actuar ante esa insinuación maliciosa.

— ¡Callate!

— Ah, cierto que a vos no te gusta compartir. ¡Que hermano tan egoista que tengo!— Y diciendo eso Lucas soltó una carcajada.

— ¡Basta! ¡Eso no causa gracia! — Habló Paio poniendose de pie.

— ¡Claro que tiene gracia! ¿Y sabes que es lo más gracioso? Ella me agarró ahí en la puerta, ¡pensando que yo era vos! — Provocó sonriendo — Paio, ¿no te resulta curioso como algunas historias se repiten? ¡Fue tan rápido que casi no creí que estaba pasando!

Paio saltó y de repente lo tiro a Lucas contra la pared, agarrandolo con total firmeza y sus manos estaban en su cuello. En su cara, había una mascara de furia.

— Te voy a alertar por una sola vez, ¡te quiero lejos de mi chica!

— ¿Qué pasa, hermanito?, ¿no estas preparado para un poco de competeción? — Preguntó Lucas, intentando soltarse. — ¿No confias en vos? En realidad, creo que eso ya no depende de mi, ¿no es cierto? ¿Y qué puedo hacer si tus chicas caen rendidas a mos pies?

Paio apretó aún más el cuello de Lucas, golpeándole la cabeza contra la pared.

— ¡Paio! — Grité asustada, sin saber que hacer. 

—Nunca más te vas a volver acercar a ella, ¿me estás escuchando? — Amenazó furioso, apretando todavía más el cuello de su hermano. — Y si lo haces, ¡soy capaz de hacer cualquier cosa! ¿Me entendiste?

Cuando Lucas pudo afirmar positivamente con la cabeza, ya que no podía hablar porque casi se estaba ahogando, Paio lo soltó 

— Ahora, andate — Habló Paio empujandolo en dirección a la puerta.

Lucas se puso una mano en su cuello dolorido, recuperando la respiración. Lo miró con odio a Paio y, en seguida, a mi. Abrió la boca como si fuese a decir algo, pero desistió a último momento. Después que él se fue, cruze mis brazos, lo miré a Paio completamente atónita y pregunté:

— ¿Qué significó todo eso?

Él suspiró

— Sentate porque es una larga historia. 

***

Narra Paio:

Me senté al lado de Paula, respiré profundo para intentar calmarme y organizar mis pensamientos.
Aquella confrontación con Lucas me había sacado de mi eje. La mire a Paula que esperaba de brazos cruzados, sentada en el sofá.
Ella se mordía nerviosamente los labios mientras esperaba por mis explicaciones.

¿Por dondé empezar? Decidí levantarme. Creía que era mejor moverme mientras hablaba porque no podría tener esa conversación quieto.

— Mis problemas con mi hermano empezaron desde hace mucho tiempo atrás, no es algo nuevo. — Comencé a hablar de espaldas para ella. — Creo que después de que naci, él no pudo superar el hecho de no ser más hijo único. A él siempre le gusto ser el centro de atención. Después de que perdió el puesto, empezo a competir conmigo en todo. En la infancia, competía por la atención, juegos, amigos.
En la adolescencia, incluyo... chicas — Hice una pequeña pausa, organizando los pensamientos. Paula prestaba una enorme atención. Sus ojos oscuros y curiosos me observaban.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora