39 (Segunda Temporada)

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Narra Bruno

— Muy, muy, muy bueno. — Respondí mientras Micaela distribuía más besos por mi pecho.

— Hum... — Murmuró — Bueno, vamos a ver si puedo aumentar a más que un  “muy” en esa clasificación.

¡Necesitamos hacer las paces más seguido!— Pensé

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Narra Paula:

¡Finalmente llegó el gran día! Esa noche se celebraría la fiesta "sorpresa" por mi cumpleaños. Intentaba a todo costo contener mi entusiasmo, pero me resultaba muy difícil no reír adelante de todos en mi casa al observar los intentos que hacían para esconderme todos los preparativos.

Con Paio arreglamos para encontrarnos en su departamento, probablemente porque quería alejarme de mi casa y que en mi casa tuvieran todo el terreno libre para arreglar todo.
Así que en aquella tarde, llegué en el horario pactado, toqué el timbre y esperé. Pero nadie apareció.

Volví a insistir. La puerta se abrió, vi una figura masculina de cabellos oscuros y, sin prestar mucha atención, me abalancé encima de él, abrazandolo con firmeza. Miré un poco mejor y vi un pecho desnudo y mojado, donde apoyaba mi cara y, mirando para abajo, apenas una toalla envuelta en la cintura.

— ¿Hay un lugar más en esa ducha? — Pregunté maliciosa.

— ¡Por supuesto! — Escuché una voz risueña, cínica y desconocida.

Levanté mi cabeza inmediatamente y, asustada, vi una cara muy parecida a la de Paio, pero no era Paio.
Él tenía exactamente la misma altura, el mismo cuerpo, el mismo color de pelo. Pero con la diferencia de que sus ojos eran un poco más claros que los de Paio.

— ¡Perdón! Yo...

Inmediatamente me solté del desconocido, alejándome de él. Pero estaba tan aturdida que me tropecé con mis propios pies y, humilladamente, caí en el piso.

 — ¡No hacía falta que te tiraras a mis pies! — Dijo con una sonrisa irónica—¿Necesitas ayuda? — Preguntó extendiendo la mano.

Lo miré a la cara y reconocí el mismo espíritu travieso de Paio, especialmente cuando levantó una de sus cejas y sonrió seductoramente. Pude adivinar rápidamente de quién se trataba.

¡Por el amor de Dios qué buenos genes tienen en la familia Rodriguez! — Pensé mientras aceptaba su mano para poder pararme.

— Gracias — Agradecí sin gracia mientras me levantaba.  — ¿Paio está?

— Ah, ¿lo estás buscando a Paio? — Preguntó poniendo sus manos en su cintura. — ¡Ahora puedo confirmar que él siempre tuvo un buen gusto! — Comentó, mirándome de la cabeza a los pies.

— Ehh... si él no está, puedo volver en otro momento— Justifiqué, retrocediendo algunos pasos.

— ¡Espera! — Llamó con una expresión más agradable. — Él todavía no llegó, pero si queres lo podes esperar allá adentro. Me presento, yo soy Lucas el hermano más grande de Paio.

— Un placer, mi nombre es Paula Amoedo y soy la novia de él.

— ¡¿Novia?! — Inquirió incrédulo — ¡Eso si que es toda una novedad! Él nunca me habló sobre vos. Tampoco es que hablamos demasiado últimamente, pero no deja de ser una agradable sorpresa conocerte... Paula.

Él hizo una pausa antes de decir mi nombre y, cuando lo hizo, lo susurró de una manera que parecía bailar con las letras en su boca, como si decir mi nombre le diera placer. Me sentí todavía más incómoda.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora