28 (Segunda Temporada)

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-¡Wow! - Susurró Bruno cuando el beso terminó- Entonces, ¡de verdad te gustó mi desempeño de esta noche!

- Si, me encantó- Confirmé pasando la mano por su cara.

- Pero como la noche todavía no termino, vamos a ver si respetas "desempeño" más tarde.

Bruno me miró sorprendido, probablemente, intentando entender el significado de mi frase que estaba llena de dobles sentidos. Mire a nuestro alrededor y felizmente Sofia ya se estaba alejando.

El resto de la familia y nuestros amigos se acercaron para saludarlo. Después de un rato fuimos rumbo a la fiesta.

Al llegar, nos quedamos todos sorprendidos. El predio era antiguo y sus salones escandalosamente lujosos, con piso de marmol, cortinas muy lindas y piezas inmensas de cristal.

Escuché que Paio suspiró, demostrando que aprobaba lo que veía a su alrededor, mientras que Paula comentaba sobre la belleza del ambiente. Ese era un club muy exclusivo, generalmente abierto para los socios.

Bruno nos explicó que el papá de Sofia, uno de los socios, había conseguido la reservar del espacio para esta ocasión. Cuando entramos al inmenso salón, observé que el lugar había sido dividido en dos ambientes.

De un lado estabam posicionadas varias mesas con sillas, donde los invitados estaban hablando animadament y saboreaban las cosas que los mozos servían.

El aroma de la excelente comida se mezclaba con el de los perfumes caros. Al observar el nivel aristocrático de los invitados, confirmé que había elegido bien mi look para la ocasión.

Observé que también había una bella escalera que daba acceso a un piso superior. Del otro lado  del salón, había una pista de baile animada por un joven DJ.

Elegimos una mesa que estaba bastante cerca de la pista. Después, un mozo se acercó para ofrecernos algunos tragos y nos servimos.

- ¡Quiero proponer un brindis! - Habló Paio, levantando su copa.
- Vamos a brindar por la nueva fase profesional de Bruno y por mi nueva carrera. Pero por sobre todas las cosas, porque tenemos a estas dos mujeres que, por algún motivo que desconozco, nos soportan todo sin quejarse.

Levantamos nuestras copas y brindamos.

- Esperen, ¡tambiém quiero brindar por algo! - Dijo Paula acelerada - Vamos a brindar también por la recuperación de Micaela, que está cada día mejor. Y porque estamos con los chicos más hermosos de Buenos Aires-
Entonces, brindamos alegres.

- ¡Un momento! - Dijo Paio, dejando de tomar su trago repentinamente. - ¿Hermosos? Así, ¿en plural? ¿Eso significa que alguna vez lo miraste a Bruno de esa manera, señorita Paula Amoedo?

- ¡Ay, ya me parecía raro! - Habló Paula energica y depositando su copa de forma firme en la mesa.
- ¡Paio, despertate! Lo que yo quise decir es que yo te veo de esa forma y Mica lo ve de esa manera a Bruno. Mira, yo no te doy motivos de desconfianza. Pero si seguis así, te juro que voy a empezar a darte motivos reales. ¡Agarro mi cartera y me voy con el primero que aparezca!

- No, no, perdóname mi amor- Suplicó Paio antes de besarla.

Ellos tenía una sintonia perfecta, adorabam esos jueguitos. Era muy bueno comprobar como combinaban y estaban tan felices juntos. Nunca había pensado que Paio se iba a enamorar.

Entonces, fue una grata sorpresa ver como él se demostraba con un novio cariñoso, un poco celoso, pero, amoroso. Prueba de que algunas veces las personas pueden cambiar y demostrar que son mejores de lo que aparentan. 

Lo mire a Bruno, que tomaba su trago distraido. Y pensé si antes del accidente también eramos así, tan visiblemente conectados. Sin darme cuenta, solté un profundo suspiro.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora