20 (Primera Temporada)

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Después de la cachetada que le di, sus ojos estaban cerrados. Vi las marcas rojas que mis dedos hicieron en su piel y me di cuenta que había ido demasiado lejos.
Al abrir sus ojos, tenía una mirada de furia que me hizo congelar hasta los huesos. Ya había abierto mi boca para disculparme. Pero entonces me agarró fuertemente de los brazos...

- ¿No sabías que solo existe un castigo para la mujer que golpea a un
hombre? - Empujándome con violencia al encuentro de su cuerpo, unió sus labios con los míos.

Fui tomada totalmente por sorpresa con aquel ataque repentino. Bruno me apretaba con fuerza, su boca lo obligaba a la mía abrirse. Estaba tonta, no conseguía pensar con claridad. Mucho menos podía asimilar que lo que había estado soñado durante toda mi vida finalmente se estaba cumpliendo.

Sentí su lengua invadir mi boca, obligandome a una rendición total y literalmente me sentí devorada por él. Estaba shockeada por su ataque, me sujete en su cuello para no caerme hasta que el beso fue cambiando de intensidad yendo de la rabia para algo más lento y sensual. Sentía su lengua moviéndose adentro de mi boca, pero él debió haber percibido mi inexperiencia porque se alejó por un momento y susurró:

- Relaja los labios y mezcla tu lengua junto a la mía. - Dijo respirando rápido

Miré rápidamente sus ojos y no vi más rabia, apenas deseo. Yo temblaba desde la cabeza hasta la punta de los pies por la fuerte emoción que me dominaba.

No podía creer que esta vez tenía al hombre de mis sueños pidiéndome besos y enseñandome cómo besar. Totalmente rendida, cerré mis ojos y esperé ansiosa, entregandome al momento.

Primero, sentí su aliento y su perfume natural dejándome embriagada. Después, pude sentir el toque suave de sus labios en los míos, tan delicadamente que parecían de seda. Sentí una de sus manos en mi nuca, mientras la otra me sujetaba por la cintura con firmeza y cariño. Siguiendo su orientación, moví mis labios con los de él.

Abrimos nuestros labios un poco más y cuando nuestras lenguas se encontraron por primera vez, lo abracé fuertemente junto a mi, en cuanto nos besabamos en completa armonía.

Una explosión de una bomba nuclear, una manada de búfalos furiosos, el impacto de un meteoro, todo eso era poco al intentar expresar las emociones que estaban liberadas en aquel momento.

Sensaciones fuertes e intensas que venían en ondas cada vez mayores, como si estuviera ahogandome con fuego.
Perdí completamente el dominio sobre mis acciones. Me sentía como si me hubiera convertido en una marioneta que estaba en sus manos. A medida que el beso proseguía y ganaba fuerza y calor, su abrazo se tornaba posesivo y exigente.

Mi boca no parecía más suficiente para él ya que descendió sus labios para mi mentón en donde lo mordió levemente, antes de seguir hacia mi cuello: sensaciones de placer recorrían todo mi cuerpo a medida que él me besaba y jugaba también con mi oreja.

En aquel sublime momento eramos solo Bruno y Micaela, nuestro apellido en común había quedado atrás.

Tenía la impresión de haber escuchado golpes en la puerta, pero no estaba del todo segura. En ese momento, Bruno puso nuevamente su atención en mi boca. Dándome un beso arrasador, haciéndome sentir en llamas. Lo abracé todavía más fuerte, pero ahora yo escuché que alguien estaba tratando de abrir la puerta y me separé por completo de la boca de él.

- Bruno... - Dije sin aire. - Hay gente que está golpeando la puerta y que quiere entrar.

- Pueden esperar - Susurró él mientras me mordía mi oreja.

- ¡Abran esa puerta o la vamos a derrumbar! - Escuché la voz de un hombre amenazando.

- Bru, ¡salgamos de acá,
por favor! - Imploré, tomando coraje y empujandolo con mis manos.

Él me miró y vi tantos sentimientos en sus ojos que sentí que mis piernas se quedaron inmóviles, pero él pareció escuchar esta vez y se alejó un poco de mi.

- ¡Vamos! - Dijo arreglando su ropa y su pelo. Hice lo mismo.
Me miré rápidamente en el espejo, alisando un poco el vestido y pasando la mano en el pelo. Bruno abrió la puerta y vimos a una persona de seguridad que nos miraba con cara de muy pocos amigos.

- ¿Algún problema, señorita? ¿Este caballero la está molestando? - Preguntó dirigiendose hacia mi, ya estaba dispuesto a golpearlo a Bruno.

- ¡Está todo bien! ¡Se lo
aseguro!- Respondí rápidamente.

- ¿Está segura? - Volvió a preguntar y confirmé afirmando con la cabeza. Después de lanzar una mirada amenazadora hacia Bruno se alejó.

- ¡Veni! - Dijo Bruno al agarrarme de la mano

- ¿A dónde vamos? - Pregunté.
Todavía estaba media aturdida y me tropezaba sin parar.

- Todavía no bailaste conmigo esta noche - Respondió conduciendome hacia la pista de baile.

POR FIN LLEGO EL BESOOOOOOO💕💕💟💞💖.
Espero que les hayan gustado estos 5 capítulos, perdón por publicarlos tan tarde jajaja.
Ah y gracias por los 2K de lecturas. Son lo más!!💕
TWITTER: @girlxnfire_

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora