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—¡Levantad chicos, hemos llegado al hotel! —grita Bart mientras hace ruido intentando levantarnos.

¿Por qué? Porque ha intentado varias veces despertarnos como a las personas normales pero nadie se entera.

—Ya vamos, ya vamos —musitamos todos a la vez y Bart se va.

Salgo de la cama y ando en modo zombie hasta el baño. La mayoría de los chicos se han ido directamente al hotel pero yo al menos voy a peinarme un poco. Tengo que dar buena presencia. Después de cinco minutos salgo comprobando que me han dejado sola.

—Gracias por llevaros mis maletas —murmuro con sarcasmo bajando del bus.

Esta vez hay un par de fans en la puerta y me paro a saludarlas. Técnicamente no puedo pero todos están dentro y estas chicas están aquí muy temprano. Me gusta ser agradecida con mis fans, sin ellos no estaría aquí. Después de diez minutos entro al hotel y voy en busca de mi habitación pero cuando llego hay algo fuera de lo común.

—¡Nash vístete! —grito tapándome los ojos ya que el chico solo lleva unos boxers— ¡Y sal de mi habitación! —vuelvo a exclamar y el se ríe.

—No es tu habitación cariño, ahora es nuestra —murmura subiendo y bajando las cejas. No me fastidies

—¿Es una broma, verdad? —cuestiono y el niega— ¿Por qué? Soy la única chica y necesito mi espacio personal libre de hormonas masculinas.

—Después de lo de Washington, Bart no nos deja compartir habitación a Cameron y a mí. Por lo que Cam y Aaron duermen juntos y yo me quedo contigo.

—¿Pues qué bonito todo no? —digo con sarcasmo mientras saco algo de ropa de la maleta.

Normalmente me cambio en la habitación pero con el oji-azul aquí mejor me voy al baño aunque él no parece pensar lo mismo. Cojo unos pantalones cortos de color blanco y una camiseta de tirantes negra para llevarme al baño y dejo sobre la cama una rebeca larga gris y negra y mis Converse altas blancas. También dejo unos medias negras que me llegan casi a la rodilla.

Abro el grifo para darme una pequeña ducha pero antes recojo mi pelo en un moño. Tardo más de lo común duchándome y cuando salgo, ya vestida, encuentro a varios de los chicos en la habitación.

—Vaya tenemos visita —murmuro mientras voy hacia mi cama. Una cama en la que están tirados los Jacks.

Me siento en el suelo para atarme tranquilamente las Converse mientras los chicos siguen mis movimientos. Vuelvo hacia el baño para peinarme y cuando salgo hacen lo mismo.

—Parad, es incómodo —reniego señalándolos con el dedo mientras cojo un collar.

—Espera, yo te ayudo —susurra Cameron que acaba de entrar por la puerta cogiendo el collar. Se pone detrás mía y me lo abrocha. Yo musito un breve gracias y me aparto.

—¿A qué hora es la convención? —pregunto y todos se quedan callados. Veo como alguno intenta decir algo y mueven sus bocas sin decir nada. A otros parece que le he hecho la pregunta más difícil de su vida— Ya que no os enteráis de nada, voy a preguntar.

—¡Matt no eres un dinosaurio! —grita Carter desesperado y yo paso de largo riéndome, porque a estos dos mejor no preguntarles.

Toco la puerta de la habitación de Shawn y Taylor y se abre despacio, ya que estaba entornada. Menos mal que los fans no entran aquí porque si no se les colarían dentro.

—¿Me echabas de menos preciosa? —pregunta Taylor saliendo del baño con el cepillo de dientes en la mano.

—Mucho, ¿está Shawn?

Welcome To Magcon? © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora