Welcome To Magcon? © EDITANDO

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Termino de lavarme la cara en el baño de mi habitación de Idaho a la vez que escucho la llegada de mensajes a mi teléfono.

No les doy importancia a los mensajes y continuo con mi tarea en el baño, y eso es debido a que me acabo de despertar, mi cara parece la de un zombie y mi pelo es como un nido de pájaros.

-¡Abs, el pesado de tu novio te reclama! –grita mi compañero de habitacion, por lo que salgo del aseo cepillandome el pelo para ver que quiere.

Bae💕: Buenos días boo. Vístete, te espero en la entrada del hotel para pasar el día fuera. Love -C

Vuelvo a leer el mensaje de Cam con una sonrisa de tonta enamorada en la cara, así durante un par de veces hasta que me doy cuenta de que sigo en pijama y debe de estar esperándome.

Saco de los cajones de mi armario unos pantalones cortos y busco una camiseta que le cogí anoche a Cameron.

¿Sabéis que? Amo ponerme la ropa de chico, y eso es porque, ademas de que me encanta, es tan cómoda y huele tan bien que me enamora. Mas lo hace que sea de mi novio, ademas de que, como era de esperar, me está bastante grande y me sirve de vestido, ya que me llega un poco mas arriba de las rodillas.

Acompaño la ropa que he elegido con mis Vans negras altas, mi pelo suelto y un maquillaje natural, ya que solo llevo el eyeliner, el rimmel y los labios pintados.

-Intentad no liarla mucho, por favor. Y si necesitáis algo o pasa algo grave llámame –le comento a Nash, a la vez que cojo mi móvil y algo de dinero, y el oji azul asiente.

Corro por las escaleras para bajar a la planta baja del hotel, lugar donde encuentro a Cameron y lo saludo con un tierno beso antes de irnos.

[...]

-Creo que necesitábamos un día así, alejados de los chicos –murmuro mientras caminamos por el pasillo de vuelta a las habitaciones.

Y os preguntareis, ¿Que hemos hecho?   Pues bien, hemos tenido un día tranquilo, un día de pareja.

Hemos salido esta mañana y hemos estado dando una vuelta por la ciudad, lo que me ha hecho darme cuenta de que es un sitio precioso y me gustaría volver, después fuimos a comer a un restaurante y por la tarde, fuimos al cine a ver una película.

Definitivamente ha sido un día genial, de esos que repetiría todas las veces que fuesen posibles, porque hoy verdaderamente he disfrutado de una relación normal junto al chico al que quiero.

Lo siguiente ha sido volver de camino al hotel, ya que mañana es la convención y Bart nos dijo que no volviésemos tarde.

Aunque justo cuando estábamos entrando por el hotel me ha llegado un mensaje de Shawn donde me decía que habían salido todos y que volverían un poco mas tarde, a lo que le he contestado que no se preocupe, que estaba entrando al hotel con Cameron.

Cameron's Pov

Llegamos a la puerta de nuestras habitaciones de hotel comentando lo genial que ha sido este día y la falta que nos hacía.

Mientras Abby habla, desvío un momento la mirada y la bajo hasta nuestras manos, donde veo nuestras manos entrelazadas, la forma en la que se completan y sonrío.

Sonrío y vuelvo a dirigir mi mirada hacia la cara de Abby, donde la encuentro riéndose, y la observo en silencio. Observo como entrecierra sus ojos para hacerlo, los hoyuelos que se forman en su cara, el sonido tan gratificante que proviene de su risa y lo preciosa que es.

Entonces ella se da cuenta y para, corta su risa y se para frente a la puerta de su habitación mirándome.

Me acerco a ella y acaricio su cara, a la vez que uno mis labios con los suyos para besarla. Nuestros labios danzan en perfecta sincronía, como si estuviesen destinados el uno para el otro, mientras seguimos ahí de pie. Abby sube sus pequeñas manos y las coloca al rededor de mi cuello, acariciando el nacimiento de mi pelo, mientras las mías acarician su cintura.

Abs pega mi cuerpo al suyo con un suave empujón, rompiendo la distancia que quedaba entre nosotros, mientras profundizamos el beso y la tomo por las curvas de su cadera.
Un leve sonido escapa de mi garganta y ella se separa sonriendo a escasos centímetros míos. Joder.

-Cam –susurra entrecortadamente. No sabéis lo que me gusta cuando pronuncia mi nombre así– Podemos entrar, no hay nadie...

-¿Estas segura? –respondo y mi voz sale a trompicones. Lo que me hace esta chica no puede ser sano. Abby asiente y yo la bajo al suelo para que abra la puerta de la habitación mientras beso la parte trasera de su cuello.

La recuesto suavemente sobre la cama mientras beso cada parte de su piel expuesta. Abby busca el final de mi camiseta sin prisas mientras acaricia mi cuerpo, despego mi boca de la suya durante un par segundos eternos, ella desliza suavemente la camiseta por mi torso y la lanza al suelo.

Observo como su pecho se alza bruscamente cuando mira mi torso desnudo. Un estúpido sentimiento de orgullo cruza mi mente pero lo elimino enseguida, ahora ella es capaz de sentir lo mismo que siento yo cuando miro cada parte de su cuerpo. Sonrío y vuelvo a besarla mientras pongo atención en el final de la camiseta que cubre su precioso cuerpo, camiseta que me ha cogido esta mañana, acariciando su cintura en el camino, voy levantándola despacio sin dejar de mirarla ni un solo momento, Abs levanta la espalda y me permite sacar completamente su camiseta.

Ahora soy yo el que admira su torso desnudo mientras acaricio los lunares de su vientre, como si de la mas bella obra de arte se tratase. Inevitablemente un sonido casi gatural escapa de mi garganta mientras ella sonríe mirándome.

Esta pequeña orgullosa tiene ganado cada parte de mi corazón y mi cabeza, como nadie ha echo antes.

Vuelvo a besar su clavícula, subiendo por su cuello hasta llegar a su boca ansiosa mientras observo sus pupilas dilatadas.

Si normalmente es preciosa, en este momento lo es mil veces mas. Sonidos gaturales escapan de su garganta, sus pupilas dilatadas indicando que necesitaba esto tanto como yo y que está segura, sus labios hinchados de tanto besarme, sus uñas clavándose en mi espalda... Es el cóctel perfecto que explota mi existencia, definitivamente me está volviendo loco.

La ropa que quedaba va desapareciendo poco a poco, la habitación se torna en un momento de pasión, todo pedía a gritos este momento y nuestros cuerpos están en perfecta sincronía, dispuestos a pasar al siguiente paso, un paso que demuestra que yo soy suyo y ella es mía.