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-¡Esto es todo Illinois, hasta pronto! –grito como siempre al acabar.

-¡Sentiros afortunados, habéis tenido la suerte de ver a Abby coja! –grita el gracioso de Cameron a mi lado.

Yo murmuro un "que te den" mientras los demás se despiden y él me abraza en respuesta riéndose.

[...]

-Ha ido genial chicos, ¿Abby querías ver Chicago verdad? –habla Bart

-Bueno quiero verlo todo, pero si –contesto sin saber muy bien que quiere.

-Podéis salir a cenar fuera del hotel, pero no volváis tarde –dice y todos celebran–  Mañana salimos hacia Indiana.

-Casita que cerca estás –habla Taylor muy contento.

-¿Eres de allí? –murmuro y el asiente– que guay

-Por cierto, mañana llega un invitado –explica Bart antes de irse.

Los chicos se preguntan quien será mientras subimos al ascensor para ir a nuestras habitaciones.

Nash me mira y yo lo miro a la vez intentando no reírnos cuando los chicos dicen quien puede ser.

-¿Qué os hace tanta gracia? –pregunta  Carter.

-Nada, nada –murmura Nash.

El ascensor para en nuestro piso y las puertas se abren lentamente.

-No tardéis mucho, tengo hambre –ruega Matt.

Nash abre la puerta de nuestra habitación dejándome pasar primero y después de pasar él, la cierra. La verdad es que no necesito mucho tiempo.

Estamos en pleno noviembre por lo que llevo unos pantalones vaqueros ajustados y una blusa en la parte de arriba. Cambio mi zapatilla de deporte por una bota para que mi pie esté calentito en la calle y cojo una chaqueta.

¿Por qué digo zapatilla, bota y pie en singular? Porque sigo teniendo el esguince y como consecuencia el pie vendado, por lo que no me puedo poner dos zapatos.

En el pie que tengo fastidiado me pongo un calcetín gordito ya que lo único que me faltaba es que se me congelasen los dedos del pie.

Me dejo el maquillaje de la convención y me arreglo un poco el pelo, ya que los chicos me lo han revuelto y parezco una loca.

Salgo del baño encontrándome al oji-azul tirado en la cama ya preparado.

-¿Lista? –pregunta levantándose y asiento.

Guardo mis cosas en los bolsillos de la chaqueta mientras cojo las muletas para andar.

Esto es glamour y lo demás son tonterías por favor.

[...]

-Matt no es una escayola, no pintes –advierte Shawn.

-No pasa nada, así es más bonita –hablo dejando a Matt que pinte en mi pie.

-¿Veís? Ella me quiere –contesta el rubio como un niño pequeño.

-Oye Abby, ¿has pensado preguntarle a Bart sobre tu madre? –pregunta Johnson interesado mientras come.

Desde que me enteré de que Bart es amigo de mi padre y conoce nuestra vida, he estado pensando en eso. El podría darme otra perspectiva de la historia, aunque creo que la visión desde todos los ángulos es la misma en esta historia. Además, no termino de sentirme cómoda.

Bart no pasa mucho tiempo con nosotros aunque cuando lo hace es genial. Pero no termino de hacerme a la idea de que este hombre sabe mi vida, porque forma parte de ella, y prácticamente me ha visto en pañales.

-La verdad es que algo si, pero no me interesa mucho –respondo como si nada.

-¿No crees que podrías darle otra oportunidad? Digo, al fin y al cabo es tu madre –habla G.

-No creo, ya os lo dije. Ella es mi progenitora, decidió marcharse y no he vuelto a saber de ella –vuelvo a decir y los chicos parecen dejarlo ahí– Cambiando de tema.

Cambio el tono de mi voz mientras le quito el beanie a Aaron y él se queja.

Cojo un par de servilletas y las parto en trocitos, bajo la atenta mirada de los chicos, hasta obtener diez papelitos.

Reparto uno a cada uno mientras siguen mirándome como si estuviese loca y les explico.

-Queda un mes y medio para Navidad y vamos a hacer como un amigo invisible. Aún falta bastante pero os conozco y lo dejareis para el último momento –hablo y ellos asienten–, así que desde ahora tenéis un mes y medio para encontrar un regalo.

-Estás como una cabra –murmura Cameron y yo finjo no escucharlo.

-¿Y para qué es esto? –pregunta Matt señalando el papel confundido.

-Vais a apuntar vuestro nombre y tallas de ropa y zapatos ahí. Después lo dobláis y lo metéis aquí –explico mientras yo lo hago de ejemplo.

Los chicos apuntan todo e introducen los papelitos en el beanie mientras yo lo agito para que se mezclen.

-Vale, ahora meted todos la mano a la vez y sacad un papelito.

Los chicos me hacen caso y yo lo hago a la vez que ellos.

Cada uno abre su papel, intentando que nadie lo vea, mientras lee el nombre en silencio. Justo después veo sonrisas y alguna que otra mala cara mientras se miran entre ellos.

-¿Nadie se tiene a si mismo? –pregunto y ellos asienten– Genial

A mi obviamente me ha tocado uno de los chicos, ¿queréis saber quien? Lo descubriréis el 24 de diciembre, o tal vez antes...

[...]

-Sigo pensando que la silla de ruedas es mejor -dice Nash mientras entramos al hotel

-Puede ser pero no me gusta -hablo recordando los primeros días de mi esguince.

Los chicos pensaron que iba a ser más cómodo y me llevaban de un lado a otro en ella. ¿El problema? Casi me como la pared un día, ya que hacían carreras conmigo encima de la silla, y cuando pasábamos por puertas o cosas de ese estilo me llevaba golpes por todos lados. Además de que no entraba por muchos sitios y lo complicaba más.  

Creo que ya me estoy acostumbrando a usar las muletas porque, aunque no es la primera vez que las uso, siempre hay un par de días que te sientes raro.

-Era divertido -susurra Taylor riéndose y los demás lo apoyan.

-Iros a la mierda todos excepto Shawn, a ti te quiero babe -hablo abrazandolo

Y no, no es que le haga bullying a todos menos a él. Es que todos se han reído cuando Taylor ha dicho eso y Shawn no, además le ha dado una colleja a su amigo.

No es que me siente mal, pero muchas veces se ríen a mi costa y a veces fastidia.

Welcome To Magcon? © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora