Utopias ©

22.

  Y al día siguiente ella me sorprendió yéndome a buscar a las ocho de la noche por la escuela de Música. La vi muy a lo lejos cuando iba caminando por el pasillo con los auriculares en mi oído. Su silueta fue reconocible para mí, e inmediatamente caminé con el paso más acelerado para llegar a ella. A mi lado se encontraban Juan y Romina, la pareja a la cuál Bianca había estado celosa, precisamente de Romina. Cuando llegué a Bian, la alcé mientras le besaba el cuello haciéndole saber que estaba feliz por haberla visto.

- ¡Paio! bajame... bajame... - dijo riendo porque los besos a lo vampiro le daban cosquillas.

- ¿por qué tengo que bajarte? ¡no ves que estoy feliz! – y se lo dije eufórico en el oído para que todo el colegio no nos oyera. Pero, a pesar de eso, las miradas del colegio entero estaban fijas en nosotros.

- ¿solo por venirte a buscar, chiquito? – y la miré sorprendido por la calidad de sus apodos.

- ¿chiquito? – pregunté aún sosteniéndola en el aire.

- Chiquito. – y me dio un beso chiquito antes de que la bajara al suelo.

Romina y Juan no tardaron mucho en alcanzarnos. Vinieron de la mano también, para despejar dudas o inseguridades que mi novia pudiera tener. Aunque, fue Bian la primera en saludar a Romina y disculparse por el momento que le había hecho pasar la otra vez.

- buenas... - dijo Juan divertido mientras saludaba a Bianca, y ella a él con un beso en la mejilla.

- Bianca, un gusto. – dijo ella con una sonrisa.

- ¿La novia de Paio? – dijo él- Juan novio de Romi... - y le dio un beso en la cabeza a su novia el cuál la tenía agarrada por la cintura.

- vos ya sabés quien soy, que bueno verte acá. – dijo Romina mientras se abrazaba a su novio.

- Gracias. – sonrió Bian.

- Bueno... nosotros nos vamos ¿No, Bi? – ella me miró asintiendo- hasta mañana chicos.

- Hasta mañana. –

Nos despedimos con un beso en la mejilla cordial mientras que Bian y yo nos íbamos hacia mi auto y Romina junto con Juan para el suyo.

Cuando subimos al auto, ella se acomodó en el asiento del conductor y yo en el del copiloto. La miré con confusión, pero finalmente accedí luego de que ella me sonriera con ternura. Cuando los dos ya estábamos acomodados, me incliné para mirarla mientras ella se enganchaba el cinturón en su cintura.

- ¿porque manejás vos? ¿no querés ir a casa? – fruncí el ceño con intriga mientras la miraba fijamente buscando, quizá algún rastro que la delatara.

- No... hoy te venís conmigo a casa. – y no me miró. Colocó el dedo para encender el aire acondicionado y encendió el auto.

- ¿por qué? –

- Porque hoy quiero pasar hasta mañana con vos... quiero estar con vos. – y esto último lo dijo mirándome con sus ojos pardos. Me sorprendía su manera de mirarme con detenimiento pero aún así podía trasmitir tanto...

- Bian no tenés que hacer esto por lo que te dije ayer... - me encogí de hombros sabiendo que no era precisamente lo que quería.

- No es por lo que me dijiste ayer. – dijo con firmeza- no somos chicos Paio, yo sé lo que quiero. – me sonrió y eso fue el perfecto momento en el que ninguno de los dos dijo ni una palabra. Todo estaba dicho entre nosotros.

Princesa de todos mis palacios
Si me pudieran dar a elegir
Como y donde yo quisiera morir
Contestaría acostado
Feliz de estar a tu lado

Agradecí que el instituto terminara a la noche, y más aún sabiendo en el lugar en el que terminaríamos a las diez de la noche. Estábamos estacionando frente a un boliche muy conocido en la ciudad, al boliche que iba yo de chico junto a mis amigos; sonreí al rememorar viejas épocas. Le sonreí y cuando ella se sacó el cinturón la acerqué a mi cuerpo para besarla.

- ¿porque me trajiste acá? – pregunté mientras le besaba la frente, la mejilla y el cuello.

- ¿no te gusta? – y puchereó como una nena.

- Me encanta... acá vine con mis amigos cuando era más chico... - y dí vuelta mi vista para volver a verlo - ¿como sabías que este era el lugar?

- Agus y Rocío me dijeron... ¿vamos?

- Vamos.

Sabes, me cuesta hacer este viaje
No, no es que no tenga esperanza
Yo confío mucho en tu enseñanza
Vos confía, confía en mi aprendizaje
Y si para nuestro amor
No encuentro un buen adjetivo
Es por que te amo mucho, mucho mas
Del te amo que te digo

Le di un último beso y nos bajamos del auto. Entramos al boliche tomados de la mano. Mariana sacó las entradas cuando el guardia del lugar se lo pidió, ella tenía todo controlado.

Y al entrar, nos encontramos con Rocío, Gastón, Agustín y Candela con un vaso de Fernet en la mano. Nos saludaron apenas entramos mientras sonaba la música a todo volumen.

- ¡al fin llegaron! Pensé que no llegarían más... - dijo Agustín saludándonos con una sonrisa.

- Bian me pasó a buscar por el colegio... yo hasta ahora no sabía. – y tomé a Bian por la cintura mientras le daba un beso.

- Seguiste mi consejo Bianquita... - dijo Candela chocando las manos con mi novia cuando ya se había separado de mí.

- ¿como que...? ¿ya hablaron ustedes? – pregunté confundido y Rocío se acercó a mi lado mientras ponía un brazo sobre mi hombro.

- Secretos. – dijo Rocío dándome un beso en la mejilla ante la atenta mirada de Gastón.

- ¡Ya Gas! – dije con una sonrisa divertida- ya estoy comprometido... Rocío es sólo mi amante.

Y todos reímos a carcajadas.
La noche se pasó con rapidez. Eran ya las cuatro de la mañana cuando todos salíamos del boliche con un par de copas de más. Todos nos encontrábamos en la esquina del boliche pidiendo por un taxi para mis amigos. Rocío estaba colgada de caballito de Gastón que trataba de mantener el equilibro. Candela no había tomado puesto que ella tenía que llevar a Agustín hasta el auto, lo que hizo después de saludarnos a todos. Bianca y yo nos encontrábamos lúcidos y más concientes que nunca, lo que nos permitió manejar sin cuidado.

Cuando Gastón y mi amiga entraron en el taxi, Bian y yo nos subimos al auto para regresar a su casa.

Entre el alcohol y algo más
Quede moribundo
Cansado ya de soñar
Y hoy puedo hacer la canción más hermosa del mundo
Y besarte al despertar

Quince minutos pasaron para que llegáramos a cruzar los límites de la inconciencia. Ella estaba subida a mí mientras se sostenía de mi cuello besándome con pasión. Yo la agarraba de la cintura mientras caminaba con ella cruzando el patio trasero para llegar finalmente a su lugar entre besos dulces y apasionados.

Yo controlaba este juego
Al principio era el dueño
Firmaba cualquier papel
Y hoy sos la protagonista de todos mis sueños
Soy esclavo de tu piel

Buennnn dia para todos!!

Buen lunes...

Perdón por mi desaparicion, andaba de joda jaja!

T.