24 de diciembre de 2002 fue cuando ella fue a visitarme al colegio Musical. Luego de haber tenido esa entrevista que tantos dolores y nervios me había causado, finalmente me habían aceptado. Y toda la costumbre se tornó difícil... cansadora. Porque ya no estaba solo en casa componiendo y haciendo lo que me proponía cuando lo deseaba. Ya era otra cosa, docente.
El tener que enseñar a niños de jardín a séptimo grado de primaria fue toda una complicación, no había tenido tratos con niños desde que mi hermana se había hecho un adolescente. Toda la vida estube a cargo de mi ella a pesar de mi mamá, que siempre estaba, pero de algo había que vivir ¿no?
Los chicos se comportaban perfecto, y al principio fue extraño volver a relacionarme con niños, pero luego mejoró la convivencia entre todos. Las clases eran grupales, y yo las disfrutaba más de lo que pensaba en un principio.
Esta vez, Bianca había sido la encargada de pasarme a buscar por el colegio por primera vez. Quería que fuera ella la primera que viera mi labor, y compartir lo que más me gustaba. Porque ella sabía que la música era una gran parte de mi vida, pero no sabía que los niños también lo empezaban a ser. Y la manera en la cuál me vió fue un tanto extraña. Me encontraba con una nena, una nena de primer año con colitas, una rubia hermosa de ojos celestes con vestido floreado rosa. La tenía en mi falda mientras le enseñaba a tocar el tambor escolar. Bianca golpeó la puerta apenas para que me percatara de su presencia y me hizo sonreír. Ella también lo hizo y se acercó a mí arrodillándose a mi lado pero sin besarme, solo un beso en la frente.
- buenos días linda... - dije aún con Valentina en mis brazos. Así se llamaba la nena que me hacía olvidarme del mundo.
- Buenos dias amor. – me dijo Bianca acariciándome el brazo- ¿y esta nena bonita quien es? – dijo señalando a Valentina que la miraba asustada mientras se escondía en mi pecho.
- Es mi alumna. – dije con orgullo apretándola a mi cuerpo. La relación con Valentina era sumamente especial. - ¿o no que sos mi alumna preferida?- y Valentía sacó su cabecita de mi pecho para mirar a Bianca con timidez.
- ¡Que linda que sos! - exclamó Bianca con una sonrisa divertida.
Y la jornada escolar para los chicos había terminado. Mis dos horas junto a los nenes de primero ya se habían acabado y era hora de que nos despidiéramos. Bianca estuvo a mi lado esas dos horas, porque eran las últimas.
- bueno... y ahora... ¿como saludamos al profe? – dije con la vista de todas las caritas de mis alumnos mirándome.
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Utopias ©
FanfictionHay dos formas de ver la vida: Una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro.. "Albert Einstein"