64.

187 27 11
                                    



















  Mis ojos se encontraron rápidamente con los de aquella mujer desgarbada que tenía por delante. Estaba con los pelos ligeramente alborotados, la risa que había mantenido fingida durante de mucho tiempo se había borrado. Llevaba una pollera, de esas que usaba, y a pesar de su ropa de marca importada, sus arreglos y sus intentos para parecer prolija, todo se había quedado en la nada. Ella estaba frente a mí, y sin embargo tenía los ojos fijamente en los míos. Intentaba espiar hacia adentro, por encima de los hombros y me pregunté qué era lo que pretendía ¿que diablos hacía esa mujer acá? después de... después de abandonar a su hija y esperar a ¿Verla? ¿Tres años después?
Me di vuelta apenas sabiendo que tenía su mirada enfurecida sobre mi espalda y vi a mis dos hijos mirando la televisión allí, sentados sobre el sillón de terciopelo blanco.










- Amor... - dije captando la atención de Valentina con una tierna sonrisa- llamá a mamá.









Ella asintió con una sonrisita cómplice, y antes de que su ¿Madre? La viera pasar, cerré la puerta.
Le mantuve la mirada fija por unos segundos antes de finalmente hablarle.









- ¿Que hace usted acá? – y resulta que no entendía el porqué le había hablado amablemente.



- Yo... vengo a ver a Valen. – pidió casi amenazante.


- Ni lo piense. – dije al ver como ella se acercaba vacilante para pasar por la puerta. cubrí con mi cuerpo la entrada evitandole el paso, lo que evidentemente le generó pensar de mala forma.


- No podés prohibirme el derecho de ver a mi hija. – y sus ojos expresaban ira, ira contenida desde hacía mucho tiempo.



- A partir desde que usted misma me dejó el derecho de tenerla, me hice cargo de ella. – le aclaré con la voz calma. Ella me miró de reojo.



- Pero si la madre biológia puede verla...



- Si la madre biológica puede verla, lo decidiré yo. ¿si? – fruncí el seño con un enojo guardado, oculto en lo más profundo de mi ser.
















PERFECT BY NATURE
(Perfectos por naturaleza)
ICONS OF SELF INDULGENCE
(Íconos de autoindulgencia)
JUST WHAT WE ALL NEED
(Justo lo que todos necesitamos)
MORE LIES ABOUT A WORLD THAT
(Más mentiras acerca de un mundo qué)











Inmediatamente Bianca llegó cautelosamente cruzando la puerta del jardín que daba del otro lado. Me miró a mí fijamente quizás preguntándose que era lo que sucedía. Miró a la mujer que estaba parada frente a mí y la miró con recelo, sin comprender.





- ¿Paio...? – preguntó mi mujer mientras se acercaba con un paso vacilante. Esperando mi reacción.



- Bian ella es...



- La mamá de Valentina. – contestó aquella mujer a la defensiva, mirándonos intensamente.









Sentí que nos miraba con un recelo y un odio difícil de ocultar. Sentí que mi interior se erizaba notablemente para firmemente responderle sin tapujos. Quería echarla de mi casa, sacarla de nuestra vida que tanto nos había costado construir. Quería alejarla, y pretender no haberla conocido. Porque no, mi hija tampoco se merecía que su madre la abandonara, le pegara por que tenía problemas en su vida. ¿Quién no los ha tenido? ¿Es ese el derecho que tenía por ser su madre?
La miré con furia, furia que no tardé en sacar. Bianca me miró asustadiza, como un pequeño animal que quería recubrirse en su propio cuerpo, su escondite, ese que nadie ni nada podía sacarlo y descubrirlo.















Utopias ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora