65.

195 26 4
                                    

















SO, SO YOU THINK YOU CAN TELL
(Así que crees que sabes distinguir)
HEAVEN FROM HELL
(¿El cielo del infierno?)
BLUE SKIES FROM PAIN
(¿El cielo azul del dolor?)
CAN YOU TELL A GREEN FIELD
(¿Sabes distinguir un campo verde?)
FROM A COLD STEEL RAIL?
(¿De un frío raíl de acero?)




















Esa misma mañana nos encontrábamos desayunando en familia. Mi mamá y mi hermana habían venido en plena mañana para desayunar con nosotros. Preparé unas tostadas, la leche para los chicos, mate para los adultos, mermeladas y demases cosas que se encontraban dentro de la heladera. Valentina ya estaba despierta y se encontraba a mi lado tomando su chocolatada. Bautista estaba en mis brazos mientras tomaba su ración del día de leche mientras que mi mamá y mi hermana comentaban acerca de lo que había acontecido los últimos días.












- mamá... estoy buscando el próximo trabajo, no te pongas insoportable. – dijo mi hermana con desgano al encontrarse con una queja de mamá sobre su perdido trabajo.






- Hoy mismo irás a buscar trabajo... ¡Que piensas hacer! – gritó escandalizada.





- Má... Lucila es grande, sabe lo que hace ¿no? – y miré fijamente a mi hermana- además... hoy mismo irá conmigo a la discográfica haber si tienen algún puesto de trabajo para ella.





- ¿piensas que trabajaré contigo? – y su mirada significativa lo dijo todo.





- No tienes opción. – dijo mamá cebando el quinto mate desde que habíamos comenzado- si tu hermano tiene un puesto para vos, debes aceptarlo.



- ¿Y si no me gusta? – siempre tenía una excusa.




- Si no te gusta, lo harás igual, porque yo no pienso mantenerte. – dijo mamá con razón.














Y antes de que mi hermana o incluso yo pudieramos replicar al último dicho, Bianca ingresó a la cocina. Estaba con su piyama, y el pelo atado en una cola alta. Iba descalza y se refregaba los ojos sin demasiado entendimiento sobre lo que sucedía.
Valentina salió de su silla y le dio un beso en la mejilla que fue consecutivo a un abrazo de madre-hija. Bautista, dejó de tomar su leche y se detuvo a mirar con los ojos clavados en el cuerpo de su mamá y su hermana.













- buenos días... - dijo Bian con una sonrisa característica mientras saludaba a mi mamá- no me dijo Paio que venían... - y pasó a saludar a mi hermana.



- No lo sabía. – exclamó mamá con una sonrisa que siempre se aparecía al ver a su yerna o a sus ñietos-




- Buen día amor. – y me tomó de los pómulos para darme un beso en los labios. - ¿Cuando te despertaste?




- Cuando vinieron. – dije con una sonrisa mientras le entregaba a Bautista en los brazos.




- Amor... hoy tengo que irme. – me anunció mientras se sentaba en una banqueta de madera blanca.




- ¿A donde si se puede saber? –exclamé divertido.




- Mi jefa me mandó una carta y tengo que ir a buscarla... me dijo que era importante, pero no me explicó que era exactamente. Estoy un poco nerviosa. –admitió mientras miraba a Bautista de arriba abajo con una preocupación notable.





Utopias ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora