Utopias ©

81.

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor.

Y me encontraba en medio del living de mi hogar. Estaba apoyado cómodamente en el sillón principal, ese que tanto me gustaba por las mañanas. Me encontraba en piyamas, con la computadora portátil apoyada cómodamente sobre mis piernas ligeramente estiradas por las molestias que sentía de ellas. ¿Ese también era un síntoma? Y reí interiormente porque no podía creerlo que hasta los dolores musculares puedan ser un síntoma de una enfermedad en un tipo de veintinueve años.
Porque ya estaba, ya tenía esa edad. Me desperté temprano, a las nueve específicamente cuando el vibrador de mi celular me despertó a la hora marcada. Decidí levantarme temprano con el único propósito que encontraba, el único propósito por el cuál debía averiguar mucho antes de que Bianca se enterara de toda la verdad, esta noche.

Googleé en el buscador de la computadora, la palabra... "H.I.V, Sida" y lo puse entre comillas porque todavía no tenía la certeza de que la tuviera, pero por si las dudas, algo de información me servía así todos no salían... despaboridos. Volví a reír con ironía.
Porque si, ahora todo era una patética ironía encomendada por ¿Dios? Para que empezara a prestarme atención. Si, seguramente era eso.
Una cantidad innumerables de páginas llenó toda la pantalla. "Como prevenirse del Sida..." "Cómo cuidar a tu pareja del contagio"..." ¿Qué es el H.I.V Sida?"..." ¿Cuáles son sus síntomas?"
¿No había una página para decirle a tu novia que tenías esa enfermedad? No, no seguro que no. Cliqueé en la que más me pareció: que éra eso que supuestamente tenía, y sus síntomas.

"El sida consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.
Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T CD4+ y entra en ellos. "