Capítulo 4

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— ¡Megan! — Adam pasó una mano frente a mi cara, lo miré confusa —¡Hace como dos horas se paró el elevador y sigues ahí! — rio — eres muy rara, te quedas mirando a la nada sin pestañear y hasta da algo de mal rollo — sonrió divertido.

— Solo pienso — me encogí de hombros.

Salí del elevador siguiéndolo hasta que salimos para cruzar una especie de calle de tierra y entrar a otro edificio, me guio hasta un salón al cual entramos, nos sentamos al fondo de la fila derecha, los demás ya estaban aquí, sentados en diferentes lugares, Connor y Evan más adelante en la fila de al lado, el de camisa verde que no recuerdo su nombre y Josh en la fila nuestra a unos tres bancos de nosotros y los otros dos chicos que tampoco recuerdo sus nombres en la fila del medio como por los últimos lugares, creo que uno de ellos era ¿Jared? ¿Sí, verdad? ¿Y el otro Jason? ¿O era al revés? No lo sé, dejémoslo en camisa verde y ya.

Te hablan niña...

¿Qué?

— ¿Qué? — miré al profesor que me miraba esperando una respuesta, mi cabeza se giró hacia Adam.

— Que si eras nueva...— murmuró mirando al frente.

— Pues claro que sí idiota, ¿Acaso me viste antes? — seguí mirando a Adam, sus ojos se abrieron de repente mirándome de reojo, oh no... Recién me doy cuenta de unos pequeños detallitos.

1. Están todos callados por lo que me escuchó a la perfección.

2. Eso me lo había preguntado el profesor y yo le respondí "idiota"

¡Carajo!

— ¿Disculpe? — el profesor me miró con el ceño fruncido.

— Que.... —¡No sabía qué decir! ¿Cómo oculto esto? La primera vez fue fácil, que por cierto... Estos malditos siempre se callan en el peor momento, ¿Pero ahora cómo hago? — Que sí soy nueva — bajé la cabeza tanto como mi cuello me lo permitió ¡Rayos!

— Aja... ¿Y qué sabe de esta clase? — preguntó levantando una ceja, mierda ¡No sé ni en qué clase estoy!

— Que es muy interesante — entrelacé mis dedos sobre la mesa.

— ¿Y...? — me indicó que prosiga.

— Muy.... ¿Intelectual? — entrecerré los ojos.

— ¿Qué es exactamente lo que sabe de física, señorita? — se cruzó de brazos.

Física, física.... ¿Qué sé de física? Siempre me fue para la mierda en física... Y en química... Y en todas las demás materias, pero evitemos eso.

Los chicos me miraron con los ojos como platos, excepto Evan que él, bueno... Siempre está serio, pero su mirada mostraba entre sorpresa y el "¡¿Qué acabas de decir?!" más jodido que he recibido.

— ¿Lo pensé en voz alta, cierto? — cerré los ojos con resignación, no era la primera vez ni sería la última, escuché un ruidito de afirmación por parte de todos — Maldición... — murmuré apretando los ojos.

— ¿En qué edificio está? — preguntó el profesor, apreté los labios, no me acordaba, sabía cómo llegar sí, bueno más o menos, pero no recordaba las direcciones o el número.

— ¿D? — miré a Adam con duda, asintió— sí, el D, ese —asentí mirando al profesor.

— ¿Cuarto? — volvió a preguntar.

— ¿Cuatrocientos...? — miré a Adam quién asintió esperando que prosiga — Cuatrocientos... Di... — negó — Trein... — negó aún más rápido — ¿Vein...? — asintió con disimulo — veinticinc... — negó frenético — no, no, veinticinco no, veinti... — mostró tres dedos por debajo de la mesa — cuatrocientos veintinueve — dije segura a lo que me miró con la cara descompuesta, remarcando el tres, espera... cinco, seis, siete, ocho, ¡Ocho! ¡Mierda! — perdón, cuatrocientos veintiocho, sí, ¡Cuatrocientos veintiocho! — el profesor me vio raro, luego razonó lo que dije mirando a los demás a los chicos lanzando un suspiro cansado.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora