Capítulo 38

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— ¡¡PARREL!! ¡¿CÓMO SE LE OCURRE HACER SEMEJANTE RUIDO A LAS CUATRO DE LA MAÑANA?! — escuchábamos la regañada que le daba Rown a Austin, ya que al ser de nuestra tienda éramos responsables también, lo cual es estúpido ya que ninguno de nosotros era el imbécil de las cacerolas, pero lógicas de Richard Rown señores.

— Ellos me echaron Rown — nos acusó.

— Tú no dejabas dormir — defendí.

— Usted mejor no hable, bastante causo durante el día para ahora continuar en la noche — me llevé una mano al pecho.

— Eskiuse yu — abrí la boca indignada — ¡¿Yo?! ¡¿Yoo~?! — me señalé — El que anda jodiendo a las cuatro de la mañana es otro discúlpeme usted — levanté la mano como toda una diva — porque este se hubiese cansado tarde o temprano — señalé a Austin — pero ahora dormiremos si es que en tres horas por tanta regañada que ni escuchamos porque nos da igual — me estoy ganando un castigo hasta el año tres mil, pero tengo sueño y me da igual todo — así que el que ya hizo suficiente por un día será otro, señor — acá es cuando hace acto de presencia un hada mágica que me saque de la situación antes de que me maten para llevarme a una montaña de helado donde voy a vivir como la princesa Fresachocolatosa por el resto de mi vida junto a mi dragón llamado vainillacanelapasión tercero. Sí eso debería pasar, pero como no estoy viendo llegar al hada creo que este va a ser mi último día sobre la tierra.

Mientras tanto los chicos se iban preparando para la lluvia de gritos que estaba por llegar, y Rown mientras tanto pensaría algo ya que la vena ha hecho su reaparición en menos de cinco horas.

— ¡¿CÓMO SE LE OCURRE DECIR ALGO CÓMO ESO SEÑORITA DARWIN?! — y con eso continuó una serie de alrededor de dos horas de gritos, tales que despertaron a todo, TODO el sector, es decir no solo estaban los chicos de mi tienda presente sino todos, sentados con cara de aburrimiento ante los gritos que pegaba don Me va a explotar la pinshi vena del cuello, frente y brazos.

Se hizo de día y el señor seguía gritando, si mi tío hubiese venido ya lo hubiese mandado a callar desde hace rato, le molesta tremendamente que la gente grite durante mucho rato, aún no entiendo cómo es que sigue con Rown.

— Y QUÉ SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE SE ATREVE A HACER SEMEJANTE ACTO DE IMPRUDENCIA — ya ni siquiera estaba segura de porque me estaba gritando, si por lo de hace rato, lo de ahora o lo que pasó cuando llegué, solo me limitaba a mirar a la nada pensando en la hijueputa hada que aún no llegaba — ¡¿ME ESTÁ ESCUCHanDO?! — se le salió un gallo de por medio haciendo que riera.

— No seÑor — fingí uno a propósito, es que yo me busco mis condenas porque sí, me fusiló con la mirada de forma severa, aunque considerando que he visto la de Evan esa ya ni causa, y la de Tanner, rayos la de Tanner, esa incluso da más miedo que la de Rown.

— Rown déjala, ya sabes que no está muy bien — se metió Adam haciendo señas a su cabeza, como de "déjala está loca" ganándose una mala mirada mía, no es que mienta, pero aja la discreción pues.

— ¡Hey! — me quejé ganándole ahora yo una mala mirada por parte de todos, incluso los que ni conocía — está bien, está bien, lo siento — intenté no poner los ojos en blanco.

Rown iba a decir algo cuando otro de los supervisores se acercó a él, lo apartó un poco de nosotros, no se alejaron mucho por lo que pude escuchar la conversación de ellos por más que fueran murmullos.

— Ya para por favor — le dijo el rubio con tono de lamento.

— Pero ella... — Rown iba a empezar a quejarse como niño cuando su compañero lo mandó a callar.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora