Capítulo 31

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Estuve mirando por alrededor de media hora como Connor, Tanner y al parecer la mariposa, jugaban a las atrapadas, no pregunten cómo pasó eso porque ni yo lo sé, me levanté para ir con los chicos, se estaban tardando más de lo normal en armar la tienda.

— ¿Qué pasa? — pregunté al ver a la mayoría con una cara de frustración, mayor que la que se suele poner cuando no aparecen los cinco pesos de José antes del recreo.

— No entiendo qué pasa con esta tienda estúpida— Evan dejó caer las instrucciones de la tienda al suelo— Ya estoy harto— revolvió su cabello con algo de desesperación.

— Se ven bastante frustrados ¿Quieren que ayude en algo? — ofrecí mirando como a Jason le estaba a punto de agarrar un tic nervioso en el ojo.

— Bien sabes que estoy frustrado sexualmente desde que llegué linda, podrías haberlo dicho antes, ahora ni hay lugar— habló Austin también molesto.

— Yo... No me refería a eso— aplané los labios.

— Pues bien, porque ya te dije, no hay lugar privado donde hacerlo— bufó, vaya frustración tenía que tener para que se le quitaran las ganas a este chico.

— A ver...— tomé las instrucciones que Evan había tirado— están en chino — murmuré.

— Y Josh ni siquiera puede leerlas— se quejó Jared.

— Ya te dije que no por tener descendencia asiática soy experto en idiomas, estúpido— le dio un zape.

— ¿Eso qué? Se supone que son listos— replicó.

— En primer lugar, eso no tiene nada que ver y en segundo ¿Qué parte de descendencia no entiendes? Además, mi madre es japonesa no china, idiota —

— ¿No son lo mismo al fin y al cabo?

— Por supuesto que no pedazo de inútil— se molestó.

— Bueno... No es importante en que idioma este escrito, ¿No han armado una así antes? — me metí en la conversación antes de que se matarán, que me veía venir la pelea.

— ¿Crees que necesitaríamos instrucciones si así fuera? — soltó sarcásticamente, lo volteé a ver con los ojos entrecerrados.

— A mí me hablas bien niño, me vale verga que estén frustrados yo solo quiero ayudar.

— Está bien, lo siento— se volvió a sacudir el cabello, eso era nuevo, que se disculpara tan fácilmente no pasaba todos los días, eso es frustración, opaca su habitual odio hacia la vida y las personas.

— Gracias Evan — volví a mirar las instrucciones— nop, no entiendo nada— las volví a dejar en el suelo, miré a los otros grupos, la mayoría estaban igual que nosotros, pero los que yo buscaba estaban perfectamente bien, sonreí a lo grinch— espérenme aquí— les dije a los chicos para irme corriendo hasta mis presas.

No sé si recordarán, pero igual les refresco la memoria, yo tengo a unos esclavos aún, que no he utilizado y que les queda un mes de uso, hay que aprovechar gente, ya que ellos tenían lista su tienda sabían cómo hacerla y ya que no los he puesto en uso...

— ¡Hola! — aparecí atrás de Felix de repente haciendo que se sobresaltará y tirara unas cosas que tenía en los brazos.

— ¡Megan por dios! ¡No te aparezcas así! — se llevó una mano al pecho, reí, siempre tan valiente mi amigo.

— Veo que terminaron— miré su tienda.

— Sí, fue un poco difícil leer las instrucciones, pero por suerte este tipo de tienda las vende mi primo— habló Ruan, cierto, él me había contado de que a veces ayudaba en la tienda de su primo en sus tiempos libres, tienda de cosas para acampar, mucho mejor.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora