Capítulo 30

5.4K 313 30
                                    

Bien, ya había empacado lo necesario en una mochila especial que me dieron, también había comido y ahora me encontraba acostada a oscuras con un maldito insomnio que llevaba aguantando dos horas, sí, dos horas intentando dormirme.

Los demás tenían todo listo también y dormían plácidamente... Malditos.

Solo por lo de la noche anterior tendríamos que ponernos a gritar ya que sino no vale.

Cierto, pero yo sí que quiero dormir, más si no tengo idea que haremos.

Sí, pero...

Un ronquido de oso me interrumpió la charla con mi conciencia, volteé a la derecha ya que de ahí venia el ruido, yo lo mato, ¿Es enserio? Tanner se había puesto en una posición demasiado rara y dicho sea de paso haciendo que ronque como condenado.

— Te buscas tu muerte temprana Alejandro— murmuré mirándolo con los ojos entrecerrados, ese era su segundo nombre.

— Supongo que tú tampoco duermes— giré mi cabeza al lado contrario ante la nueva voz.

— ¿Cómo puedo dormir con ese oso pariendo? — asomé mi cabeza por el lado de la cama, estaba muy oscuro para distinguir algo más que su sombra, pero sabía de quién era la voz.

— Pensé que ya te habías acostumbrado— se escuchó seguido de una leve risa.

— No lo había escuchado antes, siempre me duermo antes que él o antes de que empiece a roncar cuanto mucho ¿Lo hace todas las noches? — cuando me dormía por lo general no solía escuchar más nada que a mis shipps favoritos confirmándose, pero claro eso era en mis sueños después no solía escuchar otra cosa, aunque sorda tengo que estar para no notar tremendo oso furioso rugiendo.

— Cuando come mucho sí, y bueno... Hoy lo viste— era cierto, hoy el niño cargaba hambre porque bien que casi nos deja sin comida a los demás.

— Nunca me había dado cuenta ¿Cómo se supone que duerma ahora? — a algunas personas les da igual dormir con ruido, pero yo a veces me podía poner bastante nerviosa con eso.

— Es hasta que cambie de posición o se ahogue con su propia saliva y despierte— murmuró acomodándose en la cama— Intenta ignorarlo si no mañana estarás muerta, y ni siquiera habremos llegado a donde realmente lo estarás—

— Oye gracias— ironicé— cuanta fe— me siento ofendida, pero a la vez creo que va a tener razón.

— No es por eso, todos acabamos muertos luego de estas misiones— hice un ruidito dando a entender que medio le creía— solo espera... Descansa Megan—

— Tú igual Evan— también me acomodé dándole la espalda a Tanner y cubriéndome la cabeza con las mantas.

***

— ¡Arriba! ¡Es hora de irnos! — una voz empezó a gritar mientras golpeaba algo de metal contra otra cosa, me podía suponer quién nos despertaría de forma tan linda.

— Buenos días para ti también Rown— espetó Connor con una falsa alegría.

— ¡Levántense debemos irnos! — siguió golpeando algo hasta salir del cuarto, por el ruido que seguía deducía que fue al cuarto de enfrente por los demás.

— Megan, despierta— la voz de Jason y su mano sacudiendo el que supuso seria mi hombro se hizo presente.

Me quité las cobijas de la cabeza, luego saqué la otra mitad de almohada que tenía sobre mi oído sentándome en la cama, se me quedaron viendo.

— Oh oh— soltó Connor al ver mi cara de odio, sí, no dormí nada ¡NADA! Por el imbécil de Tanner que no paró en toda la maldita noche ¡Ni siquiera cuando le tiré con cosas! Hubo un momento en que consideré ponerle una almohada sobre la cabeza, y lo consideré por más tiempo del que debería.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora