Capítulo 24

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Pasamos un par de horas más en esa especie de "búnker" hasta que se hizo de noche o al menos eso me dijo Adam puesto que no había ventanas donde fijarse, en esas horas tuve la dicha de tener a Adam casi de esclavo puesto que lo mandaba a hacer todo lo que se me pasara por la cabeza y él obligadamente lo hacía sin protestar, así fuera solo dar diez vueltas alrededor de la mesa del bar, él cumpliendo todo a rajatabla.

Tenía algunas preguntas también por hacerle como por ejemplo ¿Cómo sobrevivió solo con lo dependiente que es a veces? o ¿Por qué nunca me dijeron de este lugar? Pero no sabía si quería la segunda respuesta, ¿Qué si decían que no les agrado o me detestan y que solo fingían conmigo? Digamos que no quería escuchar algo malo, a Adam le hice jurar que se callaría y que si alguien preguntaba lo había encontrado en el bosque, no diría que encontré su cueva de hombre, si no me lo habían dicho aún seria por alguna buena razón, aún que tampoco me fiaba que del boca floja de Adam ese secreto durara mucho, por qué, vamos... Es Adam.

— Elije, tú vida o tú boca cerrada— le había dicho hace minuto atrás todavía en el sofá del no tan pequeño cuarto.

— No le diré a nadie— había repetido al menos tres veces, claro yo sin creerle aún.

— Si lo haces le diré a tu madre lo de Melix— amenacé sabiendo que eso le joderia.

— No, no, no. Lo prometo, no diré nada— aceptó rápidamente— además, ¿No consideras lo que me pasará si se enteran? — no respondí— Me matarán Megan, me advirtieron no decirle nunca a nadie sobre esto, ¡A nadie! Si se enteran que tú sabes, moriré. — abrió sus ojos de más enfatizando lo último.

— Adam. Tú no me dijiste nada, yo sola lo encontré. — me crucé de brazos, aún que me parecía raro que nunca se le hubiese escapado nada respecto a este lugar o tal vez sí y yo lo había ignorado.

— ¡Da igual! No creerán eso— luego de insistir un rato más terminamos donde estamos ahora, entrando de nuevo a nuestro edificio, ambos ingresamos a mi cuarto encontrando una particular escena.

Jason caminando de un lado al otro, Tanner mirándolo mientras mordía sus dedos lo que supongo quería hacer con sus uñas, pero como ya casi no tenía por estarlas mordiendo a cada rato ese era su único recurso, Connor llorando mientras abrazaba a su muñeco de pato sentado en mi cama, Austin con lo que parecía una servilleta de tela negra sobre la cara enganchada a su gorra y un cartel en el pecho que decía.

"Estoy de luto y viudo, así que no se acerquen... A menos que seas sexy, en ese caso acércate cuanto quieras bb 7u7"

Jared sentado en el suelo con cara de aburrimiento, Josh casi en el mismo estado de nervios que Jason y Evan leyendo un libro en su cama, que raro de él, noten el gran sarcasmo en eso.

— ¿Qué paso? — pregunté haciendo que todos enfocaran sus ojos en mí.

— ¡Megan! — Connor fue el primero en reaccionar saltando de mi cama casi cayéndose por la altura cosa que ignoró para correr hacia mí, me abrazó fuertemente empezando a mojar mi hombro con sus, espero, lagrimas.

— ¿Qué sucede? — habló ahora Adam.

— ¡Ah mira! Que decidiste salir de la cueva— se burló Jared, si supiera que estuve en SU cueva no creo que le pareciera muy gracioso.

— ¿Dónde estabas señorita? ¿Sabes lo que me causaste? ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? Tenerme con el Jesús en la boca— empezó a regañarme Jason como la madre que es a veces y haciendo muchos ademanes.

— Me perdí, de nuevo— respondí con dificultad ante la presión que hacía Connor sobre mi pequeño ser.

— ¡Mi amor! — ahora Austin— Dios, pensé que me había quedado viudo— se quitó la gorra junto a la tela negra, levanté una ceja hacia el cartel haciendo que él lo mirase, soltó una risita nerviosa arrancándolo mientras lo hacía bolita y lo lanzaba por ahí, dándole justo a Evan en la cabeza, este lo fusiló con la mirada haciéndome reír.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora