Capítulo 57

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— Debido a la muerte de ese cabo fue que llamaron a Rown, él estaba en la milicia al parecer trabajando de algo en un puesto alto, no lo sé realmente, no presté atención cuando lo explicaron en su presentación — le restó importancia — con él vino todo el orden y toda la estrictes que ves hoy en día, también se dieron cuenta que nosotros no estábamos juntos originalmente en la 428 y nos regresaron a nuestro cuarto, no se volvió a tocar el tema, pero una vez al año volvemos — sonrió un poco más animado — esta vez todos somos parte, ¡Ambas habitaciones se unen para un regreso maestro que se supera cada año! — volvió a hablar como presentador de televisión — suele ser a finales para cerrar con broche de oro — volvió a su voz normal — y esta vez tú serás parte — me señaló.

— ¿Cómo? — ¿Cómo dices qué dijiste? 

— Sí, ya eres parte de nosotros — sonrió y no como idiota — por ende estás en nuestras mierdas ahora, quieras o no — ¿Ya me consideran uno de ellos? — ¿No vas a llorar o sí? — levantó una ceja mirándome raro.

— No, solo mis ojos están haciendo la limpiasion — por eso es que estaban llenos de agua ahora, no lagrimas, agua, natural, proporcionada por mí.

— Oye si no quieres hacerlo está bien, solo bromeaba con lo de quieras o no — suavizó su tono, pero el sollozo ya había salido, me tiré arriba suyo abrazándolo.

— ¡Me consideran una de ustedes! — ¿Le mojaría todo el hombro? Sí, ¿Me importaba? No. 

— Ay no de nuevo — lo oí murmurar mientras estaba colgada de su cuello — aja, sí, sí — me dio palmaditas en la espalda medio forzadas, había vuelto a quedar sentada sobre él — ¿Me sueltas? — tosió con dificultad, le estaba apretando mucho el cuello al parecer.

— Perdón, perdón — solté su cuello, lo cual lo alivió, pero me sujeté como koala de su pecho.

— Mierda... — no lo veía, pero seguro había puesto los ojos en blanco.

— ¡¿Sabes lo difícil que creí que sería eso?! — chillé, es decir, sí, me sentía cercana a ellos, pero no quitaba ese sentimiento de no encajar, menos cuando veía que no me contaban muchas cosas — ¡Y ahora soy parte! — mi llanto seguía hasta que noté algo y me separé un poco — pero solo tú me lo dices ¿Qué tal si los demás no quieren? — comenzaba a creer que solo él era el que estaba de acuerdo, después de todo solo él estaba respondiendo mis preguntas.

— En realidad, ya lo habíamos hablado — sus ojos bajaron a mis manos en mi regazo tomándolas entre las suyas — de que ya era hora de que supieras todo — volvió a mirarme — y ahora lo sabes, casi todo, todavía me llenarás de preguntas por el resto del día — fingió molestia aunque estuviera sonriendo. Mi boca se abrió, no lo podía creer.

— ¿Entonces esto es aceptado por todos?

— Lo que nos concierne a todos sí, como lo de los Stravell y eso, lo de Tanner o mis mierdas con Jason y Adam en realidad no se habló, pero como son cosas mías las digo si quiero — su tonó de rebeldía me hizo reír, y el hecho de que por fin todos quisieran contarme y volverme parte de ellos que hizo sonreír más que el gato de Alicia, chillé volviendo a abrazarlo, esta vez me lo devolvió sin quejarse. 

— Ahora todo tiene sentido, lo de Stravell, lo de la litera, ¡Todos los mayores secretos! — volví a chillar.

— No todos — me interrumpió — todavía no entendemos porque te pusieron ahí, o sea, ya había cuatro personas en el cuarto, ya estaba completo y no tiene sentido que saliera en el sorteo al azar pues no suelen poner cuartos que ya estén llenos, pero supongo que habrá sido algún fallo o para no ponerte en algún cuarto sola — se encogió de hombros. 

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora