Capítulo 34

3.7K 255 5
                                    

— ¿Cómo cuánto ha pasado yaa~? — alargué con fastidio, parecían horas y horas.

— Desde la última vez que preguntaste... Cinco minutos — dijo soltando un suspiro — seguir preguntando no hará que el tiempo pase más rápido — me tiré en el suelo.

— Me da igual, para mí lo hace — me quejé — ya me estoy volviendo loca de esperar a esos inútiles — lloriqueé — hasta escucho el motor de un auto, ¡Mi locura sobrepaso los límites al hacerme imaginar cosas! — chillé.

— No, espera — se levantó de la roca — sí es el motor de un auto — al escuchar eso me puse de pie más rápido de lo que me pongo a desvariar.

— ¡AQUÍ ESTAMOS! ¡OIGAAN! — comencé a gritar agitando mis brazos hacia ningún lado en particular ya que no sabía de dónde venía el ruido, unos segundos después el auto de antes apareció entre los arbustos — ¡OH GRACIAS VIRGENCITA! — los inútiles de mis chicos aparecieron por fin.

— Rayos, lo sentimos, pensamos que solo se habían quedado con alguien más en el campamento — Jason fue el primero en hablar bajando del auto.

— Cállate no hay tiempo para disculpas, necesito un baño — no dejé a nadie decir nada más cuando me subí al auto — ¡Pero muévanse gente que es enserio! — apuré al ver que ninguno de los dos se movió de su lugar ni subió al auto, me hicieron caso subiendo a los asientos de atrás ya que yo había ocupado el de copiloto y el de piloto lo conducía uno de los organizadores que me encargué de ignorar el resto del viaje mientras hacía preguntas que como yo no contestaba se encargaba Evan.

Llegamos a donde estaban las tiendas de campaña encontrándonos a todos los demás pareciendo preocupados, también los ignoré yendo directo a la tienda a buscar mi mochila, a todo esto, se preguntarán, si tu pantalón pasó de ser verde militar a rojo me dispararon alv, ¿Cómo lo disimulas? Pues como he mencionado ya varias veces tengo muchas camisas a cuadros cuando llegué acá me dieron una especial con el mismo estampado que el resto de la ropa que se supone debería usar abrochada con los botones pero como soy toda una rebelde sin causa la uso sin abotonar con una camiseta blanca debajo, (es broma, todos la usan así por lo que me da igual no usarla abotonada y además queda más con mi estilo) bien como decía esa camisa la uso siempre junto a la blanca debajo por lo que ahora esa camisa verde está envuelta a mi cintura mejor aferrada que yo a mi cama cada mañana con tal de que no se vea nada, he ahí la interminable explicación.

Por esa razón podía ir "segura" de que nada se viera, pero necesitaba cambiarme todo ahora y si podía bañarme mejor, tomé mi mochila saliendo de la tienda para casi correr a Rown, no quería, pero debía pedirle indicaciones de un baño.

— Rown — lo llamé, giró haciendo una mueca al verme que ignoré — ¿Dónde hay un baño por aquí? — usé el tono más amable posible.

— No hay — respondió sin más.

— ¿Qué?

— El baño más cerca está a dos kilómetros, lo que quiera hacer tendrá que ser en el bosque — se giró volviendo a hacer lo que hacía, yo por mi parte estaba en shook.

— ¿Dos kilómetros? ¡¿Dos kilómetros?! ¿¡Es una maldita broma!? — se volvió a girar ante mi grito — ¿Tú crees que puedo caminar dos kilómetros hasta ese put* baño en las condiciones en las que estoy?! — levantaba la voz a medida que hablaba, él solo me miraba fijamente — ¡Pues no! ¡No puedo! ¡Ya he soportado mucho así y estoy hasta la verga! ¡Así que por el bien de todos vas a conseguir que llegue ahí en menos de cinco minutos porque empiezo a matar gente y no me importa nada! — me alteré, pero solo un poquito.

No claro.

Nadie dijo nada, varias personas al rededor habían presenciado mi bello espectáculo de un inicio de psicosis, aun así, se mantenían al margen, Rown solo me observó con el ceño fruncido.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora