Capítulo 29

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— Pero...

— No se me olvida que ya no me quieres y que me dijiste muchas cosas horribles— llevé mis manos a mi cara intentando secar la manguera de agua que salía de mis ojos—sin siquiera pensar en mi pobre corazón con agujeritoos~ que no me lo puedo curaar~— canté medio llorando medio intentando decir una frase coherente, pero como soy yo, ya renuncié a eso.

— Se me está muriendo de apoquitoo~ — siguió Connor.

— Con cada dolor se muere máás~— y después Tanner.

—Si tu corazón tiene agujeritoos~ Juntos lo podremos ayudaar~— siguió la voz de Austin desde algún lado.

— Eh... Bueno— habló de nuevo Josh mirando de donde podía venir la voz de Austin— será mejor que vayamos de una vez antes de que Rown se enoje más— aprovechó de que había dejado de llorar para apurar nuestra llegada, esa era otra cosa, podía parar de llorar como si nada o empezar como si alguien se hubiese muerto y estuviera en su entierro, era algo, raro, pero pasaba.

Fuimos hasta la oficina de mi tío, era raro estar ahí desde la última vez, Rown esperaba afuera, en cuanto nos vio nos hizo pasar mientras a mi parecer controlaba las ganas de gritarnos, una vez dentro el tío Johann suspiró al verme de nuevo ahí, no le sorprendía en absoluto.

— Bien, ¿Quién me explicará lo que sucedió? — dijo de forma calmada mirándonos a todos, al ver que ninguno dijo nada Rown estaba a punto de gritarnos cuando fue interrumpido— solo quiero que me expliquen que pasó, si le encuentro lógica no los castigaré— nadie soltó siquiera un suspiro.

— Es que está pasando lo que pasó la última vez— murmuré algo apenada.

De por sí había sido vergonzoso tener que ir a comprar sostenes con mi padre en su momento, para que cuando me volví "mujer" este se lo contara súper emocionado a todo el mundo como si fuera un logro, entre ellos a mi tío pues ambos se alegraron y hasta soltaron algunas lágrimas por eso, sí, el militar llorando porque su sobrinita se volvió "mujer" y mi padre pensando en hacer una fiesta a lo que yo claramente me negué, es decir, ¿Estaban hablando en serio? ¿Qué pondrían en la pancarta que querían comprar? ¿"Mi hija se desangra felicítenla"? No podía dejar que hicieran eso.

— Oh, ya veo...— soltó mirando a los demás— ¿Y ellos saben? — los señaló, negué, dudaba que siquiera lo sospechasen— ¿Quieres que se los di...— lo interrumpí negando efusivamente—Está bien, entiendo... Pueden irse— los demás abrieron la boca con sorpresa, y la cara de Rown era un poema titulado "Me jode señor capitancito"

— ¿Qué? Espere ¿QUÉ? — Rown nos señaló intentando formular palabra, pero Johann lo mandó a callar, creo que era algo que hacía siempre, así que no le quedó más que morderse la lengua.

— Pueden irse chicos— repitió, rápidamente salimos de la oficina, las preguntas no se hicieron esperar apenas cruzamos la puerta.

— ¿Qué fue eso?

— ¿Qué hiciste?

— ¿Cómo nos libramos tan fácil?

— ¿Qué sabe él que nosotros no?

— ¡Ya! — interrumpí antes que siguieran— no es nada ¿Ok? Solo agradezcan que salimos vivos— y sin saber nada que no debían.

— P-pero...

— Pero nada, vamos que tenemos más clases— me alejé sintiéndome medianamente bien por controlar mis emociones por al menos unas horas, mantenerme estable en estos días era difícil.

Y así las demás clases que me tocaron continuaron su curso normal, intentaba tener perfil bajo y casi no hablar por miedo a que algún profesor me preguntara algo y yo o le gritara de enojo o le gritara en llanto o bueno la más rara, le gritara que me abrace, pero por suerte nada de eso pasó y todo termino relativamente rápido, ahora me encontraba sola en el pasillo guardando unos libros, ya que el día había terminado.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora