— No dije que fuera todo tu culpa... — bajé mi tono de voz a casi un susurro, no esperaba esa reacción, mucho menos que pareciera que fuera a llorar — ¿Qué pasa? — use un tono más calmo, no dijo nada solo se giró hacia una de las paredes para sentarse lo más lejos posible de mí — necesitas un descanso también ¿Sabes? — repetí lo que me había dicho aquella vez, bajó la cabeza soltando un sollozo que me dejó helada ¿Estaba llorando? ¿Frente a mí? En dos pasos ya estaba a su lado abrazándolo, no sabía qué más hacer y no tenía idea que estaba pasando, como estaba agachada era algo extraño, tampoco me lo devolvía así que estaba a punto de separarme para no incomodarlo, pero apenas hice el amague de soltarlo me jaló sentándome en su regazo envolviendo sus brazos alrededor de mi espalda aferrándose a mí.
No dijo nada, estuvo así por un rato, solo llorando, cuando intentaba decir algo simplemente lo callaba, tampoco podía formular palabra por lo que me dedicaba a masajear su espalda con un fallido intento de tranquilizarlo, por mi mente pasaban mil cosas ¿Se habría muerto alguien? No conocía a su familia como para saberlo, me di una cachetada mental al darme cuenta de lo que había pensado, no entraba en mi cabeza simplemente que pudieran compartir familia incluso luego de días sabiéndolo.
— Está bien, déjalo salir primero — volví a decir al escuchar sus balbuceos intentando hablar a través del llanto, se alejó un poco sin soltarme manteniendo la cabeza gacha, al ver que no me soltaría simplemente me estiré tomando un poco de papel que había por ahí para sacar un pedazo, se lo extendí a lo que lo tomó con una mano limpiando sus mocos, hizo un sonido gracioso por lo que reí, creí notar un intento de sonrisa que se quedó en solo intento.
— Lo siento — seguía con la cabeza abajo sin dejarme verlo.
— ¿Por qué? ¿Mostrar que eres humano? Tu estupidez podía ser fuera de este mundo, pero no te consideraba alienígena tampoco — bromeé intentando hacerle reír, casi, solo una mueca y algo de aire expulsado.
— Gracias.
— Bueno lo siento, no debí deci...
— No me refiero a eso — me interrumpió, sus manos seguían en mi espalda baja sin intención de moverse.
— ¿Quieres hablar del tema? — pregunté con cautela.
— No — asentí — ¿Sí? — bufó — no sé, solo estoy cansado — murmuró a lo que simplemente asentí nuevamente por más que no me estuviera viendo.
— Toma tu tiempo, después de todo estaremos aquí un rato — recordé como claramente Josh me había preguntado si estaba segura de poder pasar días aquí encerrada y como mi estupidez o inconsciencia dijo que sí.
— ¿Podemos quedarnos así un momento? — por primera vez en el tiempo que lo conocía había detectado timidez, wow.
— Eh... — no sabía qué responder, ni siquiera esperaba eso — claro — parecía duda, pero lo afirmé mejor al ver que parecía inseguro y a punto de soltarse — no hay problema, úsame como a una muñeca — esperaba un comentario sexual al respecto, de hecho lo había dicho así para eso, pero peor fue cuando ni siquiera sonrió solo se aferró a mí apoyando su cabeza en mi hombro, carajo, esto era serio.
Pasó lo que pensaría era una hora, o tal vez solo veinte minutos, no tenía idea, pero no se había escuchado palabra alguna de ninguno de los dos, de vez en cuando notaba mi hombro mojado por lo que deducía o estaba llorando o se había dormido y estaba babeando, por su respiración diría que la primera, aunque dudaba. Escuché como respiró hondo antes de volver a alejarse un poco, pero no demasiado.
— Solo... No interrumpas ¿Ok? — miró el suelo, hice un leve sonido con la boca para que entendiera mi afirmación, suspiró — las preguntas van al final del recorrido, muchas gracias — uso voz de azafata casi sin ganas, pero el hecho que bromeara me hizo pensar que estaba un poco mejor.
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Escuela Militar (En edición)
Teen FictionCuando te enteras que irás a una escuela militar... ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza? A mí... Que se cumpliría el sueño de mi vida ¿Por qué? Ni yo misma lo sé, sólo que siempre me gustó y ahora que por fin lo haría, ¿Qué podía salir m...