Capítulo 91

1.7K 208 197
                                    

Al igual que Tanner se tomó su tiempo, a este punto solo podía pensar en que nuestros pantalones terminarían empapados, sentarse en nieve parece una buena idea hasta que se empieza a derretir y por ende tu ropa a absorber.

— ¿Prefieres que me vaya? — tal vez lo había malinterpretado y nunca me había invitado a sentarme.

— No — solté un leve "bueno" mientras dejaba que el silencio nos volviera a rodear.

— ¿Estás seguro? — volví a hablar luego de otros varios minutos.

— Sí — y más silencio, entrelacé mis dedos empezando a jugar con ellos, era raro, sentía que sobraba ahí y cuanto más tiempo pasaba y más silencio había más sentía que quería largarme.

— Puedo irme si prefieres...

— Realmente te cuesta callarte ¿No es así? — no dije nada, no había sido en tono ofensivo aunque hubiera sonado como tal.

— Sí — di la misma respuesta seca y cortante que él a lo que pareció reír.

— Era mi padrastro — mencionó otros varios minutos después.

— No sabía que tuvieras padrastro — mencioné sin más.

— ¿Qué sí sabes de mí? — touché.

— Tampoco es que me hayas dejado — no quería que sonara molesto, pero sonó a reproche.

— Lo sé, a nadie en realidad — no dije nada — supongo que así es más fácil — no sabía si hablar o quedarme callada, al ver que no parecía querer decir más, hablé.

— ¿Más fácil?

— No voy a decirlo, sonará como la mierda más estúpida y cursi que haya dicho, bien sabes por qué la gente no querría dejar a alguien entrar a su vida — soltó fijando su vista en el cielo.

— Bueno supongo que tiene sentido, pero tampoco se puede vivir encerrado en sí mismo, eso no es muy sano — murmuré mirándolo por más que su vista estuviera clavada en el horizonte. 

— Si nos ponemos a hablar de qué es sano en esta vida ¿Realmente hay algo? — volví a quedarme callada.

Nos salió mago, es decir... Filósofo el wey.

— ¿No vas a intentar ahogarte con nieve para morir, verdad? — a este punto lo veía que se subía a las montañas nada más para tirarse.

— ¿Tiene siquiera sentido el suicidio? Nada se va a arreglar mágicamente — pestañeé dos veces.

— ¿Quieres hablar o seguirás con tus frases raras? — me fastidié — ¿Qué quería tu padrastro? — volví a hablar al no tener respuesta, la aparente broma en su rostro se borró al instante.

— Molestar como siempre — soltó con enojo — estaba quejándose de que le dije a mi madre que no metiera a Delly a un internado, logró deshacerse de mí y ahora quiere hacerlo con ella también, estuvo a punto de convencer a mi madre si no fuera que Delly me dijo y la llamé para evitarlo, pero claro ahora el muy imbécil la quiere pagar conmigo — bramó.

— ¿Delly? 

— Mi hermana — me quedé congelada — la conociste hace unos meses, ¿Dellevy? ¿La rubia? — intentó hacer que me acordara aunque perfectamente sabía quién era. 

— ¿Es tu hermana? — murmuré.

— Sí, ¿Qué más iba a ser? — se quejó, ay que soy estúpida.

— Ah, sí, ya recuerdo — mentí. 

— Solo tiene 16 años y ya la quiere mandar a otro país, ni siquiera a un internado aquí, la quiere mandar a Japón, ¡Ella ni siquiera entiende una palabra de ese idioma! Sería una completa pesadilla para ella, pero mi madre está ciega, todo lo que diga ese imbécil lo va a tomar como si lo dijera jesús ¿Qué demonios? ¿Tan jodido perdió la cabeza? Lo hizo conmigo a los 14 metiéndome en un lugar al otro lado de la ciudad y ¿No le bastó? ¿Ahora quiere otro jodido continente? — soltó con rabia, no interrumpí o hablé, ¿Se estaba abriendo conmigo? Cualquier cosa que dijera podía arruinarlo, por lo que permanecí en silencio — no la entiendo, realmente, conmigo, bueno, da igual, pero ella es su niña, su bebé, ¿Cómo se le puede siquiera ocurrir? Y me molesta porque que yo la haya convencido ahora no significa que aquel animal no lo vuelva a intentar y quién sabe si de por sí no compró los boletos, no podría hacer nada en ese caso, los planes de sacarla de esa casa quedarían nulos, todo se iría al carajo y todo por ese idiota, ¿Qué le cuesta simplemente esperar unos meses más? Ella se iría de igual manera, pero no, todo tiene que querer arruinar — bufó revolviéndose el cabello con frustración.

Escuela Militar (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora